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La vida del Imán Ahmad Ibn Hanbal

El imán Ahmad ibn Hanbal nació en el año 164 H en Bagdad. Estudió con el gran imán Shafii y con uno de los dos mejores estudiantes del imán Abu Hanifa: el juez Abu Yusuf. Que Al-lah esté complacido con todos ellos. Se narró que memorizó 1 millón de hadices y era conocido, no solo por fiqh y hadiz, sino también por sus excepcionales modales.

El imán fue muy alabado por su maestro, el imán Shafii (que Al-lah esté complacido con él), a quien el imán Ahmad y muchos otros lo consideran el muyadid (reviviente) del segundo siglo islámico.

El imán Shafi dijo:

«Salí de Bagdad y no dejé detrás de mí a alguien más piadoso, cauteloso (con respecto a asuntos dudosos), comprensivo (en fiqh) y conocedor que Ahmad».

El imán Shafi dijo:

«El imán Ahmad es una autoridad en 8 campos: Hadiz, Fiqh, Idioma, Corán, Faqr (pobreza), Zuhd (ascetismo), Wara (ser cauteloso) y la Sunna».

A pesar de todo lo anterior, es muy bien recordado y reconocido por su posición en Al-Mihna (los juicios) donde se encontraba entre los únicos académicos que defendían abiertamente la religión contra el Califa en ese momento.

Al-Mihna (Los Juicios)

El imán Ahmad ibn Hanbal estuvo en Bagdad durante la época del Califa abasí al-Ma’mun, quien reinó desde el 813 hasta el 833. Aunque al-Ma’mun fue vital para el establecimiento de Bagdad como un centro intelectual, fue influenciado por un grupo conocido como los Mu’tazila.

La filosofía Mu’tazili defendía el papel del racionalismo en todos los aspectos de la vida, incluida la teología. Así, en lugar de confiar en el Corán y la Sunna para entender a Dios, se basaron en técnicas filosóficas desarrolladas originalmente por los griegos antiguos. La principal de sus creencias era que el Corán era un libro creado, a diferencia de la palabra literal no creada de Al-lah.

Al-Ma’mun creía en la línea de pensamiento Mu’tazili y buscaba imponer este nuevo y peligroso sistema de creencias a todos en su imperio, incluidos los eruditos. Mientras que muchos eruditos pretendían estar de acuerdo con las ideas Mu’tazili para evitar la persecución, el imán Ahmad se negó a comprometer sus creencias.

Al-Ma’mun instituyó una inquisición conocida como Mihna. Cualquier erudito que se negaba a aceptar las ideas Mu’tazili era severamente perseguido y castigado. El imán Ahmad, como el erudito más famoso de Bagdad, fue llevado ante Al-Ma’mun y se le ordenó que abandonara sus creencias islámicas tradicionales sobre la teología.

Cuando se negó, fue torturado y encarcelado. Su trato a manos de la autoridad política fue extremadamente severo. Las personas que presenciaron la tortura comentaron que incluso un elefante no podría haber soportado el trato al que imán Ahmad estaba sujeto. A pesar de todo esto, el imán Ahmad mantuvo las creencias islámicas tradicionales y, por lo tanto, sirvió de inspiración para los musulmanes de todo el imperio.

Sus juicios establecen el precedente de que los musulmanes no renuncian a sus creencias a pesar de lo que la autoridad política les impone. Al final, el imán Ahmad sobrevivió a al-Ma’mun y sus sucesores hasta que el Califa al-Mutawakkil ascendió en el 847 y acabó con el Mihna. El imán Ahmad fue nuevamente libre de enseñar y escribir a la gente de Bagdad.

Durante este tiempo, escribió su famoso Musnad Ahmad ibn Hanbal, una de las colecciones de hadices más grandes disponibles que sirvió de base para su escuela de pensamiento, el Madhab Hanbali.

 

Fuente: One Path Network