Por qué es difícil salir de una relación abusiva

Por Yaqeen Sikander

Como psicólogo de Cachemira que vive en Europa, los jóvenes a menudo me contactan a través de las redes sociales para que los aconseje. Sorprendentemente, la mayoría de estas consultas están relacionadas con relaciones fallidas y, en mi experiencia, las mujeres son las peores víctimas. Desafortunadamente, en nuestra sociedad, hablar abiertamente sobre las relaciones fallidas es algo menospreciado. En consecuencia, esta represión lleva a un mayor tormento mental.

De hecho, los informes también sugieren que las relaciones fallidas son una de las principales causas de intento de suicidio en Cachemira. Muchos de estos casos que he seguido se basan en el «vínculo traumático» o «trauma bonding», del cual estoy seguro que la mayoría no ha oído hablar, a pesar de que podríamos haberlo vivido. Por eso, como defensor de la salud mental, pensé en escribir sobre eso para que sepamos más sobre este tema y ayudarnos a nosotros mismos y a nuestros seres queridos a romper cualquier vínculo para prosperar y ser más felices.

Vinculo traumático: ¿Qué significa?

Un vínculo traumático generalmente se forma a través de intensas experiencias emocionales con una persona tóxica o un abusador. Es un fenómeno en el que una víctima, principalmente una mujer, tiene dificultades para abandonar la relación a pesar del abuso y la explotación. Ocurre generalmente en relaciones con adictos y alcohólicos o en situaciones de violencia doméstica. Otros tipos de relaciones que involucran vínculos traumáticos incluyen sectas religiosas, situaciones de secuestro y rehenes, aquellas que involucran abuso infantil o incesto, y entornos de trabajo poco saludables.

Es una especie de «Síndrome de Estocolmo» en el que la víctima se siente atada emocionalmente como un «rehén» al manipulador a través del abuso físico, psicológico o emocional. El Dr. Patrick Carnes llama a este tipo de apegos destructivos como «vínculos de traición». Y puede ocurrir en relaciones románticas, amistades, dentro de la familia y en el lugar de trabajo. En su libro, Betrayal Bonds, menciona una serie de signos de que una persona está involucrada en una relación poco saludable con una pareja u otra persona importante.

Entonces, si te estás preguntando si tal vez tengas una vínculo traumático con tu pareja; asegúrate de leer los siguientes síntomas:

Obsesionarse con las personas que te han lastimado, aunque ya se han ido.

Continuar buscando contacto con personas que sabes que te causarán más dolor.

Dejar todo para ayudar a las personas que han sido destructivas para ti.

Continuar siendo un «miembro del equipo» cuando obviamente las cosas se están volviendo destructivas.

Intentos continuos para que la gente te quiera, aunque claramente te están usando.

Confiar una y otra vez en las personas que han demostrado ser poco confiables.

Ser incapaz de retirarse de las relaciones poco saludables.

¿Por qué desarrollamos vínculos traumáticos?

Para empezar, el vínculo traumático no es muy infrecuente. Es bastante extendido en las relaciones abusivas. Entonces, no estás solo. Pero recuerda, como dijo Helen Keller: “El mundo está lleno de sufrimiento. Pero también está lleno de superación». Si puedes desarrollar un vínculo traumático, también puedes superarlo. Somos más fuertes y más capaces de lo que a veces pensamos.

A menudo te podrías preguntar por qué las víctimas de abuso permanecen voluntariamente en tales relaciones y la respuesta evolutiva básica sería la supervivencia. Nuestro miedo al abandono es alto. Las experiencias traumáticas nos hacen callar nuestras emociones. Nos sentimos paralizados y no tomamos ninguna medida y desarrollamos una mentalidad de «impotencia aprendida» o simplemente, comenzamos a creer que no puede mejorar. Esto, a su vez, hace que la víctima se enfoque en los atributos positivos de su abusador para continuar sobreviviendo. Los abusadores fortalecen aún más estos lazos al hacer falsas promesas y manipulaciones como expresiones de amor, regalos o amabilidad que dificultan aún más la liberación de la víctima.

