El Ramadán Y Las Tareas Domésticas: Consejos Para Cumplir Con Las Expectativas
Farah tenía prisa. Era casi la hora de romper el ayuno y todavía le quedaba llenar los sándwiches y preparar el batido de mango favorito de todos. Al mismo tiempo, su hija de 5 años continuaba molestándola, tirando de la esquina de su estola pidiendo jugar.
Mientras Farah se limpiaba el sudor de la frente, sus suegros comenzaron a comentar sobre el arreglo incompleto de la mesa del iftar.
Farah estaba nerviosa y estresada. En lugar de sentir la necesidad de huir, se moría por ser la dama impecable que fácilmente realizaría múltiples tareas.
El Ramadán es un mes de bendiciones donde cada individuo está dispuesto a dedicar ese tiempo extra en oraciones y recitación del Corán.
Los musulmanes están automáticamente absortos en poner su mayor esfuerzo para realizar buenas obras. Ellos hacen todo lo posible para mantenerse alejados de los pecados.
Irónicamente, se supone que esto se practica durante todo el año. Sin embargo, este mes es muy especial debido a las bendiciones que Dios otorga a Sus siervos y está marcado con la revelación del Sagrado Corán.
Con una rutina de ayuno seguida de oraciones Qiyam (oraciones nocturnas opcionales) y recitación del Corán, a menudo se hace difícil manejar las cosas. Se convierte en una tarea tediosa para las mujeres que deben cocinar, cuidar a los niños, ayunar y satisfacer las expectativas de todos los miembros de la familia.
En la búsqueda para satisfacer a todos, ella comienza a comprometer ya sea sus rituales de Ramadán o sus relaciones. Por esta razón, hay algunos consejos prácticos para evitar este dilema. Estos son los siguientes:
Pide ayuda:
La comunicación es clave para cada relación. A menudo se les enseña a las mujeres a hablar y expresarse en lugar de esperar a que el hombre lea su mente. Esta regla también se puede implementar fácilmente en esta situación donde se supone que debes pedir ayuda.
No siempre es posible contratar a una empleada doméstica. En tal caso, puedes pedirle a tu suegra o cuñada que te ayuden con las tareas de la cocina o a tu esposo para que atienda a los niños mientras rezas o preparas el iftar.
No ordenes ni instruyas. En lugar de decir: «eres es el padre y se supone que debes asumir la responsabilidad de tus hijos», reformula tus declaraciones con un tono más cortés como: «¿puedes jugar con los niños hasta que prepare una comida deliciosa para ti y todos los demás?»
Prepara el iftar a primera hora de la mañana:
Todo el esfuerzo que inviertas al principio te dará más tiempo antes del Maghrib. Es sorprendente lo agitado que puede llegar a ser la cocina justo antes del Maghrib, y cuando estás deshidratada y cansada es difícil cocinar rápidamente. En cambio, trata de hacer de tus mañanas el momento más productivo en la preparación del iftar.
Usa los tiempos de salah como marcadores que dividen tus actividades:
Siempre ponte un objetivo para hacer todo en la cocina antes del Dhuhr. De esta manera evitas la sensación de que te estas tomando tiempo libre del trabajo para rezar. La oración Dhuhr es una excelente manera de terminar una mañana productiva centrada en las tareas domésticas en la cocina y te ayuda a reenfocarte en las siguientes tareas, ya sea tener que salir o completar más tareas domésticas o escuchar una conferencia o leer el Corán.
Acuesta a los niños lo antes posible:
Tu ibadat vespertino, la lectura del Corán y el tarawih dependen de esto. Si retrasas la hora de acostarse te garantizo que lo más probable es que te duermas con tus hijos y que te despiertes 6 horas más tarde sintiéndote horrible solo por haber perdido tu suhur, todavía usando tu ropa de día y aún teniendo tus lentes de contacto puestos.
Satisface las expectativas:
Se vuelve demasiado estresante satisfacer las demandas de cada miembro de la familia. Por esta razón, se requiere tomarlo todo con tranquilidad. Recuerda no sentirte abrumada por problemas menores.
Si vives con tus suegros, hazles entender que tienes muchas cosas que manejar. Además, asegúrate de saber lo que les gusta comer; El Ramadán es el mejor momento para complacerlos con las recetas del iftar.
Por otro lado, a pesar de la carga de todo, nunca ignores la relación con tu cónyuge. Tómate un tiempo, tal vez una hora por la noche, para salir a caminar o tal vez disfrutar de un iftar o suhur juntos.
Además, enfócate en la conexión espiritual ya que fortalece la relación. Pueden asistir juntos a sermones religiosos o participar en actividades religiosas, y también enseñarles esto a sus hijos.
Confía en Dios
Reza a Dios para que te dé fuerzas para enfrentar con valentía todos los desafíos de la vida. El matrimonio es una transición y va de la mano con una serie de obligaciones.
Comprende tus deberes. Sin embargo, no comprometas tu salud. En la búsqueda de satisfacer a las personas, las personas a menudo olvidan tomarse un tiempo para sí mismas.
Si bien Ramadán puede ser un mes ocupado, intenta hacer algo para ti misma que te rejuvenezca: 20 minutos de ejercicios o una ducha caliente pueden aliviar el estrés.
Reza y recita el Corán, ya que este mes está lleno de bendiciones y la palabra de Allah te da una paz inmensa que no se puede lograr a través de ninguna otra fuente. Por lo tanto, aprovéchalo.
Confía en Allah y cree en ti misma. Todo lo que necesitas es paciencia y coraje. ¡Recuerda que todo es posible para ti!