Posted on / in Articulos

¿Quiénes son las personas más felices?

Por Salman al-Ouda

 

Las personas más felices que jamás hayan vivido sobre la faz de la Tierra fueron los Profetas.

Esto es a pesar del hecho de que sufrieron más que nadie. Tuvieron que soportar una severa persecución para transmitir el mensaje que Dios les había confiado.

Más allá de eso, fueron sometidos a las mismas dificultades que sufren todos los demás seres humanos, como enfermedades, pobreza, hambre y sed, y a menudo en un grado mayor de lo habitual.

Una vez, el Profeta Muhammad (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) sufrió una fuerte fiebre, por lo que su frente estaba empapada de sudor y estaba visiblemente sufriendo. Uno de sus Compañeros le dijo:

«Estás sufriendo una enfermedad bastante grave».

El Profeta (la paz sea con él) respondió:

«Sí. Debo soportar la enfermedad para duplicar la gravedad de las enfermedades que debes soportar». (Al-Bujari)

Incluso hambre

También sufrió de hambre. Una vez, durante el tiempo de persecución, el Profeta (la paz sea con él) salió de su casa y encontró que Abu Bakr y ‘Umar estaban afuera. Les preguntó:

«¿Qué les trae a esta hora?»

Le dijeron que fue el hambre lo que los sacó. El Profeta (la paz sea con él) dijo entonces:

«Por Al-lah, lo mismo que te los sacado de tus hogares también me ha sacado a mí».

A veces, como durante la Batalla de la Trinchera, el Profeta se enfrentó a un hambre tan severo que tuvo que atar dos piedras a su estómago en un intento por aliviar el dolor.

Todos los Profetas tuvieron que soportar la persecución de su pueblo debido al mensaje que Dios les envió. Sin embargo, los corazones de los Profetas eran fuertes. Además, se mantuvieron abiertos y magnánimos con el pueblo y perseveraron hasta que sus derrotas se convirtieron en victorias.

La belleza de sus vidas es asombrosa. A pesar de lo que tuvieron que soportar, conocieron más felicidad y satisfacción que cualquier otra gente. Esto se puede ver en cómo se comportaron y cómo respondieron a lo que encontraron en la vida.

Contento con las dificultades

Vemos este extraordinario contento en la vida del Profeta Muhammad (la paz sea con él) más claramente cuando enfrentó la mayor de las dificultades. Por ejemplo, una vez fue a difundir el mensaje del Islam a la gente de Taif. No solo rechazaron su llamado, sino que los niños y rufianes del pueblo lo expulsaron apedreándolo.

Se escapó de la ciudad con los zapatos empapados de su propia sangre y el cuerpo cubierto de sangre y suciedad. Una vez lejos de la ciudad a salvo, alzó la voz a Dios en súplica:

«¡Oh Al-lah! Me quejo a Ti de mi debilidad, de mi falta de recursos y de mi debilidad ante el pueblo. Oh Misericordioso de los misericordiosos. Oh Señor de los débiles y mi Señor también. ¿A quién me has confiado? ¿A un lejano que me recibe con hostilidad? ¿O a un enemigo al que le has concedido autoridad sobre mi asunto?

Mientras no estés enojado conmigo, no me importa. Tu favor es un alivio más expansivo para mí. Busco refugio en la luz de Tu rostro por el cual toda oscuridad se disipa y todos los asuntos de este mundo y el próximo se arreglan, no sea que Tu ira o Tu disgusto desciendan sobre mí. Deseo Tu complacencia y satisfacción. No hay poder ni fuerza excepto contigo».

Pruebas y fe verdadera

La verdadera fe en Dios es lo que trae este tipo de contento y felicidad a los corazones. Esto no significa que la vida del creyente esté libre de dificultades.

Cuando hablamos del paso del tiempo, cuando hablamos de semanas, meses, años y edades, estamos hablando de la vida. Los muertos no experimentan el tiempo. Dios ha hecho de esta vida una prueba para los vivos. Él dice: Él es Quien creó la muerte y la vida para probarlos y distinguir quién obra mejor. Él es el Poderoso, el Perdonador. (67: 2)

La vida es una prueba tanto para los creyentes como para los incrédulos. Es una prueba tanto para los pecadores como para los virtuosos. Todos están siendo evaluados mientras estén vivos.

Pero Dios no nos dejó solos en este mundo. Nos envió a los Profetas y las Escrituras para iluminar nuestro camino por la vida. Esta guía no es solo para mostrarnos cómo alcanzar la felicidad en el Más Allá, sino también para esta vida.

Mucha gente piensa que la religión se trata solo del Más Allá, que su beneficio se limita a la próxima vida. La verdad es que así como la religión nos muestra el camino para alcanzar la complacencia de Dios y la recompensa del Paraíso, es la forma en que un creyente siente verdadera satisfacción y también es la fuente de felicidad para el corazón en este mundo. La verdadera felicidad solo puede provenir de la fe y el conocimiento de Dios.

Dios dice: ¿Acaso se puede comparar a aquel a quien Dios abrió su corazón al Islam y está colmado por la luz de su Señor [con quien se niega a creer]? ¡Cuán desdichados son quienes tienen el corazón endurecido al Mensaje de Dios! (39: 22)

 

Fuente: Islam Today

 

Acerca de Salman al-Ouda

Erudito musulmán. Al-Ouda es miembro de la Unión Internacional de Académicos Musulmanes. Es director de la edición árabe del sitio web Islam Today y aparece en varios programas de televisión y artículos periodísticos de autores.