Lo que perpetúa el abuso es la idea de «esperanza» o «promesa» a la que las víctimas se aferran. Es solo una táctica de manipulación del abusador para mantener las cosas andando. Las víctimas son presa de la manipulación porque están dispuestas a tolerar cualquier cosa por la recompensa, que es esa promesa evasiva y esa esperanza siempre presente del cumplimiento de alguna necesidad profundamente personal de la víctima.

Superando un vínculo traumático

Las relaciones traumáticas no son irrompibles y, por lo general, es el primer paso el más difícil de tomar. Cuanto más avances, más verás, es decir, cuanto más te alejes de una relación tóxica/abusiva, más verás la destrucción que te ha causado. Puedes «desintoxicarte» de la relación traumática al romperla y mantenerte alejado.

El primer paso es reconocer y admitir estar en un vínculo traumático. Conéctate con la realidad y consigue ayuda para romperla. La autoconciencia puede ser útil para romper los grilletes que nos mantienen encadenados.

No fantasees con la idea de que tu pareja podría cambiar algún día. No intercambies la verdad y la realidad por una promesa falsa. Pon los pies sobre la tierra. No te des falsas esperanzas.

El autocuidado y la autocompasión son vitales para recuperar tu fuerza interior. Prueba la meditación o la oración, el ejercicio, la psicoterapia, hablar con alguien de confianza, dedicarse a un pasatiempo, etc. Manténte ocupado con actividades productivas y satisfactorias. Esto te hará pasar menos tiempo pensando en la relación. El olvido puede ser una parte efectiva del proceso de curación.

Comienza a escribir un diario. Escribe tus sentimientos e intenta reemplazar tu diálogo interno negativo con uno más positivo. Por ejemplo, si tus pensamientos son: «Soy tan estúpido» o «¿Cómo pude dejar que esto me suceda a mí?», intenta algo como «Soy positivo y estoy tomando medidas para empoderarme» o «No soy responsable del comportamiento de la otra persona».

Recuerda que el único objetivo del abusador es manipularte para mantener su poder y control sobre ti. Una vez que desarmes al abusador al conocer su realidad, aclararás tu confusión interna y esta claridad reforzará tus elecciones.

Liberándote

La clave es comprender las intenciones subyacentes del abusador. Una vez que lo hagas, es el momento adecuado para irse. Incluso si no puedes irte rápidamente, no olvides tu autoestima y nunca te definas por las palabras de la otra persona, las cuales usa para sus propios intereses. Redefinete a ti mismo y a tus valores. Toma el control de tu vida. Tu libertad yace en tus propias manos. No eres débil o incapaz. Con el apoyo, la atención y la orientación adecuados, tienes la capacidad de liberarte del vínculo traumático y recuperar tu vida. El cambio lleva tiempo. No te rindas. Se necesitará mucho esfuerzo y motivación para ponerte de pie por ti mismo, pero ve de a poco, puedes introspectar, establecer tus objetivos y luego tomar los pasos necesarios para lograrlos y poner todo en perspectiva.

Terminar el ciclo de abuso y el vinculo traumático nunca es fácil, pero ciertamente es posible. Sé que es más fácil decirlo que hacerlo. Puede ser difícil alejarse de un vínculo traumático y salir puede provocar sentimientos de soledad, vacío y una sensación de pérdida, desesperanza y falta de dirección futura. Pero a la larga, estos síntomas desaparecerán dejando solo lo esencial. Así que no mires atrás y no le des otra o la «última oportunidad» al abusador para que te manipule una vez más. Solo sigue adelante.

Por lo tanto, si sientes que estás experimentando un vínculo traumático, no dudes en pedir ayuda. Lee más sobre esto. Ponte en contacto con un asesor, ya sea en persona o en línea. Recuerda, los abusadores no cambian. Seguirán haciendo promesas vacías y falsas. No cedas. Tenemos el poder de cambiar nuestra condición y circunstancias. Es difícil pero no imposible. No tienes que sufrir innecesariamente. Elige y deja de ser una víctima. ¡Apaga el abuso, enciende la vida!

(El autor es psicólogo y terapeuta de asesoramiento)