«Sé que es haram, pero Dios es muy misericordioso»
Por Nouman Ali Khan
…pero hay un problema, y en estos pocos minutos que tengo con ustedes quiero compartir algo acerca de un gran problema.
Veo este problema aquí y en todos lados. Los problemas con la juventud de aquí son los mismos problemas que la juventud musulmana en Catar, o en Dubái, o en Arabia Saudita, o en Pakistán o en Egipto, la juventud tiene los mismos problemas. Tenemos el problema de que algún joven dice, o la gente mayor dice: “Yo sé que es haram, pero Dios es tan misericordioso”, “Yo sé que es haram, pero… vamos, Dios no va a… no va a castigarme por eso, me va a perdonar”.
Quiero ayudarles a entender este problema, porque Dios describe Su amor y Su misericordia en tal manera extrema que alguna gente tratará de tomar ventaja de ello. Alguna gente dirá: “Es solo un poco de drogas, no es tanto, solo lo hago dos veces por semana. Y no me drogo los viernes, y en Ramadán tampoco”, “No tomo una sola gota de licor en Ramadán, y en otras veces, tú sabes… Él es Misericordioso. Voy a hacer Umrah este año, todo va a estar bien”. Piensan que uno mira cosas que están prohibidas, hace cosas prohibidas y está bien, piensan que a Dios no le importa, que Dios va a perdonar.
Les voy a dar un ejemplo para que entiendan: Uno de mis primeros trabajos era que solía enseñar en una escuela, niños pequeños de 7 años, segundo año de la primaria. Y pensé: “Estos niños van a amarme, voy a contarles historias, voy a contarles chistes, voy a saltar en el escritorio, voy a entretenerlos…”, todas esas cosas. Y esos niños me amaban. Solía entrar en el salón y contar chistes, contar historias, y ellos solían ser ruidosos. El director solía entrar en el salón y preguntar “¿Qué está pasando aquí?”, y yo le decía “perdón, perdón, perdón, vamos a calmarnos”.
Hice esto por una semana. Entraba en la clase y los niños aplaudían.
Pero después de una semana entré a la clase y dije “Ok, niños, abran el libro en el capítulo 5”, nadie abrió el libro. Todos me miraban: “Cuéntanos una historia, cuéntanos otro chiste”. Y los niños estaban hablando entre ellos, habían algunos que saltaban.
Había un niño que tenía un lápiz en la mano y estaba escribiendo su nombre en la pared y me estaba mirando. Y escribía y me miraba de nuevo.
¿Han visto algo así?
Y luego su amigo le dice “Creo que el profesor te está viendo”, y el otro le dice “Lo sé pero es un tipo amable”. Y sigue escribiendo en la pared.
Piensan que soy misericordioso, piensan que soy agradable, así que piensan “Hey, este es un buen maestro, deberíamos hacer lo que queramos”.
Cuando Dios describe Su Misericordia y Su amor, algunos tratan de tomar ventaja de ello: “Dios es tan misericordioso, no hay problema”
Les voy a dar otro ejemplo antes de termine. No les presenté Dios a ustedes:
– Todas las alabanzas son para Dios, Señor de todo cuanto existe,
– el Compasivo, el Misericordioso.
(Sura Al-Fatihah: 2, 3)
Dos aleyas, aunque hay 3 aleyas que nos presentan a Dios. Pero antes de que vayamos a la tercera aleya quiero darles una lección simple.
Imaginen que hay un hombre y él tiene un siervo. Y él le dice a su siervo “Puedes hacer lo que quieras, aquí está el campo”. Él es el dueño de un campo, le dice a su siervo: “puedes hacer lo que quieras en este campo, puedes comer lo que quieras e ir donde quieras, solo no vayas al otro lado”.
Hay una línea, él trazó una línea en el campo, no es siquiera una cerca, es una línea. Y le dice que no pase al otro lado.
Así que el siervo es feliz, puede hacer lo que él quiera.
Y un día el siervo está cerca del borde y se cae, y se cayó en el lado donde no debería estar. E inmediatamente mira al otro hombre con miedo y dice “perdón, perdón, perdón, fue un error”. Y el dueño del campo no dice nada, deja pasar el error, dice: “No hay problema”. Así que el siervo se levanta, se quita el polvo.
Al siguiente día finge que cae y dice “perdón, perdón, perdón”, el dueño del campo ni se levanta, ni aparenta enojo. El siervo piensa “Esto está bastante bien, quiero decir, me dijo que no vaya al otro lado, pero ya he ido dos veces y no me he metido en problemas, esto debe decir que está bien”.
Algunos musulmanes puede que digan “consumo algunas cosas prohibidas, y no me cae ningún rayo del cielo, Dios no envía un hacha del cielo para cortarme la lengua cada vez que miento, Dios está bien con ello, está bien”, “he adquirido dinero en una manera ilegal y miro al cielo esperando algún castigo y, oh, nada pasa, estoy bien, puedo ganar más”.
Así que este siervo empieza a cruzar el borde una y otra vez, y un año entero pasa, y ahora él pasa la mayor parte del tiempo en el otro lado.
