¡12 consejos increíbles para amar tu oración como nunca antes!
Simplemente ya no se siente como antes… perdí la conexión… ¿Cómo puedo recuperarla?
Prepárate para el mejor estímulo para tu salah; un conjunto de sorprendentes consejos de productividad para mejorar tu oración, darte una nueva perspectiva del mundo de la salah y hacerte amar tu oración como nunca antes, ¡in sha’ Al-lah!
Dios aconseja:
Busquen socorro en la paciencia y la oración. El cumplimiento de la oración es difícil, excepto para los que se someten humildemente [a Dios]. (Corán 2:45)
A continuación se presentan consejos de productividad basados en un resumen de la hermosa serie Cómo Disfrutar de la Verdadera Belleza de la salah (How to taste the true beauty of salah) de Mishari Al Kharraz:
1. Di Al-lahu Akbar y Deja el Mundo Detrás de Ti
¿Alguna vez pensaste: por qué comenzamos nuestra oración con Al-lahu Akbar, y no con Subhan Al-lah? Ten en cuenta que cuando dices Al-lahu Akbar, afirmas que Aquel ante el cual estás puesto de pie es mayor que cualquier cosa que tengas en la mente en ese momento, mayor que tus ganas de dormir, tu familia, tus facturas y tus preocupaciones. ¡Solo imagina que cuando dices Al-lahu akbar mientras levantas las manos, arrojas todo eso detrás de ti!
2. Visualiza las barreras entre tú y Dios levantándose
Cuando te pones a rezar, Dios ordena: ¡Quiten los velos entre Mi siervo y Yo! Tan pronto como dices Al-lahu Akbar y comienzas tu oración, Dios pone Su hermoso rostro mirando hacia el tuyo y no se aleja de ti, a menos que tú lo hagas.
Cuando tus pensamientos o tu vista empiezan a volar, Él ordena que los velos vuelvan a ser puestos.
Visualiza estos velos o barreras para mantenerte concentrado con tu corazón y cuerpo. ¿Sigues distrayéndote? Es por eso que repites las grandes palabras Al-lahu Akbar a medida que cambias de posición; ¡Es un recordatorio y una nueva oportunidad para enfocarse una y otra vez!
3. Saluda al Rey
Imagina entrar en un palacio, ¿cómo reconocerías a los sirvientes del rey?
Probablemente por su humilde posición: mirando hacia abajo. A medida que bajas la mirada hacia el lugar de tu postración y colocas la mano derecha sobre la izquierda y cerca del pecho, es hora de saludar al Rey.
Imagínate estar de pie frente a Dios mientras pronuncias este hermoso saludo y sientes cada palabra: Subhanaka Allahumma wa bihamdika, wa tabaaraka ismuka wa ta’alaa jadduka (Qué perfecto eres, Oh Al-lah, y te alabo. Bendito sea Tu nombre) y noble es Tu posición y nadie tiene derecho a ser adorado, excepto Tú.
¡Date cuenta de que solo las partes de la salah en las que te concentras están siendo aceptadas y que Satanás hace todo lo posible para robar cada dulce momento que tienes con Dios!
4. Siente que Cada Aleya de Surah Al-Fatihah es Respondida
Ahora estás listo para entrar en la esencia de todo: Sura Al-Fatihah, el capítulo más grande del Corán, sin el cual tu oración es nula. Sabe que Dios Mismo responde cuando recitas la Sura Al-Fatihah, así que haz una breve pausa después de cada aleya, sintiendo este diálogo increíble. ¿Cómo puedes distraerte en esta parte de la oración?
5. Pronuncia Su Nombre con Puro Amor
¿Qué te ha llevado a ponerte de pie aquí ahora mismo? Es tu amor y anhelo de estar con Dios. Y cuando te encuentras con tu amado, ¿qué dices primero? ¡El dulce sonido del nombre del amado, el nombre que bendice todo sobre lo que cae! Siente cómo el bismil-laahir-rahmaanir-rahim calma tu corazón mientras suavemente sale de tus labios.
6. Permanece Inmóvil en: «El Señor de Todo Cuanto Existe»
El Profeta nos dijo:
¡Alhamdu lil-lah llena la balanza! (Muslim)
Realmente siente gratitud cuando dices alhamdu lil-lah. ¿Viste esos documentales donde alejan el plano desde las células de la hoja de una planta hasta los planetas y las galaxias?
