Breve Historia De Bagdad: Desde Su Magnífico Ascenso A Su Trágica Caída
Escrito por Amad Junaid, traducido por Cinthia N. Mascarell
Bagdad: el comienzo de una historia fuerte
El actual Irak se conoce históricamente como «la cuna de la civilización». Es el lugar donde los humanos se establecieron por primera vez en un solo lugar. Esto fue posible gracias a la tierra fértil alrededor de los ríos Tigris y Éufrates. Esta tierra, también llamada Mesopotamia, vio el surgimiento y la caída de grandes imperios antiguos como Babilonia, Asiria y el imperio acadio. Durante el surgimiento del Islam, era gobernado por el imperio sasánida, el último gobernante que fue derrotado por el ejército musulmán en el 638 e. c. Al principio, Irak constituía solo una provincia en el vasto imperio musulmán, pero con el surgimiento del califato abasí en el siglo VIII, se convirtió en el centro de atención cuando el califa Al-Mansur convirtió a Bagdad en la capital del imperio. Esta ciudad se convertiría en el centro de varias tradiciones y culturas ricas durante los próximos quinientos años. Llamamos a esta era la Edad de Oro, antes de ser conquistada y posteriormente devastada por el gobernante mongol Hulagu Khan, nieto de Genghis Khan.
El ascenso de la magnífica capital Bagdad:
El diseño de la ciudad fue una maravilla en la planificación urbana y se lo llamó el «mayor proyecto de construcción del mundo islámico». Al-Mansur se dio cuenta de que su ubicación a orillas del Tigris proporcionaría tanto una metrópolis bulliciosa durante la paz como una ciudadela fuerte en la guerra. Bien versado en los principios de geometría euclidiana, Al-Mansur supervisó de cerca la construcción del perímetro circular. El mismo califa caminó por el suelo para marcar el círculo perfecto para las paredes exteriores de 6 kilómetros de circunferencia y luego colocó el primer ladrillo después de una oración. Las paredes exteriores fueron fortificadas y rodeadas por un canal de agua profundo para mayor seguridad. Se construyeron cuatro puertas, equidistantes del centro, que se conectaban con el centro a través de carreteras rectas, brindando a los centinelas la oportunidad de detectar cualquier problema fácilmente dentro o fuera de la ciudad. Una red de canales de agua llamada Canal Sarat que conectaba el Éufrates con el Tigris agregaba valor visual y probablemente ayudaba al drenaje de la ciudad también. Las cuatro carreteras principales actuaron como los principales bazares (mercados) de la ciudad. En el centro estaba el recinto real con la Gran Mezquita y el Palacio Real con la notable cúpula esmeralda de 130 pies de altura visible desde kilómetros a la redonda.
Dado que Bagdad se construyó sobre la ruta comercial que unía Asia central con tierras orientales, se convirtió en un centro comercial con mercados que ofrecían bienes no solo de todas las partes del mundo musulmán, sino también de Europa y países lejanos como India y China.
Siendo la capital del califato abasí, ganó una posición central en el mundo. Esto resultó en atraer a todo tipo de personas a la ciudad, y esto, por supuesto, resultó en una afluencia de literatura y conocimiento.
El califa Harun al-Rashid estableció la famosa Bayt-al Hikma (La Casa del conocimiento) que se convirtió en un depósito de todo el conocimiento existente en el mundo. Su mayor logro fue la traducción de conocimientos de fuentes griegas, siríacas, indias y persas. La Casa ofrecía un estudio incomparable de ciencias y humanidades no solo a los eruditos musulmanes sino también judíos y cristianos y, en el siglo IX, contaba con la mayor selección de libros del mundo. Bagdad era ahora una gran ciudad cosmopolita que, según Michael Cooperson en su «Baghdad in Rhetoric and Narrative» (Bagdad en retórica y narrativa), era el centro del mundo. El elogio de otro erudito, Abu-Al Qasim (siglo XI), para Bagdad va mucho más allá y dice: «cualquiera que sea el camino que tomes a Bagdad, encontrarás que la belleza misma parece asombrada».
