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Usando los Versos de Al Imran en Momentos de Cambio

La llamada ha llegado y tú tienes que tomar una decisión importante en la vida. Lo que haces en este momento y cómo manejas la cuestión antes de que hagas, o deshagas, tus relaciones, tu fortuna comercial o tu educación allanan el camino para los años venideros.

Sudor, sangre y lágrimas han sido derramados buscado la oportunidad adecuada, pero ¿estás listo para dar el último paso?

Aunque esto suene demasiado dramático, hacer cambios en nuestras vidas puede conducir a grandes cantidades de ansiedad y estrés, y tener un impacto mayor de lo que notamos. A medida que ganamos más experiencia en el mundo, aprendemos que rara vez hay una respuesta completamente «correcta» en la vida. Muchas cosas parecen descansar en un área gris.

El Corán, sin embargo, nos presenta como musulmanes una metodología a través de la cual podemos tomar decisiones. Este artículo busca establecer esos parámetros a través de una observación del tercer capítulo del Corán (Al Imran).

Comenzando y terminando con el principio de la confianza en Dios, los versículos de este capítulo nos ayudan a proporcionar pautas para tomar decisiones, confiar el uno en el otro y trazar el mejor camino a seguir.

El Telón de Fondo: La Confianza en Dios

Si Al Imran se lee con la postura de toma de decisiones, un verso sobresale entre los demás:

[Oh, Muhammad] Por misericordia de Dios eres compasivo con ellos. Si hubieras sido rudo y de corazón duro se habrían alejado de ti; perdónalos, pide perdón por ellos, y consulta con ellos los asuntos [de interés público]. Pero cuando hayas tomado una decisión encomiéndate a Dios, porque Dios ama a los que se encomiendan a Él. (Corán 3: 159)

Este versículo le habla directamente al profeta Muhammad (PyB); pero también establece las bases de la toma de decisiones para todos los musulmanes: la consulta.

No se debe tomar una decisión importante solo; y es un mandato de Dios que tomemos el consejo de nuestros mentores, maestros, amigos y familiares para conocer sus puntos de vista antes de tomar esa decisión que cambia la vida. Si esto implica resolver un conflicto, ¿cómo vamos a lidiar con ello? A través de la clemencia y el uso de las mejores palabras para la situación correcta.

Una vez que hemos consultado a otros y estamos listos para tomar nuestra decisión, el versículo nos ordena «confiar en Dios». El concepto en árabe (tawakkul) significa delegar los asuntos de uno a Dios, dejando de lado cualquier preocupación sobre el resultado final.

Este no es solo un término descartable, y como musulmanes debemos pasar años cultivando tawakkul y aprendiendo que, una vez que hemos tomado todos los pasos necesarios, el resto debe dejarse en manos de Dios. Cada vez que escuchamos esa voz en nuestra cabeza haciéndonos dudar y sugiriendo incertidumbre sobre nuestras decisiones, debemos aprender a apagarla y darnos cuenta de que, sin importar cuántas cosas estén en tu contra, Dios siempre está ahí.

Cuando [los conspiradores] maquinaron planes contra Jesús, Dios desbarató sus planes, porque Dios es el sumo planificador. (Corán 3:54).

El camino de tawakkul es el de los justos, aquellos que:

…tienen un conocimiento afirmado, dicen: «Creemos en todos los versículos por igual, todos proceden de nuestro Señor» (Corán 3: 7).

Son los recompensados con el Paraíso por su fe y su firme confianza en Dios en todos sus asuntos.

Aplicaciones prácticas: Mariam y la batalla de Uhud

Rara vez el Corán deja al lector con un concepto tan importante sin proporcionar ejemplos prácticos importantes para su aplicación.

El tawakkul no es diferente, y en Al Imran hay dos formas de aplicarlo que vienen de la vida de los Profetas. El primero proviene de la historia de Mariam. Al cuestionar ella su capacidad para concebir un hijo cuando ningún hombre la ha tocado, se le dice:

«¡Así será! Dios crea lo que quiere. Cuando decide algo, solo dice: ¡Sea!, y es». (Corán 3:47)

En este versículo, se le ordena a Mariam que coloque el asunto de su hijo en manos de Dios.

Del mismo modo, el segundo ejemplo proviene de la vida del Profeta Muhammad (PyB) durante la Batalla de Uhud.

¡Oh, creyentes! No sean como los que niegan la verdad y dicen de sus hermanos cuando éstos salen de viaje o en una expedición militar [y mueren]: «Si se hubieran quedado no habrían muerto ni caído en batalla», porque Dios hará que eso sea una angustia en sus corazones. Dios es Quien da la vida y la muerte. Dios ve todo lo que hacen. (Corán 3: 156)

Este versículo vino como resultado de las pérdidas sufridas por el ejército musulmán en la Batalla de Uhud, donde algunos de los creyentes cuestionaron si Dios los había abandonado. «Si algunos soldados no se hubieran movido de sus posiciones durante la batalla», argumentaron, «todavía estarían vivos».

El Corán amonesta a estos individuos, llamándolos a ver la verdad de que solo Dios da vida y causa la muerte. Hicieron todo lo posible y deben dejar estos asuntos a Dios.

Conclusión: Volviendo, Una Vez Más, a Dios

El capítulo se cierra con otro llamado de Dios dentro de la organización de la estructura anterior:

¡Oh, creyentes! Tengan paciencia, perseverancia, defiéndanse y tengan temor de Dios, que así tendrán éxito (Corán 3: 200)

El término «defiéndanse» aquí está más cerca de significar «permanecer unidos/conectados». Se conecta a las imágenes encontradas anteriormente en el capítulo:

Aférrense todos a la religión de Dios y no se dividan en sectas. Recuerden la gracia de Dios cuando los hermanó uniendo sus corazones… (Corán 3: 103)

Por lo tanto, es a través del trabajo en conjunto como musulmanes, basado en la confianza en Dios (tawakkul), que se puede tomar una decisión verdaderamente «correcta».

Entrenarnos para seguir este camino lleva tiempo, pero es un ejercicio de fe que nos ayuda a crecer y, como todo lo demás, es, en última instancia, otra forma de prueba de Dios.

 

Fuente: About Islam