El Profeta Muhammad es atacado en La Meca
Como nuevo converso al Islam, ¿qué debes hacer si te encuentras en un entorno hostil y eres objeto de ataques y abusos por ser visiblemente musulmán (por ejemplo, usar hiyab o tener barba)?
En esta situación, es probable que la sensación de injusticia que sientas sea muy fuerte. Este es un sentimiento perfectamente natural.
Pero la paciencia es la clave para lidiar con el abuso y hacer frente a la injusticia.
Hagas lo que hagas, no te permitas ceder a sentimientos de arrepentimiento y autocompasión. Como mencionamos en la Parte 4, los primeros conversos al Islam pasaron por dificultades extremas, pero con una fe fuerte pudieron superar la intimidación y la injusticia.
Prioridades de los conversos
Una de las principales prioridades de los nuevos conversos es tomar las medidas necesarias para protegerse de los daños. Los principales objetivos superiores de la ley islámica son la protección de la religión, la vida, el intelecto, la progenie, la dignidad y la propiedad (riqueza), y los musulmanes no deben correr riesgos innecesarios que puedan poner en peligro cualquiera de estos pilares.
En el mundo actual, especialmente viviendo en Occidente o en países no musulmanes en general, debemos ser prudentes y cuidadosos. Como ciudadanos, estamos protegidos por la ley del país en el que vivimos, al igual que nuestros conciudadanos de otras religiones y orígenes. Pero debemos asegurarnos de estar involucrados en nuestras comunidades más amplias y nunca permitirnos quedarnos aislados.
Ser bueno con los vecinos es otra de las principales prioridades del Islam. Nuestros vecinos no musulmanes son tan importantes como nuestros vecinos musulmanes, así que no vivamos separados de ellos. El Islam tiene que ver con la apertura, el diálogo y las buenas relaciones con personas de otras religiones, así que no te separes de tus amigos, familiares, vecinos y colegas no musulmanes.
El Profeta Muhammad (la paz sea con él) dijo:
El Arcángel Gabriel continuó instándome a ser amable con los vecinos hasta que comencé a pensar que me diría que ellos tenían una parte de mi herencia. (Al-Bujari)
Así que cuida bien a tus vecinos y asegúrate de no ofenderlos nunca, como dijo el Profeta Muhammad (la paz sea con él):
Quien crea en Dios y en el Día del Juicio no debe ofender a su prójimo. (Al-Bujari)
Con este enfoque, nos aseguramos de vivir entre nuestros vecinos musulmanes y no musulmanes en paz y armonía. Este ambiente positivo es la base para que estemos seguros en nuestros hogares, como dijo el Profeta Muhammad (la paz sea con él):
Quien entre ustedes se despierte seguro en su propiedad, sano en su cuerpo, y tenga su alimento para el día, es como si le dieran el mundo entero. (Hadiz en At-Tirmidhi)
Las tramas de Abu Yahl
Los primeros conversos enfrentaron muchas dificultades con asombroso valor y valentía. Su fuerte fe y creencia en el Profeta Muhammad (la paz sea con él) les permitió soportar la intimidación, el abuso y, a veces, la tortura que enfrentaron.
Los más pobres y débiles fueron los más afectados, pero incluso los de ascendencia noble fueron atacados por ser musulmanes. En esta etapa del comienzo de la invitación pública al Islam, incluso el propio Profeta Muhammad (la paz sea con él) no se libró del daño de los Quraish.
Abu Yahl, uno de los peores enemigos del Profeta Muhammad, juró que si veía a Muhammad (la paz sea con él) rezando, le pisaría la cabeza. En ese momento, el Profeta (la paz sea con él) solía orar en público frente a la Kaaba; un día, cuando Abu Yahl lo vio postrado, se dirigió hacia él para cumplir su promesa.
De repente, sin embargo, comenzó a retirarse de donde el Profeta Muhammad (la paz sea con él) estaba orando y parecía estar apartando algo con las manos.
Cuando regresó con sus compañeros, le preguntaron qué había pasado. Les dijo que vio un fuego que lo separaba de Muhammad (la paz sea con él).
Dios había enviado ángeles para proteger a Su profeta de ese ataque, y reveló versículos en el Corán que mencionan este incidente en la segunda mitad del Capítulo 96:
¿Qué piensas de quien impide a un siervo de Dios realizar sus oraciones? ¿Acaso ha recapacitado que trae la guía y exhorta a la piedad? ¿Acaso no ves cómo desmiente y rechaza? ¿Acaso no sabe que Dios lo ve? Si no pone fin [a sus agresiones contra los creyentes] lo arrastraré por su frente, esa frente mentirosa y perversa. Que pida auxilio a sus secuaces, que llamaré a los ángeles guardianes del Infierno. ¡No! No lo obedezcas, sino que prostérnate [ante Dios] y busca Su proximidad. (96: 9-19)
Abu Bakr y Fatima al rescate del Profeta
Otro incidente tuvo lugar cerca de la Kaaba mientras el Profeta Muhammad (la paz sea con él) estaba orando. Esta vez, otro enemigo feroz, Uqbah ibn Abi Mu’it, vino de detrás del Profeta (la paz sea con él) y comenzó a estrangularlo con su ropa. El Profeta (la paz sea con él) se estaba asfixiando y no podía moverse, pero Abu Bakr fue informado de este ataque y se apresuró a rescatarlo.
En otras ocasiones, el daño dirigido al Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) no solo fue físico sino también emocional. Un día cuando él (la paz sea con él) estaba orando, Abu Yahl le dijo a Uqbah ibn Abi Mu’it que arrojara los restos de un camello muerto sobre la cabeza de Muhammad (la paz sea con él).
Uqbah estuvo de acuerdo. Consiguió el cadáver de un camello que había sido sacrificado en La Meca el día anterior, luego fue al Profeta Muhammad (la paz sea con él), esperó hasta que estuvo postrado y arrojó los restos sobre su cabeza y espalda.
La gente que miraba comenzó a reír y burlarse del Profeta (la paz sea con él), quien permaneció postrado por un tiempo. Poco tiempo después, Fatimah, la hija del Profeta Muhammad (la paz sea con él), que en ese momento solo tenía 8 o 9 años, escuchó lo que había sucedido y, llorando, corrió a rescatar a su padre.
Ella sacudió toda la suciedad y le limpió la espalda, después de lo cual el Profeta (la paz sea con él) regresó a casa con su hija. Uno solo puede imaginar el dolor por el que ambos pasaron por tan desagradable experiencia.
A medida que avanzaba el tiempo, las cosas empeoraron, y algunos años más tarde los Quraish comenzaron a conspirar para matar al Profeta (la paz sea con él) para deshacerse de él de una vez por todas.
El próximo artículo de esta serie continuará arrojando luz sobre los eventos de los años 4 y 5 de la revelación, incluida la primera migración de conversos fuera de la Meca.
Por favor mantente al tanto…
Fuente: About Islam