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Cinco lecciones importantes de la batalla de Badr

Sobre la batalla de Badr

El 17 de Ramadán en el segundo año de la Hégira, los musulmanes liderados por el profeta Muhammad ﷺ participaron en su primera escaramuza, conocida como la Batalla de Badr.

La batalla, que tuvo lugar en la Península Arábiga, fue instigada por años de persecución sufrida por los musulmanes a manos de los Quraish, la tribu gobernante de la Meca. La batalla tuvo lugar en Arabia Occidental, actual Arabia Saudita en el Valle de Badr. Notables compañeros del Profeta ﷺ  y futuros califas como Abu Bakr, Umar Ibn Al-Khattab y Ali Ibn Abi Talib lucharon en Badr, con la excepción de que Uthman Ibn Affan tuvo que cuidar a su esposa enferma, que era la hija del Profeta Muhammad ﷺ, Ruqayyah.

La batalla de Badr fue un punto de inflexión en la misión de Muhammad ﷺ durante los primeros días del Islam. El conflicto que ocurrió en Arabia Occidental fue una batalla clave entre musulmanes y politeístas. La Operación Badr se ha convertido en un ejemplo para la historia islámica y la Ummah musulmana acerca del poder de la intervención divina en tiempos difíciles.

¿Cómo comenzó la batalla de Badr?

Los musulmanes tenían como objetivo interceptar una caravana de la Meca a lo largo de una ruta comercial siria, la cual transportaba armas para ser utilizadas contra los musulmanes. Los espías de la Meca se enteraron de los planes de los musulmanes e informaron al líder de la caravana, Abu Sufian, quien luego cambió su rumbo a La Meca para proteger la caravana. Posteriormente, Abu Sufian contactó al líder de la tribu Quraishi, Abu Yahl, quien dio la orden de reunir las tropas mecanas.

 

Mapa de Badr

Hay cinco factores de la batalla de Badr que creemos que tienen importancia.

Algunos Factores

Hemos extraído algunas lecciones del famoso incidente de Badr para que todos se beneficien.

1. ¿Cuántas personas lucharon en Badr?

En esta batalla clave, un ejército de solo 313 musulmanes humildes derrotó a un ejército de 1000 soldados bien equipados.

“Dios los socorrió en Bader cuando estaban en inferioridad de condiciones. Tengan temor de Dios, en señal de agradecimiento». Corán 3: 123

¡Cuántas veces, con el permiso de Dios, un grupo pequeño ha derrotado a grandes ejércitos! Porque Dios está con los pacientes. Corán 2: 249

2. La victoria es solo de Dios

Después de ganar la Batalla, Dios les recordó a los creyentes que solo por Su voluntad, salieron victoriosos.

“No fueron ustedes quienes los mataron [a sus enemigos] sino que fue Dios quien les dio muerte, y no fuiste tú [¡oh, Muhammad!] quien arrojó [el polvo que llegó a los ojos del enemigo en el combate], sino que fue Dios Quien lo hizo. Dios agracia así a los creyentes. Dios todo lo oye, todo lo sabe”.
Corán 8:17

“Dios lo hizo para albriciarlos y tranquilizar sus corazones. La victoria proviene de Dios, el Poderoso, el Sabio”.
Corán 3:126

3. Nunca menoscabes tus oraciones

Antes de la Batalla, el Profeta ﷺ oró inmensamente por el apoyo de Dios. Él dijo «Oh Señor, si somos derrotados, no serás adorado en absoluto en la Tierra».

[Recuerden] cuando pedían socorro a su Señor y Él les respondió: «Los auxiliaré con mil ángeles que descenderán uno tras otro».

Corán 8: 9

Esta oración no solo fue respondida, sino que la Batalla resultó fundamental en la supervivencia del Islam hasta nuestros días.

4. El poder de Dios es infinito

Por decreto de Dios, los ángeles descendiendo del cielo vinieron a ayudar a los musulmanes en esta batalla. Un puñado de polvo en la mano del Profeta ﷺ también se transformó en un torbellino gigantesco que dispersó al enemigo.

[Dijeron:] «¡Sí!» Y si son pacientes y tienen temor de Dios, cuando intenten atacarlos sorpresivamente, su Señor los fortalecerá con cinco mil ángeles con distintivos.

Corán 3: 125

Rabi’ ibn Anas dice: «Dios ayudó a los musulmanes en el día de Badr con 1000 [ángeles], luego les aumentó en ayuda, por lo que fueron 3000, luego los aumentó en ayuda, por lo que fueron 5000».

Ali Ibn Talha narra de Abdul-lah Ibn Abbas, que el Mensajero de Dios levantó las manos el Día de Badr, diciendo: «Oh, Señor, si este grupo es destruido, no serás adorado en este mundo».

El Ángel Gabriel luego le indicó que tomara un puñado de polvo y se lo tirara en sus caras. Entonces el Profeta ﷺ tomó un puñado de polvo y lo arrojó en la dirección de sus caras. No quedó un solo incrédulo (combatientes del enemigo), sin que un puñado de polvo entrara en sus ojos, nariz y boca. Todos se dispersaron.

5. ¿Cómo ganaron los musulmanes?

La lucha del Profeta Muhammad ﷺ junto a su Ummah resultó victoriosa en esta batalla debido a su capacidad de mantenerse firmes, constantes y unidos. Mientras que los Quraish resultron fragiles y, por lo tanto, se dispersaron fácilmente después de ser engañados por Satanás.

El demonio les hizo ver que lo que hacían era lo correcto, y les dijo: «Hoy nadie los podrá vencer, yo estoy junto a ustedes». Pero cuando los dos bandos se divisaron, [el demonio] huyó diciendo: «Yo no soy responsable de lo que hacen, pues veo lo que ustedes no pueden ver, yo tengo temor de Dios, y Dios es severo en el castigo».

Corán 8:48

 

Fuente: One Path Network