Lo Siento, Pero No Quiero Vivir Con Mis Suegros
Cuando avanza tu edad te vuelves más y más tu propia persona. Has creado y alimentado tu propia vida y entorno y, en esencia, has creado tu propio nido. ¡Y es algo maravilloso!
Atrás quedaron los días en que simplemente vivías en el hogar de tus padres hasta que tu hogar matrimonial se convertía en tu nueva morada. Muchas mujeres eligen una etapa intermedia en la que ocurren tantas aventuras. En lugar de saltar de la casa de los padres a la casa matrimonial, cambian de ruta a través de cosas como viajar, ser dueñas de su propia casa, trabajar por una carrera lucrativa, por nombrar solo algunas. Por lo tanto, la idea de casarse y establecerse en una vida hogareña con suegros puede parecer casi un paso hacia atrás en lugar de un importante paso hacia adelante.
Para muchas mujeres, no son los suegros quienes son el problema, sino el concepto de vivir en un hogar familiar con límites culturales y sociales que no han tenido que vivir desde que eran adolescentes. La idea de abandonar una vida donde eran libres de ir y venir, vestirse como quieran, asistir a las funciones sociales que quieran o simplemente relajarse en casa en pijama viendo la televisión es algo que llena de temor a las hermanas solteras.
Y no porque sientan que son de alguna manera superiores a una vida con los suegros, sino simplemente porque es un estilo de vida tan ajeno a su actual. Se siente como mudarse con compañeros de casa en lugar de con la familia porque no eres un niña que adquiere nuevos padres, sino una mujer adulta que se muda con otros adultos.
No es raro escuchar que los matrimonios sufren, o incluso terminan, debido a las presiones de vivir con suegros. Y no estoy hablando de telenovelas en las que las típicas suegras malas crean una brecha entre marido y mujer. Estoy hablando de una mujer razonable con suegros perfectamente encantadores y que simplemente no puede lidiar con el estilo de vida relacionado con la familia extendida.
Es fácil etiquetar a estas mujeres como «arrogantes» creyendo que están rompiendo las tradiciones. ¿Es justo esperar que una mujer renuncie a su completo estilo de vida y tenga que adoptar uno con el que no esté contenta solo por el hecho de estar casada?
Y cuando digo «estilo de vida» no me refiero a ese típico y tóxico tipo de vida de la «mujer moderna» que no tiene un respeto aparente por su cultura, familia o ella misma. Me refiero a una mujer adulta con su propia vida que ella misma ha creado. Ese estilo de vida. ¿Y qué cede el marido a cambio?
A cualquier hermana que tenga dudas sobre cómo vivir con los suegros, le digo: sé sincera contigo misma. Vivir con los suegros funciona para unas, pero no para todas. Sé honesta acerca de cómo te hace sentir y no te juzgues a ti misma si no te parece bien.
Fuente: Mvslim