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La espiritualidad en la peregrinación (Hayy)

Por el Dr. Muhammad Solaiman

Introducción

El Islam es una religión única. Es una forma completa de vida prescrita por Dios para la humanidad. El Islam fue transmitido por todos los profetas de Dios (la paz sea con ellos) comenzando con Adán, que es considerado el primer profeta y terminando con Muhammad, quien es el sello de los profetas de Dios. Por lo tanto, el Islam ha sido el mensaje universal de Dios para la humanidad.

El hayy, la peregrinación a la Meca, es el quinto pilar del Islam. Es un deber religioso que los musulmanes deben asumir si pueden, al menos una vez en sus vidas.

En este artículo, trataremos la espiritualidad alcanzada por los peregrinos a través del hayy.

 ¿Qué es único acerca de la espiritualidad del Islam?

  1. La espiritualidad en el Islam es real y divinamente prescrita

El Islam tiene una ventaja única, ya que se basa en el Corán Glorioso y la tradición del Profeta Muhammad (la paz sea con él) que se conservaron perfectamente. Por lo tanto, como la espiritualidad obtenida a través del Islam se basa en fuentes auténticas, es auténtica y divina.

«Hoy les he perfeccionado su forma de adoración, he completado Mi gracia sobre ustedes y he dispuesto que el Islam sea su religión» (Corán 5:3).

  1. La espiritualidad en el Islam está auto protegida

La primera fuente del Islam que es el Corán son las palabras de Allah. Se registró palabra por palabra y se revisó bajo la supervisión del Profeta Muhammad (la paz sea con él). Es el único Libro Divino, que ha sido memorizado por millones de personas. La tradición del profeta Muhammad (la paz sea con él), que es la segunda fuente del Islam (la Sunna), también se recopiló y preservó perfectamente.

Dado que la espiritualidad en el Islam se basa en el Corán y la Sunna, cualquier innovación sería rechazada y considerada una desviación.

  1. La espiritualidad en el Islam es firme

Una de las características únicas del Islam es que es una forma de vida completa. Desde que el musulmán se despierta por la mañana hasta que se acuesta por la noche, es consciente de Dios. Por lo tanto, el Islam mantiene al musulmán conectado con Dios las 24 horas del día y los 365 días del año.

Curiosamente, mientras que el Islam mantiene a los musulmanes conscientes de Dios todo el tiempo, el musulmán puede practicar su vida cotidiana. En otras palabras, el musulmán no necesita abandonar a su sociedad y permanecer en un monasterio para vivir su espiritualidad.

  1. La espiritualidad en el Islam se logra por diversos métodos

El musulmán nutre su alma practicando diversos actos de adoración. Realiza las cinco oraciones físicas regulares (Salat), la caridad (Zakat), el ayuno (Sawm) y la peregrinación. Además, hay otras prácticas diferentes que se pueden hacer la mayor parte del tiempo sin distraerlo de su vida diaria. Los ejemplos son:

    1. Recitación diaria del glorioso Corán: El Corán, como se mencionó anteriormente, es la verdadera palabra de Dios. Vincula al musulmán con la benevolencia divina y cura sus dolencias espirituales.

«Revelé el Corán, que es cura para los corazones y misericordia para los creyentes, pero al mismo tiempo no hace sino aumentar la perdición de los idólatras» (Corán 17:82).

    1. Súplica: A través de la súplica, el musulmán conversa directamente con Dios en cualquier momento y crea intimidad, confianza, amor y anhelo por Él.
    2. Recuerdo de Dios: Esto se puede hacer en cualquier momento y en cualquier lugar alabando los atributos perfectos de Dios.

“¡Oh, creyentes! Tengan presente a Dios en todo momento, y glorifíquenlo por la mañana y por la tarde” (Corán 33:41-42).

    1. Buscando el perdón de Dios: Todos cometemos errores, olvidamos y pecamos. Dios conoce nuestras debilidades y falibilidad. Por eso, por Su amor, Dios nos perdona. Buscar el perdón de Dios se puede hacer en cualquier momento y en cualquier lugar.
    2. Recordando a Dios en todas las acciones y buscando Su ayuda: el musulmán siempre comienza todo en nombre de Dios y busca Su ayuda antes de comenzar cualquier cosa. Por ejemplo, el musulmán dice una súplica (Dua’a), antes de irse a la cama y después de levantarse; antes y después de comer e incluso antes y después de una relación íntima con su esposa.