La caída de Bagdad: luchas internas y amenazas externas
Después de la muerte de Harun en 809 d. C., su hijo al-Ma’mun hizo matar a su hermano al-Amin en la lucha por el poder resultante. Estas luchas internas minaron lentamente el poder de Bagdad.
Bagdad también se enfrentaba a la amenaza de los mongoles del este desde la era de Genghis Khan, cuyos sucesores gobernaban una gran parte de Asia Central y China.
Hulagu Khan se propuso conquistar todo en el Medio Oriente hasta el Nilo en 1254 e. c. con un ejército masivo de doscientos mil hombres. El califato en Bagdad se había debilitado pero el orgullo del califa Al-Mustasim fue tal que respondió a las amenazas de Hulagu con estas palabras: «Puedes venir con estrategias y tropas, pero ¿cómo vas a capturar una estrella?» Este falso orgullo y la marcada diferencia en las prioridades es claramente visible en la siguiente anécdota. El gobernante de Mosul (otra ciudad en Irak), Badr al-Din, recibió dos enviados mongoles y abasíes con una solicitud cada uno. Los mongoles le habían pedido catapultas y equipo de guerra, y el califa quería algunas bandas de músicos para Bagdad. Badr al-Din, dijo sobre esto: «¡Miren estas dos solicitudes y lloren por el Islam y su gente!»
El 18 de enero de 1258 e. c. los mongoles rodearon Bagdad y la defensa de Bagdad fue tan ineficaz que el ejército de Hulagu pasó diez días armando sus motores de asedio y en los siguientes seis días las murallas de la ciudad estuvieron bajo control mongol. El 10 de febrero, el califa se rindió a Hulagu en un intento por salvar la ciudad y hacer un trato para seguir gobernando de alguna manera. Hulagu le pidió que desarmara al ejército musulmán y lo haga marchar fuera de la ciudad. El califa obedeció, para horror de los espectadores, pero los soldados desarmados fueron masacrados sin piedad por el ejército mongol. El califa miraba impotente. Después de esto, comenzó el saqueo de Bagdad.
Entre doscientos y ochocientos mil bagdadíes fueron masacrados. La ilustre Bayt al-Hikma fue reducida a cenizas junto con otras escuelas, bibliotecas y mezquitas. Se arrojaron tantos libros al río Tigris que se dice que el agua corría negra por la tinta y por millas enteras. El sistema de canales responsable de los campos fértiles alrededor de Bagdad fue destruido.
Al visitar el palacio del califa, Hulagu le preguntó al califa por qué su casa estaba llena de riquezas que podrían haber sido utilizadas para preparar mejores defensas. El abatido al-Mustasim no tenía nada que decir sino: «Tal fue la voluntad de Dios». Hulagu respondió: «Lo que te sucederá ahora también es la voluntad de Dios». Hulagu trasladó a su ejército de la ciudad el 20 de febrero debido al hedor de los cuerpos en descomposición. El califa tuvo un final violento cuando Hulagu ordenó que los jinetes de su ejército lo mataran pisoteado. La única concesión fue que estuviera envuelto en un saco de cuero porque los mongoles creían que derramar sangre real en el suelo traía desgracia.
Consecuencias:
La caída de Bagdad en 1258 e. c. fue un golpe para la civilización islámica, un acontecimiento importante en la historia islámica que marcó el final de una era de aprendizaje y cultura. Provocó una renovación en el Islam que hizo que se volviera hacia adentro provocando el surgimiento de Tasawwuf y las ciencias del alma (lo metafísico). Esto resultó en una brecha entre el pensamiento musulmán y las ciencias físicas, una brecha que es evidente hasta el día de hoy.
Referencias
Cómo invadir Irak: el estilo mongol: http://www.medievalists.net/2013/08/how-to-invade-iraq-the-mongol-way/
Después de la caída de Bagdad: https://kyotoreview.org/issue-5/after-the-fall-of-baghdad/
Después de la caída de Bagdad: https://www.brookings.edu/opinions/after-the-fall-of-baghdad/