El Arte de Dar Consejos (Más de 15 Recomendaciones)
Dar consejos es un concepto coránico que se encuentra al menos 13 veces en diferentes lugares del Corán, especialmente cuando se hacen referencias al propósito de enviar profetas y las funciones de esos profetas. Los profetas Nuh, Salih, Hud, Shu’aib y otros (que la paz y las bendiciones sean con ellos) informaron a su gente que la naturaleza de su misión era dar cautela como lo hace un consejero sincero.
El profeta Hud dijo a su pueblo, como se menciona en el Corán,
{…les transmito el Mensaje de mi Señor. Yo soy un consejero leal.} (Al-A’raf 7:68)
Por otra parte, dar consejos podría ser una herramienta esencial de retroalimentación genuina y fiel. Realizamos nuestras acciones sin la capacidad de observarlas objetivamente mientras las hacemos, y por lo tanto el Profeta Muhammad nos recordó:
«Los compañeros creyentes sirven como espejos el uno para el otro» (Abu Dawud).
Dar buenos consejos es un gran regalo. Sin embargo, a veces nos encontramos con problemas debido a la forma en que los ofrecemos. No todas las personas nacen con la capacidad de dar consejos con tacto u ofrecer críticas constructivas de manera efectiva. La mayoría de las personas olvidan que el punto de dar consejos es ayudar a otros a ser exitosos y no degradar o menospreciar su valor o habilidades.
Sin embargo, decidir dar consejos de manera inadecuada, particularmente a un familiar cercano, puede poner en peligro una relación. La capacidad de dar consejos de una manera positiva y beneficiosa es un arte. Si estás considerando ofrecer consejos, es útil considerar los siguientes puntos:
- Examina Tus Motivos. Examina la naturaleza de tu relación con la persona a la que estás considerando dar un consejo. Pregúntate si el consejo que estás a punto de dar realmente ayudará a la otra persona. Además, asegúrate de dar el consejo por la causa de Allah y no por tu glamour personal.
- Se Sensible Sobre Cómo Abordar un Tema. Ten en cuenta cuándo y dónde puedes tratar asuntos y asegúrate de tener suficiente tiempo y privacidad.
- Evita Dar Consejos en Forma de Reprimenda. Según el Imam Al-Ghazali, la principal diferencia entre dar consejos y reprimir es que dar consejos es confidencial y cortés, mientras que la reprimenda es pública y sin tacto. Se dice que el Imam Ash-Shafi`i observó que cuando un hombre corrige a su hermano confidencialmente, le da un consejo, pero si lo corrige abiertamente, lo ridiculiza y lo menosprecia.
Al-Fudayl ibn ‘Iyad dijo, «Un creyente cubre y aconseja [a sus compañeros creyentes], mientras que un hacedor del mal expone y humilla a [otros]».
El imam Ibn Rajab Al-Hanbali comentó las palabras de Al-Fudayl diciendo: «Se considera un consejo si se hace en privado, mientras que es humillación si es en público». Y agrega: «[En cuanto a] el que exhorta a su hermano en privado es un consejo. [En lo que respecta] al que lo exhorta frente a la gente, ¡es simplemente un regaño!”
- Mantén la Privacidad. Dar consejos en el Islam no debe implicar exponer o explorar la privacidad y las debilidades personales de las personas. Se narra que el Profeta (que la paz y las bendiciones sean con él) dijo: «[Para] quien persiga las deficiencias de su hermano musulmán, Allah perseguirá la suya» (At-Tirmidhi)
- Solicita Permiso. Los consejos no solicitados son una causa importante de choques entre amigos y familiares. Por lo tanto, pregunta si desean tu consejo, muestra respeto por los demás y evita el resentimiento.
- Escucha Primero. Si bien esta regla se aplica a toda buena comunicación, se hace imprescindible cuando deseamos dar consejos. Los problemas son a menudo más complejos de lo que parecen inicialmente. Al escuchar primero, abrimos un espacio para que el hablante describa más completamente la situación y para que la comprendamos mejor. ¿Cuál es el punto de ofrecer consejos basados en información parcial?
Además, cuando escuchamos primero, es más probable que el otro escuche lo que tenemos que decir. Uno necesita conexión antes de la corrección. Es la escucha empática la que establece la conexión.
