Posted on / in Articulos

La De Los Dos Cinturones: Un Pilar Importante De La Hégira

«En relación con la llegada del nuevo año islámico, una celebración para los musulmanes, muchos hablan del heroico proceso de la Hégira. Sin embargo, como de costumbre, descubres que todos los héroes del Islam son hombres. En su sitio web, dicen que las mujeres son iguales a los hombres, pero esto no es reflejado en la práctica. Los musulmanes hablan todo el tiempo sobre cómo el primer califa fue un buen compañero durante el viaje de la Hégira y cómo todos los muhajirun (emigrantes) fueron heroicos, pero ¿todos los muhajirun fueron hombres? Por favor aclaren».

Respuesta por Dalia Salaheldin
Breve resumen:
  • Asma bint Abu Bakr era conocida por su noble ascendencia y valentía.
  • Ella eligió el Islam cuando tenía casi catorce años y fue la decimoctava persona en aceptar el Islam.
  • Ella ayudó a garantizar el éxito de la Hégira del Profeta junto con el de su compañero Abu Bakr.
  • Cada noche, ajena a la tristeza del oscuro desierto rocoso, Asma llevaba comida y bebida a su padre y su bendito compañero.

 

Salam Querida Nur,

Primero, necesito agradecerte por tu pregunta y por contactarnos.

Antes de responder, me gustaría expresar mis sentimientos hacia tu pregunta. De hecho, leer esta pregunta me dio una pequeña sonrisa de sorpresa.

Recibir una pregunta así, sobre los derechos de la mujer en el Islam, el papel de la mujer en el Islam, el estatus de la mujer en el Islam, etc., no me sorprende tanto como antes.

Al principio, solía preguntarme: «¿Qué tienen las mujeres en el Islam que suscita todas estas preguntas?» Luego, gradualmente, me di cuenta de que estoy mirando desde adentro y no desde afuera.

Habiendo nacido como mujer árabe musulmana que ha vivido toda su vida tratando de ser una musulmana dedicada, nunca me detuve a pensar en ser una mujer musulmana. Eso es simplemente porque, cuando un musulmán piensa desde donde está parado, y eso es desde el interior del mundo del Islam (y me refiero al Islam, no de los musulmanes) él o ella no se detiene y dice: «Soy musulmán» o, «Soy musulmana».

Un musulmán simplemente se detiene y dice: «Soy musulmán», así que un musulmán está diciendo: «Tengo una misión en esta vida para la que tengo una cierta visión; por lo tanto, tengo que implementar mi visión para cumplir con mi misión».

Entender las diferencias

Esto no significa negar que existen diferencias entre hombres y mujeres en el Islam, pero estas diferencias nunca están relacionadas con el estatus, la preferencia, el rol, los deberes o las recompensas.

La diferencia puede existir solo en «cómo» cada uno continúa con su papel en esta vida.

Esta similitud de roles, deberes y recompensas es obviamente clara en el verso coránico que simplemente dice lo que significa:

{Dios les tiene reservado Su perdón y una gran recompensa a los musulmanes y las musulmanas, a los creyentes y las creyentes, a los piadosos y las piadosas, a los justos y las justas, a los pacientes y las pacientes, a los humildes y las humildes, a los que hacen caridades y a las que hacen caridades, a los que ayunan y las que ayunan, a los pudorosos y las pudorosas, a los que recuerdan frecuentemente a Dios y a las que recuerdan frecuentemente a Dios.} (Al-Ahzab 33:35)

Aquí, el versículo muestra que las expectativas son las mismas y las recompensas son las mismas.

Ahora, sin desviarme del punto original de tu pregunta. El punto que estoy tratando de aclarar en esta larga introducción es que dado que los hombres y mujeres musulmanes tienen los mismos deberes y recompensas, ambos han tratado de cumplir con su misión desde el primer día.

Según el Islam, la misión del ser humano en esta vida es servir a Dios. Cuando utilizo el término «ser humano» no me refiero al tipo masculino, sino a la raza humana. Hubiera preferido usar la palabra árabe insan, que indica ambos sexos: masculino y femenino. De todos modos, como ya he mencionado, dado que tanto hombres como mujeres tienen la misma misión, ambos han trabajado para servir a Dios desde el primer día del Islam.

Las primeras mujeres musulmanas

La historia nos dice que el primer musulmán fue una mujer, Jadiya, Madre de los creyentes. Además, el primer mártir fue una mujer, Sumayyah, madre de Ammar ibn Yasir.

Además, la mayor maestra de Hadices proféticos fue una mujer, Aishah, Madre de los creyentes. La historia cuenta tantas y tantas historias sobre grandes mujeres que vivieron para servir a Dios y murieron comprometidas con su misión (que Allah esté complacido con todas ellas).

La vida es un camino largo y tortuoso al que no pueden sobrevivir las mujeres solas, ni los hombres pueden sobrevivir por sí mismos. La belleza de la adoración en el Islam es que como puedes practicarla individualmente, también puedes compartirla con tus seres queridos. De la mano, hombres y mujeres deben compartir sus deberes para lograr su objetivo común: la complacencia de Dios.