La Espiritualidad del hayy

Dios le ordenó al profeta Abraham (la paz sea con él) que llamara a la gente para que peregrinara a Su sagrada casa de adoración en la Meca.

«[le dije:] ‘Convoca a la gente a realizar la peregrinación; vendrán a ti a pie o montados, desde todo lugar apartado’» (Corán 22:27).

Cientos de millones de peregrinos musulmanes de todos los continentes han estado realizando el hayy durante más de 1400 años. Realizan los rituales del hayy exactamente como lo hizo el Profeta Muhammad (la paz sea con él).

Los rituales, las prácticas y la atmósfera del hayy están diseñados divinamente para que el peregrino adquiera una espiritualidad única y duradera.

Las personas en el pasado solían tardar mucho tiempo en llegar a la Meca, iban montando animales como camellos o a pie

¿Por qué la espiritualidad del hayy es tan única?

Durante el hayy, el musulmán invoca la devoción, la obediencia, la sinceridad y los sacrificios de Abraham, su esposa Hagar, su hijo Ismael y su descendiente Muhammad (la paz sea con todos ellos). Por lo tanto, en la atmósfera del hayy, los musulmanes disfrutan de una espiritualidad única y maravillosa, basada en la sinceridad profética y la devoción a Dios.

Durante los días del hayy, los musulmanes ocupan todo su tiempo con diversas e intensivas prácticas de rituales que aumentan la espiritualidad del peregrino a niveles excepcionalmente altos y lo acercan a Dios.

Por otro lado, los rituales y prácticas del hayy lavan los pecados del peregrino y limpian su corazón. Cuanto más claro está el corazón de los pecados, más receptivo se vuelve a niveles más elevados de espiritualidad. Al final del hayy, el musulmán se desharía de todos sus pecados y disfrutaría de un nivel único de espiritualidad.

Además, el impacto de la espiritualidad experimentada por el peregrino es profundo y duradero y mantiene al peregrino en el Camino recto de Dios.

¿Cómo impulsa el hayy la espiritualidad de los peregrinos?

  1. A través de la plena devoción a adorar a Dios

Los peregrinos pasan todo su tiempo con plena atención y completa devoción adorando a Dios. Ellos rezan sus cinco oraciones regulares (Salat), dan caridad, recitan el Corán, suplican a Dios, se arrepienten de sus errores y le piden perdón. Además, antes y después que nada continuan diciendo la Talbiyah del hayy:

Labaika Allahumma Laabaik. Labaika La Sharika Laka Labaik. Inna-Al Hamda Wa Al-Nemata Laka Wa Al Mulk. La Sharika Lak.

Oh, mi Señor, aquí estoy. Aquí estoy, no asocio divinidades contigo. En verdad, toda la alabanza es para Ti. Cada recompensa es de Ti y toda soberanía es Tuya. No hay nadie más.

Esta Talbiyah se dice en voz alta antes, durante y después de todas las acciones de los peregrinos, ya sea que estén viajando, estando sentados, caminando, o estando acostados. Expresa el espíritu de sumisión del peregrino a Dios y el reconocimiento de la soberanía y generosidad de Dios.

Un peregrino recitando versos del glorioso Corán

 

  1. A través de la plena sumisión y obediencia de Dios

Dios le ordenó a Abraham (la paz sea con él) que se llevara a su esposa y su bebé, Ismael, al desierto árabe y los dejara solos. Abraham y Agar (la paz sea con ellos) obedecieron a Dios sin dudarlo. No se preguntaban cómo o por qué dejar a la madre y al bebé en un desierto árido, donde no hay habitantes, cultivo o agua.

Al realizar el hayy, el peregrino prácticamente confirma su total sumisión a los mandamientos de Dios. Él sacrifica su dinero, su comodidad y la compañía de quien ama. Prácticamente le demuestra a Dios que nada en esta vida equivale a complacerlo.

Peregrinos de todos los rincones del mundo realizando Tawaf. Caminan alrededor de la Ka’bah siete veces, en sentido contrario a las agujas del reloj

 

  1. A través de la confianza en Dios

Antes de dejar a Hagar e Ismael en el desierto, Hagar dijo: «¡Oh Abraham! ¿A quién nos dejas en este valle árido? No está habitado». Repitió la pregunta varias veces y Abraham no contestó. Entonces ella preguntó: «¿Te ha mandado Dios que lo hagas?» El dijo que sí. Luego dijo: «Estoy satisfecha, ya que Dios nunca nos abandonará».

