¿Por qué la oración fue prescrita en el cielo?
Por Omar Suleiman
El Profeta Muhammad (la paz sea con él) sufrió todo tipo de heridas y todo tipo de tribulaciones en su vida y, de hecho, en todos los aspectos, en lo emocional, su padre falleció antes de que él naciera, su madre, cuando tenía solo 6 años, y luego su abuelo solo 3 años después de eso…
El Profeta Muhammad vivió la vida de un huérfano. Tuvo una vida muy dura en términos de ingresos económicos.
Tuvo una vida difícil incluso como mensajero, de hecho, sus problemas y la tribulación que enfrentó solo aumentaron cuando recibió la revelación. Y luego lo humillaron, lo torturaron…
Lo único que tenía, que era su nombre, también lo arrastraron por el fango. Y en lugar de ser el más honesto, el digno de confianza, lo llamaban hechicero, mentiroso, poeta y le lanzaban toda clase de nombres desagradables.
Fue puesto bajo un boicot económico, y perdió a su tío Abu Talib, quien era su fuente de protección física, perdió a su esposa Jadiya, la mujer a la que acudió por primera vez cuando estaba teniendo esas experiencias con la revelación; ella siempre fue su fuente de consuelo.
Y pensó que tal vez al menos otra gente se abriría para el dawaah. Y fue a Taif donde recibió la peor experiencia de su vida. Solía decirle a Aisha que de hecho fue el peor día de su vida.
Un regalo especial
Y en ese contexto, Dios llamó al Profeta Muhammad (la paz sea con él) a través de los cielos para darle un regalo especial y ese fue el regalo de la oración.
Así como Dios llamó a Moisés (la paz sea con él) al valle y le habló directamente y le dio el don de hablar directamente con Él y de disfrutar la conversación con Él, Dios también llamó al Profeta Muhammad y le dio ese hermoso mandato de la oración como regalo.
Y, en esencia, la razón por la que se lo dio en este contexto fue que le permitió experimentar toda la amargura de este mundo para que pudiera apreciar plenamente la dulzura de la oración.
Y así, el Profeta recibió ese mandato de 50 oraciones, y de la misma manera, como este fue el único mandato que se dio en los cielos y no en la Tierra, como dijo el gran erudito Imam Hassan al-Basri:
«La oración es en realidad la ascensión del creyente».
Es decir, si quieres ascender a través de los cielos como lo hizo el Profeta Muhammad, entonces asciendes a través de esa oración. Hablas directamente con el que habló directamente con el Profeta y disfrutamos de nuestras conversaciones con Él.
La prescripción de las cinco oraciones
El Profeta Muhammad se encontró con Moisés y conoció a muchos otros Profetas en ese viaje.
Y cuando Moisés escuchó que el Profeta Muhammad recibió 50 oraciones, dijo:
«Mira, he pasado por esto antes, tenemos naciones similares. Tu gente no podrá manejar esto, vuelve a Dios y dile que te alivie».
Y así fue rebajado primero a 25 y luego a 10, y finalmente a 5 oraciones.
Moisés le dijo al Profeta «regresa y pídele a Dios una mayor reducción, ellos no podrán manejarlo» y el Profeta se sintió tímido de Dios. Después se le dijo al Profeta que la nación de Muhammad todavía recibiría una recompensa de 50 oraciones solo a través de esas 5 oraciones.
En esencia, quiero que pienses en esto por un momento. El Profeta Muhammad (la paz sea con él) dijo:
“La frescura de mis ojos fue puesta en mi oración”.
La razón por la que dijo eso es porque Dios se lo dio como un regalo, como un escape de este mundo para que pudiera saborear la dulzura de esa relación con Dios.
Entonces, cada vez que pasaba algo, cuando algo lo preocupaba, siempre volvía corriendo a la oración y siempre encontraba su consuelo.
Y descubrimos que Dios en realidad nos separa del dunia (este mundo) al menos 5 veces al día para que también podamos poner las cosas en perspectiva y comprender que la verdadera felicidad y satisfacción radica en conversar con el Altísimo, en hablar con Dios, y volviendo al creador y ascendiendo a través de los cielos y teniendo esa conexión con Él.
En una nota final, solo quiero que piensen en esto: los eruditos dijeron muy bien que Dios prescribió en 5 oraciones la recompensa de 50 oraciones, y la orden original era 50, ¿se imaginan si tuviéramos que pasar toda una vida rezando 50 oraciones todos los días?
Esa es la esencia para decirnos la intención de nuestra vida, la razón por la que fuimos creados. Fuimos creados para adorar.
Le pedimos a Dios que nos haga de Sus devotos adoradores y aquellos que se conectan con Él a través de la oración y siguen el ejemplo del Profeta Muhammad (la paz sea con él).