La «Islamización» De Occidente A Través De La Islamofobia
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Islamización: (sustantivo verbal) es una palabra creada por los teóricos de la conspiración de extrema derecha y por la fábrica de degradación antiislámica, que significa que el Islam, no el Islam real, sino el mito inventado por los propios islamófobos, se está apoderando de una región.
Sucedió cuando el autoproclamado experto en terrorismo, Steve Emerson, afirmó falsamente en Fox News que «existían varias zonas musulmanas restringidas en áreas de Estados Unidos, Inglaterra, Francia y otros países occidentales. […] La ‘ley Sharia’ esencialmente anuló las leyes de los países en los que se ubicaban dichas zonas, y la policía local evitaba intervenir en las áreas afectadas». El término «islamización» entonces empezó a usarse.
Pero, ¿hay algo de verdad detrás de esta afirmación? Absolutamente. Olivia Rudgard, corresponsal de asuntos religiosos de The Telegraph escribe: «El Islam es la única religión que crece más rápido que la población mundial». Un área importante de crecimiento: Occidente.
Pero este crecimiento, esta «islamización», se parece muy poco al sueño febril que Fox «News» intenta vender al público estadounidense. La difusión del Islam no ha llegado con tribunales o la opresión de las mujeres o el abuso hacia otras religiones. En vez de ello, ha venido con educación, modestia, finanzas y, como era de esperar, grandes apetitos.
Teniendo en cuenta el crecimiento en occidente del Islam en términos de tasas de conversión, los medios de comunicación publican historias preguntándose quién, por qué, cómo esto podría ser…¿Por qué el Islam?
Los siempre confusos medios de comunicación han hecho todo lo posible para comprender este fenómeno, excepto una cosa: comprender realmente el Islam. Pero esto es exactamente lo que está haciendo su audiencia. Y cuanto más islamófobo es el mensaje de los medios, más se invita a los mal llamados expertos en terrorismo en los segmentos de noticias para predicar hechos erróneos sobre el Islam, más gente se acerca al Islam.
Porque, a decir verdad, la fórmula es simple. Cuanto más fuerte los islamófobos gritan «lobo» (léase: difunden conceptos erróneos sobre el Islam/equiparan el comportamiento no islámico de los musulmanes con el Islam mismo), más personas se sienten intrigadas por conocer la verdad de esta religión aparentemente tabú.
Dale Jones, analista de datos y especialista en mapas del Censo de Religiones especula que «el estallido del sentimiento antiislámico después de los ataques del 11 de septiembre hizo crecer más la presencia de la religión en Estados Unidos en vez de frenarla», dice Jones. «Rara vez la oposición es una herramienta muy eficaz para detener el crecimiento de un movimiento».
Y así, el Islam crece gracias a una extraña psicología inversa que los islamófobos ni siquiera saben que están propagando. Cuanto más hay algo en las noticias, incluso cuando es negativo o quizás porque es negativo, más personas sienten curiosidad por él.
Cuando el político holandés e islamófobo, Arnoud van Doorn, se convirtió al Islam en 2013, fue porque por primera vez se sentó y escuchó a musulmanes reales. Aprendió algo real sobre el Islam, algo más allá de los informes noticiosos muy prejuiciosos y los lobbies gubernamentales islamófobos, los teóricos de la conspiración y los mitos.
Como dijo el político suizo y ex defensor de la prohibición de los minaretes en Suecia, Daniel Streich, después de su conversión en 2005:
El Islam me ofrece respuestas lógicas a importantes preguntas de la vida.
Esto también fue cierto para Shariffa Carlos, quien escribe:
La historia de cómo me convertí al Islam es una historia de planes. Hice planes; el grupo con el que estaba hizo planes, […] para destruir el Islam». Carlos, después de estudiar el Islam con la intención de «ayudar» a las mujeres musulmanas a apostatar, descubrió: «Sin embargo, una vez que comencé a aprender, comencé a sentirme intrigada por este mensaje. Tiene sentido. […] Sabía que era la verdad.