Esta historia refleja la plena confianza de Abraham y Hagar en Dios, el más compasivo y el más misericordioso. Confiaban en que Él cuidaría de Hagar y su hijo. Todo lo que hizo Abraham fue pedirle a Dios que cuidara de su familia.

“¡Oh, Señor nuestro! He establecido parte de mi descendencia en un valle árido de poca vegetación junto a Tu Casa Sagrada, para que, ¡oh, Señor nuestro!, cumplan con la oración. Infunde en los corazones de la gente amor por mi descendencia, y provéelos de todo alimento para que sean agradecidos” (Corán 14:37).

Este espíritu de plena confianza en Dios es una de las lecciones principales que el peregrino experimenta y aprende durante el hayy. El viaje del hayy puede tomar días, semanas o meses. El peregrino necesita asegurar el mantenimiento de su familia. Sin embargo, la confianza en Dios y la realización de Dua’a (súplica) para que Él proteja y mantenga a su familia es esencial.

Peregrinos en Arafat suplicando con total sinceridad a Dios, el Beneficente, que se encuentren entre los que serán perdonados
  1. A través de sacrificios verdaderos y reales

Cualquiera puede afirmar su amor por Dios. Sin embargo, cuando se trata de probar su afirmación sacrificando algo que le es querido, puede dudar. En la historia de Abraham, lo encontramos preparado para sacrificar incluso a su hijo, cuando se le ordenó matarlo.

Para realizar el hayy, el musulmán deja atrás su riqueza, negocios, trabajo, familia y una vida cómoda, y se embarca en las dificultades, el dolor y la incomodidad del largo viaje del hayy. Además, el peregrino tiene que pagar mucho dinero por el viaje. Estos sacrificios son reales, verdaderos y prácticamente expresan el amor de Dios. Por lo tanto, el peregrino entra en la esfera de satisfacción de Dios, un hecho que aumenta su espiritualidad.

  1. A través del sencillo vestido de peregrino

Durante el hayy, los peregrinos varones visten una misma ropa que consta de dos tiras textiles blancas lisas. Las mujeres también se ponen vestidos sencillos.

El uso de vestidos sencillos por parte de todos los peregrinos tiene un gran y profundo impacto en la espiritualidad de los peregrinos porque:

  • Demuestra cómo los musulmanes son iguales ante Dios, independientemente de sus razas, tribus, naciones, riqueza o estatus social.
  • Demuestra cómo los musulmanes son humildes y pobres por el amor y la recompensa de Dios.
  • Prepara al peregrino para entrar en un santuario espiritual interno personal, antes de entrar en el santuario de la casa de adoración de Dios en la Meca.
  • El vestido se ve como el sudario de la muerte (la ropa de la tumba), y por lo tanto, le recuerda al peregrino que esta vida es solo un viaje a la vida permanente por venir.
  • Lleva al peregrino de la glamorosa vida materialista, su carrera, la riqueza, la posición y el estatus social del mundo, y lo pone en una vida simple.
  1. Al encarnar las vidas de los profetas

Durante el hayy, el peregrino sigue los pasos del profeta Abraham, su esposa y su hijo (la paz sea con todos ellos). Además, el peregrino realiza el hayy de la misma manera que nos lo enseñó el Profeta Muhammad, el descendiente del Profeta Abraham (la paz sea con ellos). Por lo tanto, en el hayy los peregrinos sienten y disfrutan de la maravillosa espiritualidad de los actos proféticos de adoración.

  1. Al recordar el Día del Juicio

El hayy, en cierto modo, simboliza la muerte porque, antes del viaje, el peregrino cierra sus cuentas y transacciones con todos, busca el perdón de aquellos en su círculo conocido de personas y paga sus deudas. El peregrino también se encarga del cuidado de sus familiares. Todas estas acciones le recuerdan al peregrino que debe prepararse para el Más Allá antes de dejar este mundo.

Por otro lado, el tipo de vestimenta simple y la presencia del peregrino entre millones de personas le recuerdan el día de la resurrección y la reunión de personas en el Día del Juicio. Esto mantiene el impulso para que el peregrino haga todo lo posible para satisfacer a Dios antes, durante y después del hayy.

  1. Al renunciar a los compromisos mundanos

El viaje del hayy le da a la mente la oportunidad de alejarse completamente del mundo materialista. Le da un descanso de la agonía de pensar en demasiadas cosas materialistas mundanas.

Durante la peregrinación, la mente del peregrino se enfoca solo en los rituales realizados para obtener la satisfacción y el perdón de Dios.

«Sepan que respetar los ritos de Dios dimana de la piedad que hay en los corazones» (Corán 22:32).

