Posted on / in Articulos

¿Sabías que un hombre musulmán es la persona detrás de tus productos de belleza?

Lápiz labial, barras de depilación, productos para blanquear los dientes, cremas para manos… no hay nadie en el mundo que no conozca estos productos y, cada año, las principales marcas presentan más productos nuevos para los consumidores. Sin embargo, pocas personas conocen las caras del pasado que han contribuido al desarrollo de estos productos. Sin esas personas, no tendríamos nuestros productos hoy. Una de las caras más notables es un hombre musulmán de España.

En la España musulmana, Al-Ándalus, en la ciudad de Córdoba, vivía el famoso médico y cirujano, Al-Zahrawi (936-1013 e. c.), latinizado como Abulcasis.

Escribió una obra monumental, una enciclopedia médica titulada Al-Tasrif, en 30 volúmenes, que fue traducida al latín y utilizada como el principal libro de texto médico en la mayoría de las universidades de Europa del siglo XII al XVII. Este libro influyó en muchos autores tanto en Oriente como en Europa.

En el volumen 19 de Al-Tasrif, un capítulo es dedicado por completo a la cosmética y es el primer trabajo musulmán original en cosmetología.

La contribución de Zahrawi a los cosméticos medicinales incluye desodorantes para axilas, barras para depilar y lociones para manos. Se mencionan los tintes para el cabello que convierten el cabello rubio en negro y se incluye el cuidado del cabello, incluso para corregir el cabello rizado o ensortijado. Incluso mencionó los beneficios de las lociones bronceadoras, describiendo sus ingredientes en detalle.

Para el mal aliento resultante de comer cebolla y ajo, sugirió canela, nuez moscada, cardamomo y masticar hojas de cilantro. Otro remedio para el mal aliento fue el queso frito en aceite de oliva sazonado con clavo en polvo.

En el libro también incluyó métodos para fortalecer las encías y blanquear los dientes.

Zahrawi consideraba a los cosméticos como una rama definitiva de la medicina (Adwiyat Al-Zinah). Él se ocupa de perfumes, esencias aromáticas e incienso. Había productos perfumados enrollados y prensados en moldes especiales, tal vez los primeros antecedentes de los actuales labiales y desodorantes sólidos. Utilizó sustancias aceitosas llamadas Adhan para medicamentos y embellecimiento. Hay muchos Hadices del Profeta (la paz sea con él) que se refieren a la limpieza, el arreglo del vestido y el cuidado del cabello y el cuerpo. Por ello, Zahrawi describió el cuidado y el embellecimiento del cabello, la piel, los dientes y otras partes del cuerpo, todo dentro de los límites del Islam.

Con respecto a los medicamentos, recomienda «Ghawali y Lafayfe» para ataques epilépticos y «Muthallaathat«, preparados con alcanfor, almizcle y miel, de hecho muy similar al Vick Vaporub, para el tratamiento del alivio del resfrío. Otras utilidades que tendemos a considerar como parte del siglo XX, pero que estaban presentes en la España musulmana y que Zahrawi describe, incluyen aerosoles nasales, enjuagues bucales y cremas para las manos.

Zahrawi incluso sugirió mantener la ropa en un rincón lleno de incienso para que tuviera una fragancia agradable para el usuario. En la actualidad, lo mismo se logra con detergentes, suavizantes y acondicionadores.

La tradición de llevar flores a los enfermos en el hospital no es una tendencia social reciente porque Zahrawi defendió esta costumbre hace mil años.

La calle en Córdoba donde vivía se nombra en su honor como «Calle Abulcasis». En esta calle vivió en la casa número 6, la cual se conserva en la actualidad por la Oficina Española de Turismo con una placa de bronce (otorgada en enero de 1977), que dice: «Esta era la casa donde vivía Abulcasis».

 

Fuente: Muslim Heritage