A medida que la difamación de los medios y la influencia islamófoba se intensifican, muchas personas de conciencia y curiosidad en Occidente desean comprender más. Este fue el caso de Laura, quien escribe:
Un periódico canadiense había publicado una serie de artículos que atacaban al Islam utilizando ejemplos de comportamiento anti-islámico de algunos musulmanes en un intento de denigrar al propio Islam.
Laura continúa,
Los no musulmanes tienden a juzgar al Islam por el comportamiento (incluso cuando no es islámico) de los musulmanes. Todavía no era musulmana, pero los artículos eran tan escandalosos que envié una carta al editor en defensa del Islam. Sentí curiosidad por el Islam. […] Entonces, después de familiarizarme con lo que es básicamente el Islam y cuáles son los deberes y la conducta adecuada de una persona musulmana, además de pensar y reflexionar, me sentí lista para aceptar el Islam y vivir como musulmana.
Pero en cuanto al fenómeno de la «islamización», es decir, los individuos que abrazan el Islam como consecuencia de la islamofobia, este proceso va más allá de simplemente aprender lo que está detrás de la difamación del Islam. Esa difamación, para que sea eficaz, también tiene que ver con convertir en tabú, en el foro de los medios de comunicación públicos, las prácticas islámicas que en realidad son psicológica y socialmente positivas y que afirman la vida. Y arrojar luz sobre esas prácticas tiende a conducir a una opinión favorable sobre el Islam y los musulmanes.
A medida que la oposición a cualquier cosa que huela a Islam se hace cada vez más fuerte sobre cosas inocuas y arbitrarias como el hiyab, multitudes de personas preguntan, sinceramente, «¿Por qué los musulmanes hacen eso?» En el caso del hiyab, lo que están descubriendo es que en la mayoría de los casos este código de vestimenta tiene poco que ver con la opresión de las mujeres musulmanas y más con el empoderamiento de rechazar la cosificación y cerrar la mirada masculina.
Y así, la curiosidad marca el comienzo de una era en la que los grandes almacenes, las líneas de ropa deportiva y de lujo han comenzado a diseñar y vender ropa modesta e incluso hiyabs. Como informa CNN, «vestirse con modestia es un movimiento cultural global en aumento». La marea definitivamente está cambiando.
Es posible que algunos nunca abrazen el Islam, pero sin embargo abrazan el concepto islámico de modestia. Mientras que otros están llegando al Islam a través del hiyab como Jessica Rhodes, cuya curiosidad comenzó con una «experiencia de un día de usar hiyab [y] ha llevado a una británica de 21 años a leer más sobre el Islam y finalmente a abrazar la religión».
Con el crecimiento de la modestia islámica, una variedad de otras ideas y éticas islámicas se han arraigado en Occidente. La comida halal se ha popularizado con el advenimiento de la carne tratada éticamente y el éxito masivo de The Halal Guys a pesar de o quizás debido a la histeria de la carne halal. Las finanzas islámicas están ganando popularidad. La barba se ha normalizado para los hombres en todos los ámbitos de la vida.
Los ignorantes pueden gritar «la Sharia se apodera de ustedes» todo lo que quieran sin siquiera comprender lo que están diciendo. Aquellos que los escuchan están descubriendo la verdad. Y lo que están aprendiendo es que el Islam ha estado en Occidente durante más de un milenio, que el Renacimiento no habría sucedido sin el Islam.
Están aprendiendo que el Islam no es como se ve en la televisión, sino que es una forma de vida que exige dignidad para todo ser humano, que está en sintonía con la naturaleza y exige que sus seguidores obedezcan las leyes del país en el que viven. La gente está aprendiendo que el Islam se trata de un despertar espiritual y un recuerdo de dónde venimos y hacia dónde vamos.
La respuesta a la pregunta: ¿por qué el Islam se está extendiendo en Occidente? Yace en las semillas sembradas por sus opositores. ¿Por qué? Porque:
Ellos planearon, pero Dios desbarató sus planes, porque finalmente Dios es el que mejor planea. [Surat Al-Anfal, 8:30]
Fuente: Revista Al-Jumuah