  1. Esperando iniciar una nueva página de su vida

La peregrinación es un viaje a Dios para lograr el perdón y la purificación de todos los pecados. Dios recompensa a los peregrinos por su amor, devoción y sinceridad para ser perdonados y comenzar una nueva página de la vida después del hayy.

Al liberarse de los pecados y comenzar una nueva página en la vida, reforman de manera única el corazón y la mente para alcanzar niveles más altos de espiritualidad, claridad y satisfacción.

  1. A través de la experiencia de la fraternidad global

El hayy es considerado el mayor encuentro internacional, donde millones de musulmanes de todo el mundo se reúnen. La hermandad entre losperegrinos se eleva por encima de las consideraciones insignificantes de raza, nacionalidad, color, nivel social o idioma.

«¡Oh, seres humanos! Los he creado a partir de un hombre y de una mujer, y los congregué en pueblos y tribus para que se reconozcan los unos a los otros. El mejor de ustedes ante Dios es el de más piedad» (Corán 49:13).

Cada peregrino trata de ser humilde y paciente cuando trata con sus hermanos y hermanas musulmanes. Por lo tanto, durante el hayy, los peregrinos experimentan y disfrutan el sentimiento de amor y solidaridad de sus compañeros musulmanes. Además, el hayy crea una atmósfera única de hermandad y unidad universal. Por otro lado, estar entre millones de musulmanes sinceros y devotos, como tales, potencia la espiritualidad del peregrino.

Los peregrinos experimentan una hermandad y solidaridad universal única y genuina durante el hayy

 

La mezquita de Namera en Arafat. Millones de peregrinos oran juntos, independientemente de sus razas y posiciones sociales

 

  1. A través del triunfo sobre Satanás

Satanás trató tres veces de disuadir a Abraham de obedecer la orden de Dios de sacrificar a su hijo Ismael. Uno de los rituales del hayy es arrojar pequeñas piedras a tres pilares que simbolizan a Satanás. Este ritual simboliza la derrota de Satanás y la importancia de buscar refugio en Dios.

«Si el demonio te susurra para hacer el mal, busca refugio en Dios, porque Él todo lo oye, todo lo sabe» (Corán 41:36).

Peregrinos arrojando piedras a tres pilares que simbolizan a Satanás

 

  1. A través de la paciencia y la entereza

Una de las lecciones que aprendemos de la historia de Abraham (la paz sea con él) es su paciencia y entereza. Su pueblo lo rechazó y se negó a creer en Dios. Lo arrojaron al fuego y lo obligaron a abandonar su ciudad natal. Todo esto no sacudió su paciencia para transmitir el mensaje de Dios.

La paciencia es esencial para que los peregrinos puedan viajar desde sus países de origen, completar los rituales del hayy entre los millones de otros peregrinos y regresar de forma segura a sus países de origen. La paciencia genera tranquilidad y aumenta la espiritualidad del peregrino.

  1. Disfrutando del ambiente de seguridad del hayy

El hayy crea una atmósfera segura única donde no solo los humanos, sino también todas las criaturas vivientes, incluidos los animales y las plantas, son seguros e inviolables. Por lo tanto, los musulmanes durante el hayy disfrutan de total seguridad y protección. Esta atmósfera segura única permite al peregrino concentrarse en sus rituales y no distraerse, para obtener niveles de espiritualidad más altos.

«La peregrinación se realiza en unos meses específicos, y quien se consagrara para hacerla, deberá abstenerse [durante ella] de las relaciones maritales, los pecados y las discusiones» (Corán 2: 197).

Conclusión

El peregrino, con su libre albedrío, deja atrás a su familia, su hogar, su riqueza, su posición para realizar el hayy. Está listo para gastar todos sus ahorros de la vida para cumplir con su viaje a Dios.

Durante el hayy, el peregrino realiza diferentes rituales y prácticas que purifican su corazón y lo preparan psicológicamente para experimentar un climax único de espiritualidad. También experimenta la fraternidad universal y la solidaridad sincera de los musulmanes, la cual se eleva por encima de la raza, la nacionalidad, el color y el idioma.

El peregrino concluye su viaje con gratitud a Dios, Quien le permitió completar su viaje al hayy. Espera haber sido aceptado ya que el profeta Muhammad (la paz sea con él) dijo: «No hay recompensa para un hayy aceptado sin que el Paraíso sea su recompensa».

El peregrino por lo general concluye su hayy decidido a mantener su devoción a Dios y mantener la espiritualidad única que experimentó durante la peregrinación.