Y el dueño del campo después de un año lo llama. Y le dice “¿Cómo estás?”, y el siervo dice “muy bien, eres muy amable, me encanta”. Y el dueño del campo le dice “¿recuerdas que te dije que no vayas al otro lado?”, el siervo le responde sonriendo “Si, lo recuerdo”, y el dueño le dice “Bueno, he decidido castigarte por ello. He estado contando, cada vez que has cruzado, voy a castigarte por cada una de las veces que has cruzado. Voy a castigarte por todas las veces juntas. Solo estaba esperando. No quería castigarte en el momento, quería castigarte eventualmente. Era tu opción. No te detuve cuando cruzabas. Te dije que no vayas, y te dije que iban a haber consecuencias y he decidido llevarte ahora mismo, voy a castigarte por todo el año que has transgredido de una sola vez”
Este es el Día del Juicio.
El ser humano cree que puede salirse con la suya: “No hay problema, hice algo malo ayer, nada malo me sucedió hoy, puedo repetirlo hoy y mañana, nada va a pasarme, todo está bien”.
Pero Dios balancea el cuadro y dice
4 – Soberano absoluto del Día del Juicio Final, (Sura Al-Fatihah: 4)
Él es el Dueño, el Amo del Día donde la justicia y la misericordia será servida. Cada uno obtendrá exactamente lo que se merece.
Así que mientras este sermón termina, quiero compartir que Dios balancea dos cosas: por un lado Él es extremadamente amoroso, extremadamente misericordioso, y por otro lado, si tomas ventaja de Su amor y Su misericordia… entonces Él va a juzgarte también.
En el Día del Juicio habrá dos clases de gente: la gente que será juzgada, que será cuestionada, sus registros son controlados y también estará la gente la cual Dios no revisa sus obras y los deja pasar.
Dios describe que en el día del Juicio va a haber gente que sostendrá su libro de hechos en su mano derecha. La persona que tenga su libro de hechos en su mano derecha, va a tener un juicio fácil. No vas a tener que abrir tu libro y mostrarle a los ángeles “Hey, miren en la página 35 dice que hice el Hajj, asegúrense que hayan visto esto”, “Recé en lailatul Qadr en este otro Ramadán, asegúrense de ver eso otro”. Los ángeles te dicen “pasa, está bien”. Esa gente no es controlada. Pero si se te detiene en el Día del Juicio y te dicen “déjame ver tu libro” y abren una página y se te pregunta aunque sea una pregunta, una pregunta, el Día del Juicio va a ser malo para ti. Al que se le haga una sola pregunta en el Día del Juicio está acabado.
En el Día del Juicio va a haber gente bajo la sombra de Ar-Rahman Ar-Rahim o gente que va a estar bajo la justicia del Maliki iawmid Din. Queremos que Dios nos dé un juicio fácil, queremos que Él nos muestre Su misericordia, así que no tomemos ventaja de ello. Mantengamos el balance.
Esta es la esencia de Quién Dios es para nosotros. No creas que serás perdonado porque tienes unas cuantas buenas obras. Y no pienses que Dios no va a perdonarte, si cometes errores toda tu vida, e incluso si cometiste errores antes de venir a la oración hoy, no pienses que te vas al infierno, ¿quién te dice que te vas a ir al infierno? Todavía estás vivo, la oportunidad para el arrepentimiento todavía está. Dios todavía te está dejando respirar, lo cual dice que Él quiere que te arrepientas y te encamines. Si Él quisiera que estuvieras acabado no estarías vivo todavía.
Aquel que esté vivo es porque Dios quiere que haga tawbah (arrepentimiento), esa es una misericordia de Dios para él. Así que nunca pienses “Es muy tarde para mi” o “he hecho demasiadas cosas malas, Dios no me perdonará”, no eres más grande que la misericordia de Dios, no eres más grande que el perdón de Dios. Y al mismo tiempo, nunca pensemos “Haré solo unas pocas cosas malas, no es gran cosa. He leído mucho el Corán, estoy bien”, “Tengo algunos malos hábitos que debería dejar, pero está bien, Dios me va a perdonar”. No, hay algunas personas que solo tienen un pecado y siguen cometiéndolo una y otra vez. Solo un problema tienen y no lo dejan, Dios describe esto en el Corán:
بَلَىٰ مَن كَسَبَ سَيِّئَةً وَأَحَاطَتْ بِهِ خَطِيئَتُهُ فَأُولَـٰئِكَ أَصْحَابُ النَّارِ
No cabe duda de que quienes hayan cometido faltas, y estén cercados por sus pecados, serán los moradores del Fuego, en el que permanecerán eternamente
(2:81)
El tipo que solo tiene un pecado, está obsesionado con un problema, tiene una adicción, podría ser: alcohol, drogas, pornografía, no sé, podría ser cualquier otra cosa: podría ser tu enojo, lenguaje abusivo, calumniar, no sé cuál es tu problema. Todos tenemos un problema. Pero no lo dejas ir, te aferras a ese pecado, ni el esfuerzo haces para dejarlo y dices “es solo un problema, todo lo demás está bien sin embargo”, así que lo aceptas.
Dios dice “ese pecado les envuelve y esa es la gente del fuego”
Que Dios nos ayude a aceptar el hecho de que somos Sus siervos. Y que Dios nos ayude a obtener Su misericordia y Su amor en esta dunia y en la vida siguiente.