- Considera el Estado de Ánimo del Otro. Los momentos de agitación emocional no son propicios para dar consejos. Siempre declara los aspectos positivos primero. Esto hará que la otra persona se relaje y agradezca tus consejos.
- Ofrece Consejos sin Insistir. Ofrece tus ideas, experiencias y pensamientos como si fueran otro punto de vista, y confía en la sabiduría interna del oyente para decidir qué es lo mejor para él o ella. Al no insistir, aumenta las posibilidades de que tus palabras sean consideradas.
- Evita Juzgar. Evita juzgar; no ataques la personalidad del otro. Un consejo que se percibe como duro o crítico puede ofender a la persona que lo escucha.
- Evita Amenazar. No amenaces ni asustes a nadie convirtiendo consejos o críticas en ultimátums disfrazados. Es improbable que tales demostraciones de autoridad (o superioridad) produzcan resultados positivos.
- Se Específico y Breve. Si te han pedido tu consejo sobre un problema en particular, concéntrate en el tema sobre el que se te pregunta y no hagas comentarios sobre otras áreas de la vida de esa persona. Además, trata de hacer tus consejos cortos y al grano.
- Evita Obligar a Otros a Seguir tus Consejos. Es obligatorio que el asesor brinde consejos sinceros a los demás, pero no es su derecho obligar a los otros a seguir sus consejos. Ibn Hazm dijo una vez,
“Uno no debe dar consejos con la condición de que debe ser aceptado. Si uno va más allá de esto, estará oprimiendo [a los otros], no aconsejando, buscando obediencia y control.”
- Da Consejos Como un Acto de Adoración, No Como un Hábito. Para algunas personas, dar consejos se convierte en un patrón habitual. A veces, uno da consejos a otros para evitar enfrentar sus propios problemas.
- Muestra Algo de Humildad. Una de las formas de hacerlo es dejar en claro que estás dispuesto a pedir y recibir consejos tú mismo. Si puedes establecer este hecho para la persona que estás aconsejando, esa persona sentirá automáticamente que está en el mismo nivel y aceptará de ti lo que tienes que decir.
- Practica lo que Predicas. El gran califa ‘Umar ibn ‘Abdul ‘Aziz dijo:
«El que le da consejos a su hermano en asuntos de fe y se preocupa por reparar los asuntos de su propia vida le ha otorgado un excelente regalo y cumple con la obligación que le correspondía».
Francis Bacon, el famoso filósofo inglés, describe claramente el daño de predicar lo que no se practica, diciendo:
“El que da buenos consejos construye con una mano; el que da buenos consejos y ejemplos construye con ambas, pero el que da buenos consejos y malos ejemplos construye con una mano y destruye con la otra».
Allah Todopoderoso dice,
{Es aborrecible ante Dios que sus actos no sean coherentes con sus palabras.} (As-Saff 61:3)
- Considera los Malentendidos. Ten en cuenta el hecho de que los consejos no siempre son bien recibidos. Dar un consejo requiere mucha paciencia y devoción. En caso de que la persona a la que estás aconsejando te ataque verbalmente o incluso físicamente, nunca debes devolver el daño.
- Sé Amable y Gentil. El imam Muslim narra que el Profeta (la paz y las bendiciones sean con él) dijo,
“La gentileza no está en un lugar sin sumar a su belleza, y no es quitada de un lugar sin hacerlo defectuoso.”
Por lo tanto, uno debe ser gentil y amable al dar un consejo. Tal método es acordado entre todas las religiones y culturas. Samuel Taylor Coleridge, un famoso poeta inglés, dice: “El consejo es como la nieve; cuanto más suave cae, más tiempo permanece y más profundo se hunde en la mente».
Finalmente, es importante mencionar que dar consejos es un rasgo esencial del carácter de un musulmán. El imam An-Nawawi narra en su famoso libro Riyad-us-Saliheen que Jarir ibn ‘Abdullah dijo:
“Vine al Profeta y le dije: ‘Te juro lealtad en el Islam’. El Profeta dijo: ‘Con la condición de que reces, des caridad y ofrezcas consejos’. Jarir luego dijo: ‘Por lo tanto, prometí mi juramento de lealtad'».
Fuente: About Islam