Haciendo Frente A Los Insultos A Los Profetas
LOS MUSULMANES DE TODO el mundo se sienten profundamente heridos por las caricaturas de nuestro amado Profeta Muhammad ﷺ en varias publicaciones occidentales. De vez en cuando, algunos medios de comunicación occidentales provocan a los musulmanes insultando al Profeta ﷺ. El cebo a menudo consigue provocar la indignación y la violencia esporádica de los musulmanes.
¿Respetar los límites de la libre expresión?
La campaña de difamación comenzó con la caricatura de un periódico danés que retrataba al Profeta Muhammad ﷺ como un terrorista. Para colmo de males, los periódicos noruegos, franceses, alemanes, holandeses y algunos otros periódicos reimprimieron las caricaturas difamatorias para «defender», según decían, la libertad de expresión.
El verdadero problema no es la libertad de expresión. La libertad de expresión no es y nunca tuvo la intención de ser absoluta. Hay leyes en Occidente que prohíben ciertos tipos de discurso, incluidos los que incitan al antisemitismo, el racismo y la violencia. Además, algunos países tienen leyes contra la blasfemia y la difamación. Para los musulmanes, prohibir la blasfemia contra Dios y el Profeta Muhammad ﷺ tiene una mayor prioridad.
Traspasando los límites
El hecho de que los periódicos europeos reimprimieran las caricaturas ofensivas para mostrar solidaridad con su contraparte danesa parece similar al complot que los líderes Quraish habían tramado para asesinar al Profeta Muhammad ﷺ.
Los autores intelectuales habían pensado que incluir a representantes de las principales tribus de La Meca en el atroz complot haría imposible que el clan del Profeta, los Banû Hâshim, pudiera vengarse. Pero Allah quiso que el Profeta ﷺ emigrara ileso a Medina mientras los conspiradores asediaban su casa.
Occidente también subestima la reverencia de los musulmanes por su amado Profeta y, por lo tanto, está sorprendido por la feroz reacción islámica ante un insulto contra él. Pocos en Occidente saben que para los musulmanes amar a su Profeta más que a sí mismos es una cuestión de fe, no de elección.
Falsificando la historia
Además, la descripción del Profeta Muhammad ﷺ como terrorista es una falsificación de la historia. La gente lo consideraba «Al-Amîn», el digno de confianza, incluso antes de ser profeta. Una vez, cuando algunos de sus seguidores le pidieron que invocara la ira de Dios sobre los enemigos, se negó diciendo que había sido enviado como misericordia para la humanidad.
Los intelectuales occidentales objetivos han reconocido el carácter superior del Profeta Muhammad ﷺ. En su libro «Los 100, un ranking de las personas más influyentes en la historia«, Michael H. Hart clasificó al profeta Muhammad en el puesto número 1 porque «fue el único hombre en la historia que tuvo un éxito supremo tanto en el nivel religioso como en el secular».
Alphonse de Lamartine, renombrado escritor francés del siglo XIX, dijo lo siguiente sobre el profeta Muhammad: «En cuanto a todos los estándares por los cuales se puede medir la grandeza humana, bien podemos preguntarnos, ¿hay algún hombre más grande que él?»
¡Mordiendo el anzuelo!
Desafortunadamente, algunos musulmanes olvidan que amar a su Profeta significa seguirlo. Atacar a las embajadas occidentales, como lo hicieron en algunos países musulmanes, para vengar el insulto al Profeta Muhammad ﷺ es un perjuicio para él. La reacción violenta solo sigue el juego de quienes desean reforzar el estereotipo negativo sobre los musulmanes.
¿Necesitan los musulmanes recordar que el Profeta Muhammad ﷺ perdonó al pueblo de Ṭâif que había rechazado su mensaje de monoteísmo y lo apedreó hasta hacerlo sangrar? La tradición islámica dice que cuando el Arcángel Gabriel pidió su permiso para castigar a los perpetradores, el Profeta ﷺ hizo duaa para que algún día los habitantes de Ṭâif dejaran sus ídolos y adoraran solo a Dios. A los pocos años lo hicieron.
El sirviente del Profeta Muhammad una vez notó su disposición perdonadora y dijo:
Serví al Profeta durante diez años, y él nunca me dijo ufff (una palabra que indica impaciencia) y nunca me culpó diciendo: «¿Por qué lo hiciste o por qué no lo hiciste? (Bukhâri y Muslim)
Los archienemigos del Profeta Muhammad odiaron su mensaje y le lanzaron insultos maliciosos, a los que respondió con paciencia. Años más tarde, cuando regresó como vencedor a La Meca, su ciudad natal de la que se había visto obligado a abandonar, preguntó a sus asombrados ciudadanos:
¿Qué creen que les voy a hacer? Dijeron: “Eres un hermano noble, hijo de un hermano noble; solo esperamos el bien de ti». El Profeta respondió con una amnistía general.
¿Cómo funcionan las libertades?
Que los musulmanes no olviden que el Profeta ﷺ alentó la libertad de expresión. En la Batalla de Badr, cambió el campo de batalla en contra de su propia opinión debido a los apasionados consejos de algunos jóvenes soldados.