Por supuesto, esto fue lo que sucedió durante el viaje de la Hégira, como ha sucedido y siempre debe ocurrir en cualquier otro culto. Los hombres Muhajirun emigraron de La Meca a Medina y las mujeres Muhajirun hicieron lo mismo.

Ambos dejaron a su amada Meca, junto con sus pertenencias, recuerdos, seres queridos y familias, y emigraron a la tierra donde podrían sobrevivir con su fe en la Unicidad.

Fue duro para los hombres y podría haber sido aún más duro para las mujeres. Simplemente dejar ir todo lo que alguna vez has amado y a lo que has estado apegado para perpetuar una idea que ha convencido tanto a tu corazón como a tu mente no podría haber sido fácil.

Asma, la de los dos cinturones

Por tu pregunta, entiendo que necesitas que te narre la historia de una de las mujeres. Elegí narrar la historia de una mujer cuya acción fue un pilar del éxito de la migración del Profeta del Islam. De hecho, cada musulmán le debe agradecimiento y aprecio hasta el día de hoy. Esta mujer es Asma, la de los dos cinturones.

Ella era Asma, hija de Abu Bakr, el primer califa y Compañero del Profeta Muhammad (la paz sea con él). Y era conocida por su noble ascendencia y valentía. Ella eligió el Islam cuando tenía casi catorce años y fue la decimoctava persona en aceptar el Islam.

Su papel durante la Hégira no fue solo el de uno de los Muhajirun que dejaron su pasado atrás, buscando una tierra donde la libertad de culto estuviera garantizada, sino que ayudó a garantizar el éxito de la Hégira del Profeta junto con el de su compañero Abu Bakr.

Durante los primeros días de la Hégira del Profeta, él (el Profeta) y Abu Bakr tuvieron que esconderse durante un par de días en una pequeña cueva conocida como la Cueva de Thawr en una montaña rocosa del mismo nombre. Solo los elegidos sabían dónde se escondían los dos grandes hombres. Entre los elegidos estaba Asma (que Allah esté complacido con ella).

Cada noche, ajena a la tristeza del oscuro desierto rocoso, Asma llevaba comida y bebida a su padre y su bendito compañero. Una joven de su edad no debería haber corrido el riesgo de encontrarse en un lugar rocoso, montañoso y desértico de noche, sobre todo con las amenazas políticas dirigidas a ellos debido al estatus de su padre.

Coraje y dedicación

Sin embargo, Asma fue. ¿De qué otra manera recibirían nutrición los dos grandes hombres?

Tuvieron que esconderse hasta que los hombres Quraish dejaran de buscarlos. Asma sabía esto y sabía la importancia de su misión para ayudar a mantener con vida a esos dos hombres. Era la misión de mantener viva la fe.

Recibió su conocido título de «La de los dos cinturones» por un gesto que hizo durante su misión. Queriendo llevar tanto comida como bebida, no tuvo más remedio que rasgarse el cinturón en dos partes; una parte para la comida y una parte para el agua. El Profeta Muhammad la llamó «Asma, la de los dos cinturones». Luego le prometió que Dios le daría dos cinturones en el Paraíso.

En su búsqueda de los dos hombres fugitivos, Abu Yahl (un gran enemigo del Profeta) fue a Asma y le preguntó por su padre. Asma no le dio información y su castigo fue una bofetada en la cara que rompió sus aretes. Una mujer de su dignidad y respeto por sí misma no habría tolerado un incidente así si no fuera por el bien de una causa respetada y un objetivo más digno.

Una gran mujer

Narrar la vida de Asma tomaría páginas de detallados incidentes heroicos.

Vivió hasta los cien años con la misma sinceridad digna por la causa y con la misma fuerza de carácter y de fe. El pequeño incidente que narré es solo un ejemplo de cuántas grandes mujeres sirvieron al Islam.

Ya sea musulmana o no, la mujer es una gran creación de Dios, así como el hombre, es una gran combinación de emociones, pensamientos, lógica y sentimientos que deben interpretarse en hechos e historia. Si los hombres o las mujeres eligen servir a Dios, la grandeza está en Aquel a quien se sirve y nunca en el género que sirve.

Espero que lo anterior haya dado una respuesta suficiente. En caso de que necesites saber más, no dudes en contactarnos nuevamente.

Gracias y mantente en contacto.

Salam.

 

 

Fuente: AboutIslam

 

Acerca de la hermana Dalia Salaheldin

La hermana Dalia Salaheldin es: – Instructora y consultora de diálogo interreligioso e intercultural – Conferencista y oradora sobre el discurso interreligioso e intercultural – Instructora de árabe y lengua coránica en la Universidad Americana de El Cairo – Instructora de discurso y diálogo interreligioso e intercultural – Una fundadora del sitio web Reading Islam – Una escritora bilingüe y poeta – Una activista social y política que ha viajado por todo el mundo – Una asesora de desarrollo humano y practicante de medicina alternativa