Ahora, en lugar de esa hoja, comienza el proceso de alejamiento de plano con la imagen de ti mismo de pie ante Dios. Y luego, retrocede, desde una imagen general del universo al lugar donde te encuentras en oración. ¡La próxima vez que reces mírate desde arriba y desde muy lejos y saborea verdaderamente el significado de Rabbil al-alamin (Señor de todo cuanto existe)!
7. Reflexiona acerca de por qué Ar-Rahmaanir Rahim está antes que Maaliki Yawm-Din
¿Alguna vez te has preguntado por qué los nombres de Dios, Ar-Rahman y Ar-Rahim, aparecen antes que Maaliki yawmid-Din (Soberano del Día del Juicio)? ¡Recuerda que es el Más Misericordioso y el Más Compasivo quien nos juzgará en el Día del Juicio! Así que siéntete fortalecido y reconfortado cuando digas Ar-Rahman Ar-Rahim y luego pausa un momento en Maaliki yawm-Din, dándote cuenta de los horrores de ese Día.
8. Conoce lo que realmente significa «Iyyaaka Na’budu wa Iyyaaka Nasta’in»
Solo a Ti te adoramos y solo de Ti imploramos ayuda.
Deja que esto te recuerde que debes hacer que Dios sea tu centro, no la gente. Entonces, cuando te preguntan, ¿por qué hiciste esto o aquello? (un hecho), puedes responder firmemente: ¡por causa de Dios!
Siente esta aleya sabiendo que los compañeros solían llorar durante horas recitándola. Uno de ellos rezaba una vez en La Meca. Su amigo siguió adelante e hizo el tawaf y cuando regresó a él, todavía estaba en este verso, repitiéndolo y llorando, hasta que salió el sol.
9. Di Amín Como si tu Vida Dependiera de Ello
La súplica más completa que puedes hacer es: ihdinas-sirat-al-mustaqim (Guíanos por el camino recto). ¿Ves cómo seguiste las etiquetas apropiadas de cómo pedirle a Dios?
Comenzaste glorificándolo y alabándolo, y luego pides: Guíanos. Ahora date cuenta de que toda tu existencia depende de esta súplica. El mensaje que pronunciarás ahora tendrá que venir del fondo de tu corazón. Amín significa: Mi Señor, concede o responde (mis oraciones). Di amín como si hubieras sido condenado a muerte y estás pidiendo perdón, rogando con pasión.
10. Siente el Vínculo con tu Señor
Cuando digas subhana Rabbiyya-al-adhim (Qué perfecto es Mi Señor, El Supremo) en el ruku’, concéntrate en el pronombre que significa «mi» (en la palabra Rabbi). Esto agrega ese elemento de unión: Él es Mi Señor, quien me crio bajo Su cuidado y quien me está cuidando.
Un compañero dijo que recitó Al Fatihah, luego Al Baqarah, Ali Imran, An-Nisaa’ y Al Ma’idah, ¡y el compañero Abdul-lah Ibn Al Zubair estaba a su lado, todavía en su ruku’!
11. Gana la Gran Final: Tu Suyud
Tu suyud es el símbolo supremo de sumisión completa a tu Creador. El profeta dijo:
Lo más cercano que un siervo está de su Señor es cuando está postrado. (Muslim)
Y:
Póstrate mucho porque no hay musulmán que se postre ante Dios sin que Él lo eleve un grado en el Paraíso y le perdone un pecado. (Ahmad)
Imagina que estás siendo elevado un grado en el Paraíso con cada suyud y un pecado cae de ti con cada postración. ¡Póstrate con cuerpo, corazón y alma y prueba la sensación más dulce del mundo!
12. Suplica Antes del Taslim
Después de las palabras del tashahhud (posición sentada al final de la oración) y antes del taslim (decir salaam para indicar el final de la oración), ¡hay un momento precioso que muchos desperdician! Cuando el Profeta le enseñó a Abdul-lah ibn Mas’ud el tashahhud, dijo:
…Entonces déjalo elegir las súplicas que desee. (Al-Bujari y Muslim)
Justo antes de decir el taslim, ¡haz al menos tres sinceras duaas para beneficiarte de este cofre del tesoro en lugar de apresurarte a decir el salaam!
Recuerda esto: ¡la dulzura de esta vida radica en recordarlo a Él, la dulzura de la próxima vida radica en verlo a Él! La próxima vez que procedas a rezar, ve porque Lo amas, ve porque Lo extrañas y anhelas estar con Él. Siente tu corazón revolotear. Solo entonces, estarás en camino de lograr esa paz interior y alivio para la que se prescribió la salah. [Mishari Al-Kharraz]
Fuente: Discovering Quran