Cómo El Islam Cautivó Mi Mente Con Su Lógica

Por Sherif Quinn

 

Mis primeros recuerdos de algo islámico fueron cuando me preparaba para comenzar a trabajar en Arabia Saudita.

En el Reino Unido visité mi biblioteca local y leí algunos libros sobre el país. El lugar se veía extraordinariamente exótico y una vez que llegué allí no me decepcionó.

Sabía vagamente que Arabia Saudita era el lugar de nacimiento del Islam, pero en cuanto a la importancia de la Kaabah, Hajj, etc., sabía aún menos.

Algunos periódicos sauditas tienen un artículo diario de preguntas y respuestas sobre el Islam. Las preguntas enviadas por los lectores a menudo eran extremadamente específicas en prácticas minuciosas, aparentemente irrelevantes, por ejemplo, la salah (oración ritual) o la ablución, y estas preguntas a menudo eran leídas por expatriados en el salón de té del trabajo, incluido yo mismo, por diversión. Todo parecía tan incomprensible, pero todo lo relacionado con Arabia Saudita era un choque cultural, por lo que nunca consideré la religión separada de la cultura.

Más tarde me mudé a los Emiratos Árabes Unidos. Aquí, se sentía casi europeo, relajado, una especie de cuasi mediterráneo en comparación. Esto me hizo ver el Islam de manera diferente: no parecía tan duro y dogmático como en Arabia Saudita. Inevitablemente, debatí el Islam en el trabajo o con amigos y me impresionó la lógica.

¿Lógica y religión? No se supone que estos dos coexistan.

Tenía numerosos pero siempre amigables debates sobre la religión con los musulmanes. En retrospectiva, fui yo quien provocaba los debates (siempre me ha gustado debatir). Al despertar mi curiosidad, comencé a leer algunos folletos. Era cauteloso con las personas que intentaban «convertirme», aunque nadie parecía particularmente proselitista. Por el contrario, mis amigos aceptaron pacientemente mis argumentos.

Las discusiones religiosas fueron frustrantes por mi falta de información: me estaba hartando de esto, así que me embarqué en una refutación del Islam a través de la lectura. Busqué el punto débil, ¡para poder triunfar sobre estos árabes! Solo leí folletos y libros que elegí cuidadosamente, buscando solo aquellos que sean lo más imparciales y francos posible, escritos por musulmanes y no musulmanes.

Comencé a darme cuenta de la asombrosa variedad de cuestiones que trata el Islam, particularmente en el aspecto social. Desde la higiene hasta la educación, desde la guerra y la economía, hasta el racismo y el nacionalismo. Nada es demasiado pequeño para escapar de su instrucción racional. En todo momento, el Corán se dirige a la humanidad, no solo a las disputas de las tribus árabes de la época. No se limita al período de revelación, sino que parece hablar a través de los siglos.

Encontré el tono consistentemente serio y majestuoso, pero siempre simple y claro como el cristal. Todo parecía bastante práctico y sensato. Se suponía que la religión no era así. ¿Podría todo esto ser pensado por un analfabeto hace 1.400 años? Bien, quizás.

Indigestión doctrinal

Tuve una amplia educación religiosa. Estos son algunos de los credos del Catolicismo que siempre me han resultado difíciles:

• El clero cristiano de sacerdotes, obispos, arzobispos, cardenales, etc. ¿Por qué necesitamos una jerarquía? ¿Podría una religión operar sin una?
• La Divinidad de Cristo ¿Realmente él dijo que era un ser divino? ¿Cuál era el primer mandamiento?
• La Doctrina de la Trinidad. Lo siento, simplemente no la entiendo. De todos modos, algunos líderes cristianos prominentes ahora dudan de ella abiertamente, al igual que algunas sectas cristianas, por ejemplo, los unitarios.
• Estatuas de la iglesia. Los ídolos son frágiles. De todos modos, ¿cuál era el segundo mandamiento?
• La infalibilidad del Papa. Pero algunos cometieron errores, por ejemplo, un Papa de la Iglesia condenó a Copérnico por decir que la Tierra giraba alrededor del sol.
• El pecado original. ¿Un bebé recién nacido tiene un pecado inherente y necesita el perdón (bautismo)? De nuevo, esto es difícil de entender.
• Rezar a los «santos». ¿Realmente necesitamos un agente intermediario para que Dios nos escuche? ¿Es Dios tan difícil que necesitamos alguien que abogue por nosotros?
• Transubstanciación. Donde el pan y el vino se transforman (literalmente) en la carne y la sangre de Cristo durante la Misa. ¿Acaso no es eso un elemento del paganismo anterior a la Iglesia?
• Cristo murió en la cruz por los «pecados del mundo». Si Cristo murió por nuestros pecados de antemano, entonces ¿por qué uno debe molestarse en tratar de ser bueno? De todos modos, ¿Él dijo de su boca que vino a morir crucificado por los pecados del mundo? ¿No puede Dios acaso perdonarnos nuestros pecados sin derramar la sangre de un inocente?

