Los pecados y la obediencia: ¿Afectan a Dios? Respuestas de Ibn Atta
Por el Dr. Ali Al-Halawani
En su conocido libro, Al-Hikam (Palabras de Sabiduría), el sheij Ahmad Ibn Ataa’illah As-Sakandari dice:
Tu obediencia no lo beneficia (a Dios), y tus pecados no lo perjudican. Él te ordenó esto y te prohibió aquello solo por tu beneficio.
Es un hecho que Al-lah Todopoderoso no se beneficia de la obediencia de nadie, ya que Él es el Más rico y el Más Misericordioso.
Los pecados de nadie lo lastiman, ni siquiera los pecados de todas las personas juntas, porque Él es digno más allá de cualquier daño de cualquier persona debido a Su Gloria inalcanzable.
Él ordenó la obediencia y prohibió el pecado por razones que solo traen al ser humano beneficios y ganancias ilimitados. Uno siempre debe estar agradecido por esta bendición y siempre tenerla en cuenta.
Las leyes enviadas por Al-lah Todopoderoso sobre Sus siervos y adoradores fueron y siguen siendo el mejor medio para garantizar una buena vida, como se describe en el Corán (An-Nahl 16: 97).
Estas leyes regulan la relación del individuo con su propio yo, sus compañeros musulmanes y la sociedad humana.
En cuanto al Legislador mismo, Al-lah Todopoderoso, Él era, todavía es, y no necesitará nada de Su creación. Es un invento eso de que el Creador necesita lo que ha creado u originado; más bien, lo contrario es lo que puede entenderse y digerirse como racional y lógico.
Al-lah Todopoderoso dice en Su siempre Glorioso Corán lo que puede significar,
No he creado a los yinnes y a los seres humanos sino para que Me adoren. No pretendo de ellos ningún sustento ni quiero que Me alimenten, ya que Dios es el Sustentador, el Fuerte, el Firme. (Adh-Dhariyat 51: 56-58)
Al-lah el Todopoderoso originó el universo y lo subyugó al servicio del ser humano de una manera que está orientado a cuidar su existencia, intereses y necesidades. Si le doy rienda suelta a mi bolígrafo, necesitaría escribir volúmenes y volúmenes sobre los detalles de la creación y ni él, ni yo ni nadie más podremos contar o calcular las maravillas de la Creación de Dios en el universo visto; entonces, ¿qué hay de los universos y mundos invisibles?
A todo lo que se encuentra en el corazón de la tierra y a todo lo que crece en ella se le ha designado satisfacer las necesidades y deseos del ser humano. Del mismo modo, el espacio y los cielos y lo que hay allí están diseñados para ayudar a la humanidad a organizar su tiempo y estaciones de una manera que pueda ayudarla; sin los cuales puede perderse en ciertas circunstancias, como cuando está en el desierto o en el mar. En resumen, Al-lah Todopoderoso hizo de todo este universo un servidor sincero del ser humano; actuando como el ser humano puede exigir, necesitar o incluso desear.
Del mismo modo, Al-lah Todopoderoso envió al ser humano un sistema de legislación que regula su relación con todo el universo que creó y subyugó para que la humanidad alivie su vida en la Tierra. A través de ese sistema legislativo, a uno se le muestra cómo tratar consigo mismo, con sus semejantes y con el universo entero; es Al-lah quien nos ordena, en lugar de aconsejarnos, seguir ese sistema para nuestro propio bien y beneficio.
Por lo tanto, debemos entender que las órdenes y prohibiciones de Al-lah no son más que un regalo de Él para nosotros; a través del cual podemos alcanzar la felicidad y la prosperidad tanto en esta vida presente como en el más allá.
