Aprendiendo Sobre La Bondad Y La Compasión Del Profeta Muhammad
Escrito por Theresa Corbin
Hacía mucho tiempo que un extraño no me recibía con una sonrisa.
Sentía como si hubiera estado pasando constantemente por un camino repleto de ceños fruncidos y actitudes negativas.
Pude ver en los rostros agrios de los extraños que me rodeaban que la vida los estaba desgastando.
Parecía que todas las personas con las que me encontraba no tenían ninguna amabilidad que ofrecer.
Y comenzó a desgastarme también.
Entonces una bella mujer mayor me sonrió cálidamente y casi lloré de gratitud por su pequeña amabilidad. Era solo el punto positivo que necesitaba para recordarme, durante un día difícil, semana y mes, que aún existe algo bueno.
A veces parece que no queda amabilidad en el mundo.
He visto con mis propios ojos gente esforzándose por hacer que las cosas sean más difíciles para los demás, aunque ser amable y generoso hubiera sido más fácil. Es una realidad fea y también es contagiosa.
Cuando has sido lastimado o te han hablado severamente, cambia tu estado de ánimo y te hace más propenso a actuar de la misma manera severa con otra persona. Todos hemos pasado por eso.
Se necesita verdadera fuerza para poder dejarlo ir y devolver el mal con el bien. Pero la verdad del asunto es que no hay mejor antídoto contra la fealdad que una palabra amable o incluso una sonrisa de un extraño afectuoso.
Todavía pienso en esa amable señora y su sonrisa a pesar de que ha pasado más de un año desde que me mostró esa amabilidad.
Todos anhelamos ser tratados con amabilidad. A veces lo necesitamos tan desesperadamente que ni siquiera se puede expresar con palabras.
Cuando no podemos encontrar compasión, solo podemos mirar al Profeta Muhammad (la paz sea con él), quien mostró amabilidad y compasión incluso en sus días más oscuros.
Cuando no podemos encontrar una persona buena y amable que nos muestre compasión, podemos seguir el ejemplo del profeta Muhammad y ser esa persona.
Compasión por los niños
El profeta Muhammad (la paz sea con él) besaba mucho a su nieto Al-Hasan ibn Ali. Aqr’a ibn Habis, que estaba con él en ese momento, dijo:
«Tengo diez hijos y nunca he besado a ninguno de ellos».
El Profeta lo miró y dijo:
«El que no tiene compasión no recibirá ninguna». (Bujari y Muslim)
Casi puedes sentir que Aqr’a ibn Habis estaba tratando de felicitarse por lo que percibía como fuerza y resistencia. Pero el Profeta (la paz sea con él) derribó esa idea de la manera más sucinta y perfecta.
«El que no tiene compasión no recibirá ninguna». Haciendo saber que no tener compasión no es una fortaleza, y tampoco se mostrará compasión a aquellos que carecen de ella.
Si realmente pensamos en esto, es una premisa aterradora porque llegará un momento en que necesitamos, necesitamos desesperadamente compasión y amabilidad de los otros, incluidos nuestros hijos, y lo más importante, de nuestro Señor.
Bondad en el habla
En una época en la que es tan fácil decir lo que se les ocurre a millones de personas a través de las redes sociales, es más importante ahora que nunca considerar si nuestras palabras son amables o necesarias. El profeta dijo:
El que cree en Allah y en el último día debe hablar con benevolencia o guardar silencio. (Bujari y Muslim)
Nuestras palabras tienen el poder de lastimar a las personas. Es muy importante que tomemos este consejo del Profeta Muhammad en nuestras palabras escritas y habladas.
La amabilidad cuando estamos en línea es tan contagiosa como lo es estando desconectados. Y los sentimientos heridos suceden tanto en el ciberespacio como en tierra firme.
Amabilidad con nuestros vecinos
El Profeta Muhammad (la paz sea con él) nos enseñó de muchas maneras cómo pensar globalmente y actuar localmente. Cuando pensamos en cuánta fealdad ocurre en el mundo exterior o en nuestro alcance, puede parecer imposible ayudar a hacer un cambio.
