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¿Cómo es la vida de Dios y cuál es Su propósito de existir?

«No soy musulmán, pero el Islam me parece una religión lógica. Estoy de acuerdo en que hemos sido equipados con un cerebro limitado, pero según el Corán, ¿cómo es la vida de Dios y cuál es el propósito de Su existencia?»

Respuesta

Salam, estimado lector,

Gracias por tu profunda y valiosa pregunta y por contactarnos.

Esta pregunta dice mucho sobre ti y tus intereses. Aquellos que se interesan en Dios y en conocerlo son lo mejor de la creación. De hecho, conocer a Dios es un objetivo de nuestra creación, ya que, en sí mismo, es un requisito previo para adorar y amar a Dios, Majestuoso en Su alabanza.

Por supuesto, como seres humanos, necesitamos conocer a Dios. Y viendo nuestras capacidades intelectuales y espirituales, junto con nuestras limitaciones para penetrar las diferentes capas de la existencia bajo las que vivimos, no hay mejor manera, de hecho, no hay manera del todo, de conocer genuinamente acerca de Dios excepto a través de Dios.

Habiendo dicho eso, ahora, como se menciona en tu pregunta, debemos volver al majestuoso Corán, la palabra de Dios, al igual que las versiones originales del Antiguo y Nuevo Testamento.

Los musulmanes creemos que el Corán es la última escritura de Dios y un océano sin orillas que contiene todas las joyas del conocimiento y la gnosis. Este es el Corán, el mejor libro para desarrollar nuestro conocimiento de Dios hasta el fin de los tiempos. Tiene todo el conocimiento que requiere la búsqueda ontológica y epistemológica de un ser humano auténtico.

Lo que es verdad acerca del océano es verdad acerca del Corán. Las más preciosas de las piedras preciosas del mar son a la vez las más raras y las más difíciles de encontrar en los rincones más profundos. Y aquí es donde comenzaremos a ahondar para dar respuesta a tu valiosa pregunta.

En esencia, preguntaste sobre dos cosas; la vida de Dios y el propósito de Su vida. Atendiendo a la primera pregunta, el primer asunto que tenemos que tratar es el siguiente.

Cuando hablamos de vida, nuestra percepción seguramente estará teñida de nuestra propia experiencia de la vida (con todas sus etapas, nacimiento, muerte, envejecimiento, etc.), los requisitos básicos para crearla (territorio espacial, tiempo, inicio, sustento, alimentación, etc.), y otras contrapartes “vivas”, con quienes estamos ligados en relaciones de interdependencia y nos sirven como puntos de referencia para juzgar la calidad, duración y bienestar de nuestra vida, entre muchos otros ejemplos.

Nada de lo que se menciona arriba es verdad acerca de Dios, ni de cerca ni de lejos. ¿Por qué? ¿Cómo lo sabemos? Es Dios, y solo Dios, quien tiene el conocimiento autoritativo de los Suyos.

Prestemos atención a las palabras de los ángeles que se hacen eco en lo siguiente:

Dijeron: «¡Glorificado seas! No tenemos más conocimiento que el que Tú nos has concedido, Tú todo lo conoces, todo lo sabes». (Al-Baqarah 2:32)

Y esto es lo que nos dice:

Di: «Él es Al-lah, Uno. Al-lah es el Absoluto. No engendró ni fue engendrado. Y no hay nada ni nadie que sea semejante a Él». (Al-Ijlas 112: 1-4),

No hay nada ni nadie semejante a Dios. (Ash-Shura 42:11),

Y lo más importante es:

¡Dios! No existe nada ni nadie con derecho a ser adorado excepto Él. (Al-Baqarah 2: 255)

Volviendo a nuestros gnósticos y teólogos, deben tenerse en cuenta las siguientes ideas. Si vamos a pensar en la vida de Dios basándonos en los parámetros discutidos anteriormente, se deben aplicar los siguientes principios.

