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Ramadán 2020: Cómo Convertir El Encierro En Una Bendición

Por Tabassum

 

Ibn Taymiyyah estaba sentado escribiendo con su pluma sobre un papel.

«Si las aves pudieran llevarme», escribió, «habría venido a ti».

Estaba escribiendo a su madre, a quien echaba muchísimo de menos. Pero no podía ir con ella.

¿Por qué?

Porque estaba encerrado, injustamente.

Imagina estar en prisión durante años, no poder ver a tu familia, salir, ganar dinero o comer como quieras, o asistir a las oraciones en la mezquita.

Imagina un Eid en un calabozo, comiendo comida de la cárcel en lugar de las comidas especiales de Eid que tu madre te hubiera cocinado.

¿Cómo te sentirías?

Encerrado en Ramadán

¿Te preocupa cómo va a ser el Ramadán este año?

Con la amenaza del COVID-19 cerniéndose sobre nuestras cabezas, muchos de nosotros tal vez nos sentimos deprimidos y ansiosos.

El imam Ibn Taymiyyah (que Allah tenga piedad de él) pasó siete años de su vida encerrado.

Así es como se sintió al respecto en sus propias palabras:

«Si diera tanto oro como el que llenaría esta ciudadela, no alcanzaría para expresar lo agradecido que estoy por esta gracia de estar encarcelado».

No se sentía deprimido o ansioso. Se sentía agradecido.

¿Por qué?

¿Y quieres sentirte agradecido por la gracia de estar encerrado?

Paso 1: Construye una Madrasa

Era la noche de Eid, e ibn Taymiyyah estaba siendo arrastrado a la famosa cárcel de El Cairo. Lo arrojaron a una celda donde los otros prisioneros tenían una fiesta. Estaban involucrados en todo tipo de actos prohibidos en nombre de la diversión.

Durante los días siguientes, ibn Taymiyyah observó que los otros prisioneros, aunque musulmanes, no estaban interesados en rezar. Prefieren jugar juegos ilegales todo el día.

Comenzó a enseñar a estos ladrones, matones e indeseables de Egipto. Sorprendentemente, los hombres comenzaron a escucharlo. Ellos comenzaron a rezar. Comenzaron a amar buscar conocimiento. Les encantaba tanto que ni siquiera querían ser liberados de la cárcel. Muchos de ellos solicitarían extender su estadía.

Ibn Taymiyyah había convertido su cárcel en una floreciente escuela de conocimiento.

En su vida, escribió más de trescientos libros. Y los escribió a todos en la cárcel, excepto uno. Emitió cientos de fatwas y produjo una galaxia de estudiantes.

Quizás esto era de lo que estaba hablando cuando le escribió a su madre: «Allah me abrió sus puertas de bendiciones, misericordia y orientación de una manera que nunca antes había concebido».

2020: Cuando tu hogar puede ser una escuela de conocimiento próspera

Ibn Taymiyyah no tenía acceso a internet. Tú sí.

Hay un océano de auténtico conocimiento islámico esperando que te sumerjas. Puedes asistir a clases, ver conferencias de reconocidos académicos de todo el mundo y leer una amplia biblioteca de libros y artículos islámicos en el idioma que elijas.

Y no te detengas ahí. Enseña, en cualquier capacidad que puedas. Enseña a tu hogar, tus amigos y en las redes sociales. Escribe artículos, haz videos, gráficos de información, grabaciones de audio: usa cualquier talento que Allah te haya dado para difundir Sus palabras. El mundo necesita recordatorios ahora más que nunca.

Paso 2: Encuentra el Paraíso en tu corazón

“¿Qué pueden hacerme mis enemigos a mí? Mi paraíso está en mi corazón. Si me encarcelan, esta es una oportunidad de aislamiento para adorar a Allah. Y si me matan, esta es una oportunidad de convertirme en mártir».

¿Cómo puedes tener tu paraíso en tu corazón?

Con una lluvia constante del recuerdo de Allah para hacer que tu corazón viva y prospere. No se puede cultivar un jardín en suelo seco.

El conocimiento y la adoración son dos caras de la misma moneda. Se complementan el uno al otro.

Ibn Taymiyyah no persiguió el conocimiento en aras de la satisfacción intelectual. Aprendió a adorar a Allah de la mejor manera y luego lo aplicó.

Había un jardín floreciente en su corazón, al que cuidaba con una lluvia constante de adoración. Eso es lo que lo mantuvo tan feliz y optimista durante toda su vida.

Podría ser tu último Ramadán

Cien mil personas han muerto por COVID-19. ¿Qué pasa si somos los siguientes? Más importante aún, si lo fueramos, ¿Allah estará complacido con nosotros cuando nos reencontremos con Él?

COVID o no COVID, este podría ser tu último Ramadán. Y puedes convertirlo en el mejor de tu vida, haciendo crecer tu paraíso en tu corazón.

Ibn Taymiyyah estaba «agradecido por la gracia de ser encarcelado» porque le proporcionó tiempo libre y aislamiento para adorar a Allah.

Aprovecha tu tiempo libre y aislamiento:

1- Oraciones nocturnas:

Puedes borrar todos tus pecados rezando tarawih en Ramadán (Bujari y Muslim) y, ten en cuenta esto, no tienes que estar en la mezquita. Reza solo o con tu familia. Hazlo como las oraciones del Profeta (la paz sea con él): Recita lentamente y sé sincero en cada palabra que digas.

2- «Hayy»:

La esencia del Hajj es quedarse en ciertos lugares durante ciertos días del año por orden de Allah. Si estás satisfecho con el decreto de cuarentena de Allah para ti, entonces tu estadía se convierte en un acto de adoración.

3- Reflexión:

En nuestro mundo acelerado, la reflexión es casi un acto de adoración abandonado. Pero nos hemos detenido en seco. Ahora es el momento perfecto para sentarse y reflexionar. Reflexiona sobre el Corán, sobre las creaciones de Allah, sobre Sus Nombres y Atributos perfectos, y sobre Sus bendiciones en tu vida.

4- Caridad:

Las personas de todo el mundo necesitan de tu ayuda, consejo y aliento. Aprovecha esta oportunidad para dedicar tu dinero, tiempo y talento en el camino de Allah.

¿Qué puede hacerte este enemigo invisible? Si te encarcela en tu hogar, esta es una oportunidad de adorar a Allah. Y si te mata, esta es una oportunidad para convertirte en mártir.

Si tu Paraíso está en tu corazón.

 

Referencias

A.Q.M. Abdul Hakim al-Madani, Imam Ibn Taymiyyah. Book.

Dr Yasir Qadhi, “Shaykhul Islam Ibn Taymiyyah”. Video.

Ibn Taymiyyah’s Letter From Prison To His Mother”. Web.

 

Fuente: About Islam