El Siempre Glorioso Corán nos explica que Al-lah Todopoderoso no quiere, a través de estas legislaciones, que pasemos por dificultades o sufrimientos; más bien, Él quiere que obtengamos toda la bondad y bienestar tanto como podamos, dependiendo de nuestra obediencia a Él y la excelencia en el cumplimiento de Sus Órdenes. Él dice en Su Siempre Glorioso Corán lo que puede significar,
…Hoy les he perfeccionado su forma de adoración, he completado Mi gracia sobre ustedes y he dispuesto que el Islam sea su religión. (Al-Ma’idah 5: 3),
Al creyente que obre rectamente, sea varón o mujer, le concederé una vida buena y le multiplicaré la recompensa de sus buenas obras. (An-Nahl 16: 97),
…Dios desea facilitarles las cosas y no dificultárselas; alaben y agradezcan a Dios por haberlos guiado. (Al-Baqarah 2: 185), y
…Él los eligió [para que sigan Su religión] y no les prescribió nada que no puedan cumplir. (Al-Hajj 22: 78)
En consecuencia, Al-lah Todopoderoso nos reveló el credo (‘aqidah) para ayudarnos a saber algo acerca de Su Ser Divino y para asegurarnos de que todo está en Sus Manos y que Él es el Único que puede beneficiar o perjudicar a cualquiera.
En cuanto a los Actos de Adoración (‘ibadat), los necesitamos ya que son el alimento necesario para fortalecer el ‘aqidah dentro del ser, la mente y el corazón y llegar al nivel de certeza (yaqin) a través de él.
Le pedimos a Al-lah Todopoderoso que nos otorgue un grado de certeza que no implique el menor signo de duda o sospecha. ¡Amén!
Ahora, resumamos la Palabra de Sabiduría anterior de Ibn ‘Ata’illah de la siguiente manera: Tu obediencia no beneficia a Al-lah y tu desobediencia no Le hace daño. Él solo te ordenó que hicieras esto y te prohibió hacer aquello para tu propio beneficio; ¡tienes que estar cien por ciento seguro de esto!
Finalmente, vivamos por unos minutos con el largo y hermoso hadiz Qudsi narrado bajo la autoridad de Abu Dharr al-Ghifari (que Al-lah esté complacido con él) de parte del Profeta (la paz y las bendiciones sean con él) mientras él relata de su Señor (que sea glorificado) lo siguiente:
“Oh Mis siervos, me he prohibido la injusticia para Mí mismo y la he prohibido entre ustedes, así que no se agravien entre sí.
Oh Mis siervos, todos ustedes están descarriados, excepto aquellos a quienes he guiado, así que busquen Mi guía y Yo los guiaré.
Oh Mis siervos, todos ustedes tienen hambre, excepto aquellos a quienes he alimentado, así que pídanme y Yo los alimentaré.
Oh Mis siervos, todos ustedes están desnudos excepto aquellos que Yo he vestido, así que pídanme ropa y Yo los vestiré.
Oh siervos, ustedes pecan de noche y de día, y Yo perdono todos los pecados, así que busquen Mi perdón y Yo los perdonaré.
Oh Mis siervos, no lograrán dañarme por más que quieran, y no lograrán beneficiarme por más que quieran.
Oh, Mis siervos, aunque fueran el primero y el último de ustedes, los humanos y los genios, tan piadosos como el corazón más piadoso de cualquier ser humano, eso no aumentaría a Mi reino en nada.
Oh, Mis siervos, aunque fueran el primero y el último de ustedes, los humanos y los genios, tan malvados como el corazón más malvado de cualquier ser humano, eso no disminuiría a Mi reino en nada.
Oh Mis siervos, aunque fueran el primero y el último de ustedes, los humanos y los genios, a levantarse y hacerme una petición, y si Yo les diera a todos lo que cada uno pidiera, eso no disminuiría lo que tengo.
Oh, Mis siervos, no es sino por sus obras que calculo para ustedes y luego los recompenso, así que el que encuentre el bien que alabe a Dios y que el que no lo encuentre que no culpe a nadie más que a sí mismo”. (Muslim, at-Tirmidhi y Ibn Majah)
Fuente: About Islam
Acerca del Dr. Ali Al-Halawani
El Dr. Ali Al-Halawani es Profesor Asistente de Lingüística y Estudios de Traducción. Es autor, traductor y escritor radicado en Canadá. Hasta la fecha, Al-Halawani es autor de más de 400 artículos originales sobre el Islam y los musulmanes, a la mayoría de los cuales se puede acceder en www.aboutislam.net y otros sitios web famosos. Recientemente ha comenzado a autopublicar sus artículos y nuevos libros, que están disponibles en Amazon y Kindle.