Parte del éxito actual de Occidente es la libertad —de expresión, de pensamiento y de religión— que atrae a los musulmanes, dejando sus sociedades oprimidas por monarquías o régimenes militares. Por eso, los musulmanes deberían estar agradecidos con Occidente. Después de todo, la libertad es un valor islámico que Occidente ha abrazado mientras que las sociedades musulmanas han perdido.
Defender al Profeta Muhammad ﷺ requiere permitir la libertad de practicar la compasión y el perdón, como lo hizo él. Durante su vida soportó los insultos con magnanimidad y dedicó su tiempo a difundir el mensaje de Allah. De hecho, nunca se vengó de nadie por un delito que le afecte personalmente. ¿Realmente podemos respetarlo con represalias violentas?
¿Libertad para insultar?
Los musulmanes deberían convertir estos episodios extremadamente dolorosos en algo positivo, enseñándole al mundo lo que el Profeta ﷺ significa para nosotros y cómo fue su vida.
En cuanto a Occidente, realmente existe la necesidad de reexaminar la noción de libertad de expresión. Sin salvaguardias, el ejercicio de esta libertad puede resultar letal, como hemos visto. Uno puede preguntarse si es moralmente defendible provocar violencia, causar la muerte y crear un conflicto de civilizaciones por la libertad de expresión de un dibujante.
Occidente ya tiene leyes para proteger la libertad religiosa, que los musulmanes y otras personas de fe admiran. Lo que ahora necesita hacer es proteger esta libertad de ser pisoteada por una libertad de expresión desenfrenada. Nadie debería tener que insultar al Profeta Muhammad, Jesús o Moisés para hablar libremente.
Romper el ciclo a través de la educación
Podemos convertir estas caricaturas negativas y maliciosas en algo positivo si aprendemos sobre el Profeta, lo seguimos y educamos a otros sobre sus enseñanzas.
Dios describió al Profeta ﷺ así:
Eres de una naturaleza y moral grandiosas. [Sûrat Al-Qalam, 68: 4]
En otra aleya Dios dijo:
En el Mensajero de Dios hay un bello ejemplo para quienes tienen esperanza en Dios, [anhelan ser recompensados] en el Día del Juicio y recuerdan frecuentemente a Dios. [Sûrat Al-Aḥzâb, 33:21]
Por decisión divina, el estatus de Muhammad fue elevado para siempre:
«…y he elevado tu renombre» [Sûrat Al-Inshirâḥ, 94: 4]
A los musulmanes se les ordenó mantener la voz baja en presencia de Muhammad, por respeto:
Oh, creyentes! No levanten sus voces sobre la voz del Profeta, y no hablen con él del mismo modo que hablan entre ustedes, pues sus obras se podrían malograr sin que se dieran cuenta. Quienes bajan sus voces cuando están en presencia del Mensajero de Dios son aquellos a los que Dios purificó sus corazones, infundiendo en ellos el temor devocional. Ellos recibirán perdón y una recompensa magnífica. [Sûrat Al-Ḥujurât, 49: 2-3]
Mientras que otros profetas fueron enviados solo a su propio pueblo, Muhammad fue nombrado mensajero para toda la humanidad. Y como tal se le pidió que declarara:
Di [oh, Muhammad]: «¡Oh, gente! Soy el Mensajero de Dios para todos ustedes. A Él pertenece el reino de los cielos y de la Tierra, nada ni nadie merece ser adorado salvo Él, da la vida y la muerte». [Sûrat Al-Arâf, 7: 158]
En el Día del Juicio será el único mensajero que interceda ante Dios para buscar el perdón de los malhechores.
Lo bueno está en las manos de Dios
Por blasfemas que sean las caricaturas, creemos que detrás de todos los eventos está el pre-decreto y la sabiduría de Dios que los seres mortales comprenden completamente solo en retrospectiva. Al final, estos incidentes profundamente dolorosos se considerarían beneficiosos para la imagen del Profeta ﷺ.
Un ejemplo de ello es el verso: Te he concedido [¡oh, Muhammad!] una victoria evidente. [Sûrat Al-Fatḥ, 48: 1]. Cuando se reveló este versículo, incluso algunos de los musulmanes más ejemplares no pudieron entender cómo el hecho de que los enemigos les impidieran realizar una peregrinación podría ser una victoria manifiesta. El Profeta Muhammad ﷺ acababa de firmar un tratado con los no musulmanes de La Meca que imponía restricciones injustas a los musulmanes.
El Profeta ﷺ juró por Dios que no importa cuán restrictivo pareciera este tratado, era una clara victoria para los musulmanes. En unos pocos años, la victoria se hizo muy clara cuando los musulmanes marcharon hacia la Meca, no solo como peregrinos sino como vencedores.
Haciendo nuestra parte
Nuestro amor por el Profeta Muhammad ﷺ no se puede expresar excepto siguiéndolo. Si hacemos eso, veremos cómo Dios puede convertir estos dolorosos episodios en una gran oportunidad para la causa islámica.
Fuente: Revista Al-Jumuah