Primero, cuando se contemplan todos los versículos antes mencionados junto con las muchas, muchas referencias de la naturaleza libre de necesidad de Dios, se llega al siguiente dictamen teológico islámico. Hay un solo «ser imprescindible» (y una cosa de ser, en términos de existencia o vida).

Entonces, el ser de Dios es necesario e imprescindible. Es decir, puedes pensar en un gato, por ejemplo, pero pensar en él no significa necesariamente que ese gato realmente exista. El ser de Dios, entonces, es necesario, o toda la creación no podría haber sido sin Él.

La segunda cosa que aprendemos sobre el ser de Dios, que también está relacionada con la segunda parte de tu pregunta, es Su autosuficiencia. No necesita dormir o descansar cuando es Él Quien sostiene a toda Su creación. Dios no necesita nada ni a nadie para sostener Su ser.

En tercer lugar, también, Su ser no tiene fin ni principio.

En cuanto al propósito de Dios, como lo expresas, el Corán dice lo siguiente. El ser de Dios no está dictado por una meta o propósito final, por muchas razones. Primero, Dios no necesita nada para Su realización personal, ni siquiera la adoración de nosotros los humanos, junto con toda Su creación (entre muchos otros ejemplos, ve el capítulo 6, versículo 133, y el capítulo 22, versículo 64).

Aún así, según lo que afirman muchos teólogos y gnósticos, lo más supremo es el amor y el conocimiento de Dios de los suyos, por los suyos, a los suyos, ya que nuestras obras más piadosas no Le benefician en lo más mínimo.

Además, nuestros peores pecados no dañan ni ponen en peligro ninguna de Sus intenciones. Entonces, el propósito de Dios, si tal cosa es correcto decirlo, solo está relacionado y solo es conocido por Su esencia Majestuosa.

La razón de toda esta trascendencia en el Islam y el Corán es simple. La perfección, la belleza y el rigor de Dios son tan abrumadores para toda la creación que no existe ningún ser de ningún tipo que pueda abarcar la realidad, la perfección, la belleza y el rigor de Dios. Por eso los teólogos musulmanes afirman que cualquier cosa que uno piense de Dios, Dios es diferente a eso.

Para ir más allá, el Corán enfatiza una relación intrínseca entre el conocimiento de lo divino y cómo el poseedor de tal conocimiento debe moldear y colorear su relación con su amado Dios.

Ya que eres un buscador del conocimiento de lo divino, me gustaría compartir contigo el siguiente versículo que arroja luz sobre los efectos del conocimiento de Dios para un buscador de Él:

A Dios pertenece el reino de los cielos y de la Tierra. Dios es sobre toda cosa Poderoso. En la creación de los cielos y de la Tierra, y en la sucesión de la noche y el día, hay signos para los dotados de intelecto, que invocan a Dios de pie, sentados o recostados, que meditan en la creación de los cielos y la Tierra y dicen: «¡Señor nuestro! No has creado todo esto sin un sentido. ¡Glorificado seas! Presérvanos del castigo del Fuego. ¡Señor nuestro! A quien condenes al Fuego lo habrás deshonrado, porque los opresores no tendrán quién los auxilie. ¡Señor nuestro! Hemos oído a quien convocaba a la fe, diciendo: ‘Crean en su Señor’, y creímos. ¡Señor nuestro! Perdona nuestros pecados, borra nuestras malas acciones y, al morir, reúnenos con los piadosos. (Aal ‘Imran 3: 189-193)

También tengo el siguiente versículo para compartir:

La vista [de los seres humanos] no puede abarcarlo, pero Él sí ve [a todos Sus siervos]. Él es el Sutil y el Conocedor. Han recibido evidencias de su Señor. Quien las comprenda será en beneficio propio, pero quien se enceguezca lo hará en detrimento propio. [Diles:] «Yo no soy su custodio». Así es como evidencio los signos, aunque [los que se niegan a creer] dicen: «Lo has aprendido de otros». Pero lo hago claro para la gente que tiene conocimiento. (Al-An’am 6: 103-105).

Espero que esto responda tu pregunta. Por favor mantente en contacto.

Salam.

 

Fuente: About Islam