Y hay más, pero no quiero agobiarte.

El Islam cortó gentilmente esta pesadilla ideológica. Uno por uno, estos dogmas confusos fueron claramente desacreditados a medida que profundizaba en mi investigación. Me interesó saber que los principios centrales que enseñó Jesús fueron destruidos por un concilio 300 años después de su muerte (el concilio de Nicea). El concilio fue fuertemente prejuiciado por el poderoso emperador romano de la época: no exactamente un ser divino, ni siquiera estaba bautizado cuando lo precidió. Los monjes deben haber olvidado mencionar todo eso.

Sorprendentemente, en el Islam, Cristo es un profeta muy venerado. Además, como a Muhammad, nunca se lo llamaría divino. De hecho, muchos musulmanes se llaman Isa (en árabe, Jesús), y Cristo y María son mencionados en el Corán más veces que Muhammad.

Alivio

Mis presentimientos de que estas doctrinas que aprendí de la Iglesia eran doctrinas hechas por el hombre finalmente demostraron ser correctos. Fue todo un alivio. Cualquiera que fuera el tema que examinaba en el Islam, no pude encontrar un error. Entonces no puede ser de origen humano. No es de extrañar que los monjes en la escuela lo mantuvieran todo bien escondido. Sin embargo, mi terquedad resistió otro año más o menos.

Traté de leer el Corán, que inicialmente encontré pesado e intenso. Pronto me di cuenta de que esto se debía a que era muy conciso y concentrado, no había relleno. Parecía extrañamente sucinto, como un mensaje telegráfico. Seguramente, me preguntaba, si fuese escrito por Muhammad, estaría lleno de historias de la época, sin mencionar las creencias científicas erróneas de aquel tiempo.

Hasta ahora, nadie ha encontrado ninguna discrepancia; sin embargo, todavía busqué un dato científico erróneo que aclararía el problema: el tamaño del universo o la distancia al sol, por ejemplo. No pude encontrar nada tan específico, por supuesto. Quizás ese sea el punto: a los humanos siempre les gusta la evidencia en una bandeja, claramente etiquetada.

¿Dogma islámico?

A menudo sentí que el Islam era dogmático, cargado de fuertes restricciones y reglas. ¿Era todo esto necesario? ¿No podemos salir y pasar un buen rato y hacer lo que queramos? Pero después de un examen más detallado, vi que aquellos que «sufren» más por tales restricciones son los más fuertes de la sociedad. ¿Quienes son estos? Los ricos, los jóvenes, los sanos, generalmente hombres. ¿Quiénes son los vulnerables? Las mujeres, los pobres, los enfermos, los niños y los ancianos. Todos están fuertemente protegidos por la Ley Islámica, siglos antes de que se soñara con el estado del bienestar. Por ejemplo:

¿Quién bebe y disfruta más el alcohol? Los hombres. Sin embargo, ¿quién sufre más del alcoholismo? Las esposas maltratadas y niños maltratados, sin mencionar los miles asesinados o accidentados por conductores ebrios.

¿Quién está más restringido por la prohibición de la promiscuidad sexual? El hombre no es quien pasa por un embarazo. Entonces, ¿quién paga el precio real de la promiscuidad? El bebé no deseado nacido de una madre soltera que fue dejada sola para valerse por sí misma.

¿Quién se beneficia de la restricción de ropa para mujeres? Los hombres absolutamente no se benefician de ello. Las mujeres están protegidas.

¿Quién disfruta y se beneficia financieramente de la pornografía? A lo largo de la historia esto siempre ha sido algo masculino. No muchas revistas parecen ser propiedad o compradas por mujeres. Es bien sabido que los violadores y los abusadores de niños (hombres de nuevo, me temo) a menudo son impulsados y seducidos por la pornografía explícita.

¿Quién sufre al dar caridad obligatoria? Los ricos.

¿Quién quiere preocuparse por los ancianos en una sociedad que adora a los jóvenes? Es una molestia para los jóvenes hedonistas. Los musulmanes están obligados a cuidar a sus padres y a todos los ancianos. Nuevamente a los débiles se les da seguridad.

La lista continua.

Está claro que las reglas islámicas «duras» en realidad protegen a los débiles y a aquellos sin voz en la sociedad. No es sorprendente, entonces, que el aborrecimiento contra el Islam, incluso desde el principio en la época de Muhammad, provenga de la alta y poderosa sociedad.

Con respecto a las mujeres, pensé que había golpeado el punto débil del Islam hasta que descubrí que las mujeres disfrutaban de los derechos de herencia y divorcio 1.400 años antes de que Occidente descubriera «La liberación de la Mujer». Una esposa incluso mantiene su propio apellido después del matrimonio. Algunas de las personas más ricas del mundo musulmán son mujeres. Contrariamente a mi imagen de que las mujeres musulmanas eran «oprimidas», mi observación personal fue que las mujeres no eran simplemente iguales a los hombres, sino que de alguna manera se mantenían en una posición distinguida, casi reverencial en la sociedad.

 

Fuente: Islam Online