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10 consejos para acercarte a tu vecino no musulmán

Por El-Sayed M. Amin

 

El vecino tiene un estatus especial en el Islam.

El Islam anima a los musulmanes a tratar a sus vecinos de una manera amable que refleje el espíritu verdadero y genuino del Islam, personificando su tolerancia, especialmente con personas de otras religiones.

No importa si los vecinos son musulmanes o no musulmanes. Aisha, la Madre de los Creyentes, declaró que una vez le preguntó al Profeta (la paz sea con él):

¡Oh Mensajero de Al-lah! Tengo dos vecinos. ¿A quién debo enviar mis regalos?

Él dijo:

A aquel cuya puerta está más cerca de ti. (Al-Bujari, 6220)

Se desprende claramente del hadiz anterior que se anima a los musulmanes no solo a tratar a nuestros vecinos con amabilidad, sino también a intercambiar regalos con ellos. La redacción del hadiz no indica si la persona con la que intercambiamos regalos es musulmán o no.

Se informó que el Profeta tenía un vecino que solía lastimarlo e insultarlo cada vez que lo veía. Pasaron algunos días sin que el Profeta recibiera su parte del abuso de este hombre. Pensando que debía haber alguna razón detrás de la ausencia del hombre, lo visitó y lo encontró enfermo.

El hombre se preguntó cómo pudo el Profeta corresponder su maltrato con un comportamiento tan bueno. Para él, un carácter tan noble como el que enseña el Islam era completamente nuevo.

Si tus vecinos son parientes y musulmanes, entonces tienen tres derechos sobre ti: el derecho del vecino, el derecho del pariente y el derecho del correligionario.

Si no son musulmanes y son parientes, tienen dos derechos: el de vecino y el de pariente. Y si no son musulmanes fuera de la familia, solo les debes el derecho del vecino.

Refiriéndose a esto, Dios Todopoderoso dice:

Hagan el bien a sus padres, a sus familiares, a los huérfanos, a los pobres, a los vecinos parientes y no parientes, al compañero, al viajero insolvente y a quienes están a su servicio. Dios no ama a quien se comporta como un arrogante jactancioso. (4:36)

Basta decir que el Profeta declaró en un hadiz que el ángel Gabriel seguía exhortándolo a tratar a los vecinos con amabilidad hasta que el Profeta llegó a pensar que un vecino podía heredar de su vecino.

A continuación se presentan algunos consejos sobre cómo acercarte a tus vecinos no musulmanes de una manera amable que ejemplifique los modales islámicos:

1-Sé bueno con tu prójimo

Ser bueno con los vecinos no se limita solo a aquellos que comparten el mismo edificio contigo.

Tu compañero de cuarto en el dormitorio es tu vecino; la persona sentada detrás de ti o junto a ti en un autobús o en una parada de autobús es tu vecino; el que comparte tu oficina en el trabajo es tu vecino; la persona que disfruta del aire libre junto a ti en un jardín público también es un vecino. Deberías tratar a todas esas personas con amabilidad.

2- Mantén buenas relaciones con ellos

Preséntate y presenta a tu familia a tus vecinos cuando te mudes a un lugar nuevo o cuando se muden nuevos vecinos.

Esto también ayudará a aliviar cualquier temor o tensión que puedan tener sobre los musulmanes. Además, no olvides despedirte cuando tú o ellos se muden a otro lugar.

3- Cuida de ellos

Cuídalos continuamente, especialmente en momentos de necesidad y angustia.

Si un vecino es anciano o tiene una enfermedad crónica, ofrécete a hacer los mandados o comprar cosas para él.

4- Socializar

Al tratar con vecinos, es más seguro tratar con personas del mismo sexo que tú. Esto no significa que debas dejar de socializar en el trabajo o la escuela con tus compañeros de trabajo no musulmanes o compañeros de clase del sexo opuesto, pero ten cuidado con las trampas de Satanás. La socialización fuera de horario debe ser con personas del mismo sexo.

5- Ser indulgente

Mientras socializas con no musulmanes, ten cuidado de no comprometer tu credo y principios. Por ejemplo, no salgas a beber con ellos. Te respetarán más por ceñirte a tus principios que por romper las reglas.

6- Cuidar y compartir

Además de compartir ideas, puedes compartir comidas con ellos invitándolos a cenar el fin de semana o aceptando su invitación a la misma, siempre que les hagas saber tus restricciones dietéticas como musulmán.

7- Comparte cosas comunes

Realicen visitas mutuas para que las familias puedan interactuar de manera constructiva. Si la discusión se vuelve hacia la religión, enfócate en áreas de terreno común.

Por ejemplo, si tus vecinos son cristianos, entonces no debes entrar en una discusión inútil con ellos acerca de si Jesús es Dios encarnado o no. Más bien, diles en qué medida el Islam honra a todos los profetas y mensajeros de Dios en su conjunto, y que a Jesús se le otorga un estatus especial entre los profetas y mensajeros de Dios.

8- Representa a tu Din (forma de vida)

Mientras socializas con los vecinos, presenta tu din de la mejor manera. Si te enfrentas a una pregunta difícil sobre el Islam, no te avergüences de detenerte un momento y decirles que intentarás ponerte en contacto con una persona con más conocimientos para buscar orientación sobre el tema planteado. Por lo tanto, deben mejorarse los puntos en común y nunca deben plantearse áreas de disensión.

9- Invita al Islam con sabiduría

Si tus vecinos muestran interés en el Islam, invítalos a asistir a eventos islámicos, e incluso a que te acompañen a la mezquita para ver cómo es. Puede ser que sus corazones se ablanden ante el Islam, y si siguen siendo no musulmanes, al menos has logrado romper la barrera.

También puedes visitar la iglesia donde rezan tus vecinos si te invitan a hacerlo, pero aquí debes tener cuidado de no realizar ningún acto que tu religión prohíba. En resumen, se solo un monitor atento.

10- Se amable

Ten siempre presente la gran recompensa que te espera en el Más Allá cuando muestres bondad a un vecino.

 

Fuente: Acerca del Islam