¿Tu camino es áspero? ¡Mantén la calma y sé como la gente de la cueva!
Por el Dr. Kamal Badr
Cada vez que leo la historia de la Gente de la Cueva (Ashaabul Khaf), mis ojos siempre se llenan de lágrimas por las muchas señales maravillosas que Dios Todopoderoso quiere mostrarnos a través de ella, tal vez nuestros corazones sucumbirán y cederán a la luz de la fe.
Ciertamente es una historia de dedicación plena y creencia inquebrantable en Dios Todopoderoso, en línea con el mensaje y la sabiduría detrás de muchas otras historias en el Glorioso Corán.
Sin duda, la historia ha sido narrada y relatada una y otra vez por muchos escritores e investigadores, pero aun así su belleza y magnificencia mantienen radiantes rayos de deleite cada vez que uno abre el Corán para leer el capítulo de Al-khaf (La Cueva, Surah 18)
Había algunos jóvenes que vivían en una ciudad donde la idolatría y el paganismo eran desenfrenados, y al resistirse a esto, así como a la presión de su pueblo, dejaron en claro que no adorarían a nadie más que a Dios Todopoderoso.
Y al huir de la persecución, recurrieron a una cueva donde se escondieron y el poder divino de Dios los hizo caer dormidos durante muchos años.
Entonces, lo que atravesaron estos jóvenes monoteístas fue revelado perfectamente en el Corán cuando se rebelaron contra la incredulidad de la gente de su ciudad y sus prácticas que iban en contra de lo que veían como el Camino Recto.
En el momento en que declararon su posición y firmeza en contra de inclinarse ante cualquier otra deidad, excepto el Único Dios, estaba claro que no se podía hacer nada para que cambiaran de opinión, porque ya habían elegido ese camino: rendirse por completo a su Señor, y con una creencia muy fuerte en Su poder, exclamaron: «¡Señor nuestro! Acógenos en Tu misericordia y concédenos que nuestra situación se solucione correctamente» (Al-Kahf 18:10)
Este es el primer mensaje que uno debe aprender de esta historia. Es un paso para que un nuevo musulmán declare la shahada (proclamación de la unicidad de Dios), o para cualquier otro musulmán para que renueve su intención de purificar su fe.
Entonces, para la Gente de la Cueva, conocida en la Biblia como los Siete Durmientes, la amenaza de ser destruido y completamente aniquilado por el rey de su tierra no sacudió su confianza ni alteró ni debilitó su creencia, mas bien eligieron permanecer firmes:
fortalecí sus corazones cuando se reunieron [antes de dejar sus hogares y su gente] y dijeron: «Nuestro Señor es el Señor de los cielos y de la Tierra. No invocaremos nada fuera de Él, si lo hiciéramos estaríamos cometiendo una desviación. (Al-Kahf 18:14)
Este es otro mensaje importante para extraer de esta historia: una vez que hayas tomado una decisión acerca de buenas acciones, o una cierta causa en tu vida, especialmente cuando se relaciona con el fortalecimiento del vínculo con tu Creador, nunca mires hacia atrás.
Por supuesto, docenas de tentaciones y atracciones te seducirán y te influirán, solo para evitar que cumplas tus objetivos, pero no cedas.
La tentación también podría poner en peligro la vida, tal como le sucedió a los jóvenes en esta historia, y definitivamente tal como le sucedió a Bilal ibn Rabah y a otros Compañeros del Profeta (la paz y las bendiciones sean con él) en la cima de su lucha contra los politeístas de la Meca. Siempre trata de ser firme y no sucumbir a la debilidad.
Y tu único recurso para sobrevivir, o una pequeña cuerda para que te aferres por seguridad, puede estar en una cueva. Sí, tu propia cueva, con poca certeza o garantía de que saldrás con vida, pero un rayo de esperanza puede atravesarte y proporcionarte una llave para entrar en la puerta de la salvación, es decir, la morada de la misericordia y la bendición de Dios en abundancia.
Más sobre este punto, y más lecciones, en la siguiente parte, in sha Allah. Manténte al tanto.
Fuente: About Islam