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Beneficios para la salud de decir «Alhamdu lil-lah»

Por la Dra. Karima Burns

 

Hay muchos ejemplos en el Corán y en los hadices de las virtudes de una actitud mental positiva, perseverancia y optimismo frente a la adversidad.

Sin embargo, ¿sabías que la paciencia y una perspectiva positiva de la vida son dos de las mejores herramientas curativas que puedes usar?

La Sura Al-Baqarah (La Vaca) en el sagrado Corán dice en su versículo 155:

Aquellos que cuando les alcanza una desgracia dicen: «De Dios provenimos, y a Él retornaremos [para que nos juzgue por nuestras acciones]».

Según los hallazgos de la ciencia moderna, parece que esta misericordia a menudo puede venir en forma de mejora de la salud.

Bernard Jensen dice, en su libro The Science and Practice of Iridology (La ciencia y la práctica de la iridología, «El médico del nuevo día reconocerá que el lugar de trabajo más importante de un hombre no es el cuerpo físico, sino la mente que lo controla».

El Dr. Ted M. Morter confirma esto en su libro, Your Health… Your Choice, cuando dice que “los pensamientos negativos son el productor de ácido número uno en el cuerpo (y los niveles altos de acidez corporal son una causa importante de enfermedad)… porque tu cuerpo reacciona al estrés mental y emocional negativo provocado por el pensamiento de la misma manera que reacciona a las amenazas ‘reales’ de daño físico».

De hecho, los estudios hospitalarios muestran que de todos los pacientes que consultan para recibir servicios ambulatorios en los Estados Unidos, se descubre que un asombroso setenta por ciento no tiene una base orgánica para su queja.

Esa cifra es asombrosamente alta. Sin embargo, aunque médicamente no se encuentra que estos pacientes tengan una fuente orgánica obvia para sus quejas, en realidad, existe una base física para este fenómeno.

Desde que Freud popularizó la idea del psicoanálisis, la gente a menudo se ha centrado exclusivamente en el ámbito mental para resolver ciertos problemas, olvidando que no podemos separar los ámbitos físico y mental.

La mente está en el cerebro y el cerebro es un órgano. Como todos los demás órganos, se alimenta del mismo conjunto de nutrientes que otros órganos del cuerpo y es susceptible a todos los mismos problemas.

En última instancia, el cerebro es solo una parte de nuestro cuerpo como todas las demás partes y es completamente dependiente del cuerpo. Requiere azúcar para desarrollar energía, a diferencia de otros tejidos que pueden desarrollarla a partir del potasio y las grasas.

En consecuencia, es el primer órgano que sufre de hipoglucemia y reacciona de forma más severa. El propio Freud dijo que el psicoanálisis no era adecuado para tratar enfermedades como la esquizofrenia, y postuló que sus causas eventualmente serían bioquímicas.

Si tenemos en cuenta que el cerebro es un órgano y que funciona en armonía con los demás órganos y se alimenta del mismo torrente sanguíneo, podemos comprender cómo diversos eventos mentales pueden afectarnos físicamente.

Por ejemplo, simplemente usar nuestro cerebro para pensar y estudiar quema nutrientes en nuestro sistema, particularmente fósforo.

El ejercicio intenso del cerebro puede provocarnos una deficiencia de fósforo. Y encontramos que lo contrario también es cierto en esta relación. Las personas que tienen una alta capacidad intelectual suelen tener altos niveles de fósforo en su sistema.

La sabiduría del Profeta

Hay mucha sabiduría en la declaración del Profeta Muhammad (la paz sea con él, como lo narra Abu Huraira): “La [persona] fuerte no es la que vence a los demás con su fuerza, sino que es quien se controla a sí mismo mientras está enojado».

De hecho, mantener la paciencia y la calma es clave para la fuerza física.

El fósforo no es el único nutriente que puede agotarse por el estrés mental y la falta de calma espiritual. Si la glándula tiroides, el órgano principal para manejar nuestras emociones, trabaja horas extras, podemos sufrir una deficiencia de yodo.

El estrés de un trabajo exigente, un divorcio o una reubicación puede causar una pérdida de potasio y sodio en el cuerpo porque afecta las glándulas suprarrenales creando una mayor necesidad de estos minerales.

Incluso la hipoglucemia (bajo nivel de azúcar en sangre) puede deberse a la excitación. El Profeta Muhammad (la paz sea con él) recomendó que tomáramos el camino más moderado en la vida; sin embargo, a menudo nos involucramos o nos exponemos a una emoción intensa gritando, viendo televisión en exceso, yendo al centro comercial, al cine, a fiestas, a parques de diversiones, etc.

Cuando vemos algo emocionante, nuestra corteza suprarrenal se estimula y hay un aumento en nuestro azúcar en sangre. Esto, a su vez, estimula al páncreas para que secrete insulina en la sangre para reducir el nivel de azúcar, lo que hace que nos sintamos cansados ​​o débiles.

Produce calma y salud practicar decir “Alhamdu lil-lah” por lo que tenemos y por lo que enfrentamos.

Debemos tratar de mantener nuestro entorno doméstico y laboral en paz y lo más libre de estrés posible. Una forma en que podemos contrarrestar los efectos del estrés es simplemente ser conscientes del estrés al que nos enfrentamos y consumir suficientes nutrientes y suplementos, como las hierbas.

Por ejemplo, si una persona está despierta hasta tarde para rezar o leer el Corán durante el Ramadán, puede comer alimentos ricos en fósforo y aquellos que le ayudarán a mantener su ingesta de fósforo.

Si una persona se está mudando, viajando o haciendo Hayy o Umra, es posible que desee aumentar la ingesta de alimentos con alto contenido de potasio y sodio, así como del complejo vitamínico B.

Si ignoramos por completo la relación entre la salud física y mental, nos perdemos un detalle importante en el cuadro de la salud personal.

Y, como en la mayoría de los problemas de salud, practicar la prevención es mejor que encontrar una cura. Por lo tanto, la mejor manera de evitar que las actitudes negativas y las emociones controlen nuestro cuerpo es simplemente practicar las perlas de sabiduría que se nos han dado a lo largo del Corán y los hadices.

Deberíamos decir «Alhamdu lli-lah» por lo que tenemos; «In sha’ Al-lah» por lo que planeamos; y «Subhana Al-lah» cuando vemos algo emocionante o asombroso.

Debemos recordar decir «Astaghfir Al-lah» cuando perdemos los estribos o nos debilitamos, y lo más importante: «Al-lahu Akbar» cuando nos enfrentamos a los desafíos de la vida.

Estas cinco frases, dichas con regularidad, son como tomar un multivitamínico para una salud integral.

 

Fuente: About Islam

 

Acerca de la Dra. Karima Burns

La Dra. Karima Burns es doctora en naturopatía, maestra herbolaria y enseña con la inspiración de la escuela Waldorf. Utiliza el arte, la salud y la educación para curar a otros.