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Era el enemigo más acérrimo del Islam – La historia de Jálid ibn al-Walid

Por Habeeba Husain

Las historias de los compañeros del profeta Muhammad son relatos asombrosos de lo que realmente significa transformar y dejar lo malo en el pasado.

Los musulmanes creen en que Dios da muchas oportunidades para arrepentirse de los pecados. De una oración a la siguiente, de una ablución a la siguiente, de una congregación de viernes a la siguiente, son solo algunas de las oportunidades que tienen los musulmanes para lavar sus pecados.

Aparte de esta limpieza rutinaria, las puertas del arrepentimiento siempre están abiertas. El Corán dice:

Di: «¡Oh, siervos míos que están sumidos en el pecado [perjudicándose a sí mismos]! No desesperen de la misericordia de Dios. Dios tiene poder para perdonar todos los pecados». (39:53)

En las historias de algunos compañeros, vemos que aquellos que eran grandes enemigos del Islam experimentaron un cambio de opinión y se convirtieron en modelos a seguir para la ummah, o comunidad musulmana.

Lo que es igualmente notable es la cálida bienvenida que recibe la persona al aceptar la fe. Los resentimientos previamente guardados se olvidan inmediatamente y la vida comienza de nuevo.

La historia de Jálid ibn Al-Walid

Este es el caso de un compañero, Jálid ibn Walid. Jálid fue un cerebro militar y lideró ferozmente ejércitos en la batalla contra los musulmanes antes de su conversión a la fe. Lanzó poderosos golpes a los musulmanes, y se encontraba entre los incrédulos como un valiente guerrero.

Cuando el Profeta y sus compañeros entraron en La Meca después de muchos años sin que se les permitiera, realizaron una pequeña peregrinación llamada umrah. Durante este tiempo, el Profeta (que la paz y las bendiciones de Dios sean con él) le preguntó a Walid, el hermano de Jálid, dónde estaba.

Jálid aún no era musulmán en ese momento, pero el Profeta creía que había algo bueno en él. Y que gracias a su inteligencia, podría ver la verdad del Islam. El hermano de Jálid le escribió todo esto en una carta y se la envió.

Una carta y un sueño

Esta carta plantó una semilla de preguntas en Jálid ibn Al-Walid. Luego tuvo un sueño, en el que vio un área muy oscura que se abría a un prado verde con mucha luz. Entonces, entendió esta oscuridad como la incredulidad y la luz como el Islam. Decidió viajar al Profeta y aceptar la religión.

Cuando Jálid ibn Al-Walid se acercó al Profeta, fue elogiado. El Profeta le dijo que sabía que era un hombre de gran intelecto y que esperaba que sucediera ese momento.

Esta escena ilustra cuán perdonador era el Profeta y cuán dispuesto estaba a hacerse amigo incluso de uno de sus antiguos enemigos más acérrimos.

Al recitar la declaración de fe, Jálid ibn Al-Walid se dio cuenta de que estaba entre las personas contra las que había luchado anteriormente. Le pidió al Profeta que suplicara a Dios por su perdón. A esto, el Profeta (que la paz y las bendiciones de Dios sean con él) le reveló a Jálid que aceptar el Islam borra los pecados anteriores de una persona, tanto grandes como pequeños. Renacen con una pizarra completamente limpia.

Este renacimiento todavía se aplica a este día para cualquiera que quiera aceptar la religión del Islam. Convertirse en musulmán y seguir la fe es un acto que Dios ama. Otorga el perdón de toda una vida de pecados. Y la oportunidad de comenzar de nuevo es todo lo que una persona tiene frente a sí.

 

Fuente: https://www.whyislam.org.