Pero el profeta Muhammad tenía una solución. Comienza a ser amable y a cuidar a las personas más cercanas a ti. Y esa compasión se extenderá y tendrá un impacto en la comunidad en general y más allá.
El profeta Muhammad (la paz sea con él) dijo:
[…] Y quien crea en Allah y el último día, debe ser bueno con su prójimo. (Muslim)
Si cada persona se asegurara de que su vecino sea atendido, le sonriera y lo tratara con respeto, y le preguntara cómo está, piensa en el impacto que podría tener este buen trato. Simplemente tenemos que llegar literalmente a los más cercanos a nosotros, luego esas personas se acercarán a los más cercanos a ellos, y así sucesivamente.
Mostrando compasión por los débiles en la sociedad
Ser amable con nuestros vecinos puede parecer obvio, porque pueden devolver el favor. Pero cuando somos amables con aquellos que creemos que nunca podrán devolver el favor, comenzaremos a ver un cambio real en la sociedad.
Aprendemos de las enseñanzas del Profeta Muhammad que a veces solo se nos da riqueza de Allah debido a aquellos que nos rodean que necesitan de nuestra generosidad. Un compañero con el nombre de Sa’ad tenía la noción de que era superior a los que no estaban tan bien como él. El Profeta, al ver esto en Sa’ad, le dijo:
Tú recibes ayuda y eres proveído debido a los débiles y pobres entre ustedes. (Bujari)
Cuando mostramos compasión por aquellos que no tienen nada, nadie y no tienen nada que ofrecer a cambio, veremos lo mejor de esta vida y la próxima. El profeta dijo:
«Aquel que cuida a un huérfano y yo estaremos así en el Paraíso», y juntó el dedo índice y el dedo medio a modo de ilustración. (Bujari)
Compasión por todos los seres vivos
La amabilidad y la compasión no son solo algo que reservamos para nuestros semejantes.
El Profeta Muhammad (la paz sea con él) nos enseñó que incluso los animales y las plantas merecen nuestro buen trato.
Una vez, el Profeta de la Misericordia habló del perdón de Dios debido al trato humano hacia los animales. Él dijo:
«Un hombre sintió mucha sed mientras estaba en un camino, allí se encontró con un pozo. Bajó hacia el pozo, calmó su sed y salió.
Mientras tanto, vio a un perro jadeando y lamiendo barro debido a la sed excesiva. Se dijo a sí mismo:
‘Este perro sufre de sed como yo’.
Entonces, volvió a bajar al pozo y llenó su zapato con agua y le dió de beber.
Allah le agradeció por ese hecho y lo perdonó». La gente dijo:
«¡Oh Apóstol de Allah! ¿Hay alguna recompensa para nosotros al servir a los animales?»
Respondió:
«Sí, hay una recompensa por servir a cualquier ser vivo».
Un mundo con amabilidad comienza con cada uno de nosotros. El Profeta (la paz sea con él) comenzó la reacción en cadena de la bondad, de la cual todavía sentimos los efectos hoy. Ahora depende de nosotros continuar, mostrar compasión a toda la creación de Allah.
Tenemos el ejemplo, solo tenemos que pedirle a Allah la fuerza.
Fuente: AboutIslam
Acerca de Theresa Corbin
Theresa Corbin es autora de The Islamic, Adult Coloring Book y coautora de The New Muslim’s Field Guide. Corbin es una estadounidense de origen francés y una musulmana que se convirtió en 2001. Tiene una licenciatura en inglés y es escritora, editora y artista gráfica que se enfoca en temas de conversión al Islam, islamofobia, problemas de la mujer y cerrar brechas entre la gente de diferentes religiones y culturas. Es colaboradora habitual de AboutIslam.net y la revista Al Jumuah. Su trabajo también ha aparecido en CNN y Washington Post, entre otras publicaciones. Visita su blog, islamwich, donde habla sobre la intersección de la cultura y la religión.