Ramadán bajo confinamiento: Cómo el cambio de la alquibla puede prepararnos
Por el Dr. Mohannad Hakeem
En las leyes del movimiento de Newton, la ley de la inercia nos dice mucho sobre la naturaleza del movimiento y los objetos inmóviles a nuestro alrededor: cuando algo está en reposo (piensa en el refrigerador en tu casa), tomará mucho esfuerzo conseguir que se mueva. Cuando otro objeto está en movimiento (piensa en un automóvil al que se le rompieron los frenos), se necesitará una fuerza inmensa para detenerlo.
Un razonamiento muy similar se aplica a las emociones humanas: cuando estamos estancados en un curso de movimiento determinado (un hábito, estilo de vida o una creencia), se requieren grandes eventos para llevarlos de regreso a donde deberían estar.
La Kabah bajo encierro
El 15 de Shaban durante el segundo año después de la migración a Medina, la comunidad musulmana atravesó uno de esos incidentes difíciles de cambio de rumbo.
Después de orar mirando hacia Jerusalén por más de 13 años, Allah les ordenó que cambiaran su alquibla hacia la Meca.
Además de las implicaciones sociales, espirituales y políticas de este evento (puedes ver más sobre eso aquí), dicho evento es muy relevante para nosotros en 2020: vemos el área de la Kabah vacía y la mezquita del Profeta (la paz y las bendiciones sean con él) sola. Estamos bloqueados de nuestras mezquitas, como un pez que no puede volver a su cuenco de agua.
Además de eso, esperamos un Ramadán bajo cuarentena, despojado de una gran cantidad de elementos espirituales y sociales: Tarawih, Iftars y reuniones.
Un Cambio Difícil
Probablemente nos daremos cuenta de algunos de los beneficios y la sabiduría detrás de esta experiencia, pero definitivamente no mientras estemos en el meollo de la misma. Los Compañeros del Profeta recibieron la orden divina de cambiar, adaptarse, someterse, y Allah elogió a los que cumplieron con éxito:
{Con el cambio del lugar hacia donde te orientabas [para orar], distinguí a los que toman partido por el Mensajero de aquellos que le dan la espalda. [Este cambio] fue algo difícil, salvo para aquellos a quienes Dios guió. Él no dejará de recompensarlos por su fe. Dios es compasivo y misericordioso con la gente.} (Al-Baqarah 2: 143)
Para muchos de nosotros, puede que no parezca gran cosa: simplemente diriges tu alfombra de oración a una dirección diferente. Sin embargo, fue para ellos un gran cambio que tuvo múltiples ramificaciones sociales y políticas. Como muestra la aleya anterior, fue una excusa suficiente para hacer que algunos musulmanes se alejen del Islam. Fue una cuestión que atrajo una gran crítica a los musulmanes:
{Dirán algunas personas tontas: «¿Qué los hizo cambiar la orientación [en la que oraban]?» Diles: «A Dios pertenece el oriente y el occidente, y Él guía a quien quiere hacia el sendero recto».} (Al-Baqarah 2: 142)
Lo que realmente importa
Los Compañeros tuvieron que esperar la revelación para satisfacer sus sedientos corazones: la rectitud no está definida por los tecnicismos de sus rituales (como la dirección de la alquibla). A pesar de ser una parte importante de la fe, el establecimiento del Fiqh de la oración es una pieza de un rompecabezas más grande e intrincado:
{La verdadera virtud no consiste en orientarse hacia el oriente o el occidente [durante la oración], sino que es piadoso quien cree en Dios, el Día del Juicio, los ángeles, el Libro, los Profetas, hace caridad a pesar del apego [que tiene por los bienes materiales] a los parientes, los huérfanos, los pobres, los viajeros insolventes, los mendigos, y colabora para liberar esclavos y cautivos. [Tiene piedad quien] hace la oración prescrita, paga el zakat, cumple con los compromisos contraídos, es paciente en la estrechez, la adversidad y ante la persecución. Ésos son los veraces en su fe y los verdaderos piadosos.} (Al-Baqarah 2: 177)
Pregúntate
A medida que nos acercamos a un Ramadán muy diferente, el evento del cambio de la alquibla nos trae muchas preguntas espirituales e intelectuales:
¿Vamos a encontrar significado y conexión con Allah en nuestras oraciones, independientemente del lugar en el que estemos?
¿Vamos a experimentar los elementos transformadores del ayuno, sin las dulces interacciones sociales del Iftar?
¿Vamos a donar generosamente y apoyar a nuestras instituciones y a nuestros hermanos necesitados y devastados por la guerra, incluso mientras estamos desconectados físicamente?
¿Vamos a mantener los lazos de parentesco y el espíritu de hermandad con nuestras familias y miembros de la comunidad?
¿Vamos a elegir sabiamente qué tipo de medios de comunicación escuchar y con qué material llenar nuestros corazones, ojos y mentes?
Al final del día, todos tenemos nuestras propias preferencias, nuestras inclinaciones, nuestras fortalezas y debilidades. Cada uno de nosotros tiene una historia de cómo fuimos guiados, qué nos hace llorar, reír, amar, odiar, rezar, donar, etc.
Tenemos que conocernos a nosotros mismos, entendernos a nosotros mismos y buscar en lo más profundo, y luego usar esa valiosa información para sobresalir y competir en buenas acciones y auto-purificación:
{Todas [las religiones] tienen una dirección a la cual dirigirse [en sus oraciones]. ¡Apresúrense a realizar obras de bien! Dondequiera que estén, Dios los reunirá a todos [el Día del Juicio Final]. Dios es sobre toda cosa Poderoso.} (Al-Baqarah 2: 148)
Por favor, trata de usar la alteración en la «inercia espiritual» este Ramadán como una oportunidad para reorientar tu alquibla; Haz todo lo posible para crecer, brillar y prosperar este Ramadán, no solo sobrevivir, y hacer todo lo posible para difundir esta actitud positiva a tu alrededor.
Fuente: About Islam