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Cómo impartir justicia en tiempos de noticias falsas

Por Shakiel Humayun

 

Estaban en algún lugar cerca de la kaaba. Probablemente, frente a su puerta. Sus manos se aferraban a la tela de algodón que la cubría. Hace años, vieron aparecer pájaros de la nada arrojando piedras desde el cielo, arrasando con los invasores que estaban decididos a destruir este lugar. Estaban parados en terreno sagrado.

Aferrándose a esa tela frente a la kaaba, los paganos sintieron que esto era lo más cerca que podían estar de Al-lah, a quien creían que era uno de sus dioses. Suplicaron: «Oh Al-lah, dale la victoria a las tropas, a las más guiadas, a las más honorables, a la mejor de las dos tribus».

La batalla de Badr estaba en el horizonte. Los paganos no podían tolerar a los musulmanes, a quienes habían perseguido y expulsado de La Meca, poseyendo derechos territoriales sobre Medina y sus alrededores. El comercio era un salvavidas para la Meca y no podían permitirse poner en peligro sus rutas comerciales que pasaban por Medina. Para preservarlas, necesitaban continuar con su misión de acabar con los musulmanes.

Se volvieron a Al-lah, queriendo que Él juzgara entre ellos durante la batalla. Una victoria decisiva, que imaginaban segura, demostraría que ellos tenían razón y que los musulmanes no eran más que unos alborotadores. Después de suplicar en la kaaba, marcharon hacia Medina con toda su fuerza, superando en número a los musulmanes por 3 a 1.

Siguió la batalla. Los musulmanes pudieron defenderse en Badr y evitar un posible ataque contra su nuevo hogar, Medina. Los paganos no solo perdieron la batalla, sino que también perdieron a sus líderes influyentes. Una vez de regreso en La Meca, no perdieron el tiempo para encender las llamas de la venganza para otra batalla.

Al-lah luego reveló:

[¡Oh, incrédulos!] Ustedes pidieron que triunfara quien estuviera en la verdad, y esto fue lo que ocurrió. Sepan que si desisten [de combatir al Islam y a los creyentes] será mejor para ustedes; pero si vuelven a hacerlo volveré [a castigarlos] y de nada les servirán sus ejércitos, aunque fueran numerosos. Porque Dios está con los creyentes. (Corán 8:19)

Los paganos, sin embargo, se negaron a aceptar el resultado. De hecho, propagaron una realidad alternativa: fueron las víctimas debido a las bajas que sufrieron en la Batalla de Badr. Esta propaganda, o noticias falsas, les permitió reunir apoyo para otro ataque contra los musulmanes.

Por horrible que parezca, la creación de noticias falsas para justificar la agresión y las malas acciones ha sido una táctica común. Tomemos, en particular, el ejemplo del Corán de aquellos que mataron a los profetas en el pasado. Sus asesinatos fueron cometidos, como Dios los describió, «injustamente»:

Pero los azotó la humillación y la miseria, e incurrieron en la ira de Dios por no haber creído en los preceptos de Dios, haber matado injustamente a los Profetas, rebelarse y transgredir la ley. (Corán 2:61)

Pero, ¿se puede matar a los Profetas, que son personas sin pecado y rectas, alguna vez con justificación? Nunca. Entonces, ¿por qué mencionar «injustamente»?

Los asesinos, en su opinión retorcida, afirmaron que tenían justificación para sus horrendos asesinatos. La palabra “injustamente” contrarrestó esa opinión y dejó las cosas claras al declarar que no existía absolutamente ninguna justificación válida.

Sin justificaciones falsas, a las tramas siniestras se les vuelve difícil ganar terreno. Fabricar justificaciones falsas puede ser una tentación si es conveniente, o si puede pasar desapercibido, o si puede abrir puertas para obtener ganancias financieras. Los jefes de estado, rodeados de poder e influencia, naturalmente se inclinan a utilizar esta táctica.

De las 7 categorías de personas que estarán bajo la sombra de Al-lah en el Día del Juicio, la primera de ellas en ser mencionada en el hadiz del Profeta es el “gobernante justo” (Al-Bujari). Estos gobernantes optaron por no usar su poder e influencia para fabricar justificaciones falsas. La justicia impidió que estos gobernantes utilizaran incorrectamente sus posiciones. Como resultado, se les otorga una gran recompensa por el gran daño que decidieron no hacer a su gente.

Las justificaciones falsas no solo son creadas por jefes de estado, también son creadas por el empleado que demanda a su empleador por una razón ilegítima, por el cónyuge que abusa del otro, por el socio comercial que usurpa acciones, etc.; simplemente porque es posible.

El Corán pone la justicia y las noticias falsas cara a cara en un solo verso:

¡Oh, creyentes! Sean responsablemente equitativos cuando den testimonio por Dios, aunque sea en contra de ustedes mismos, de sus padres o parientes cercanos, no importa si [el acusado es] rico o pobre: Dios está por encima de ellos. Que los sentimientos no los hagan ser injustos. Si dan falso testimonio o rechazan prestar testimonio [ocultando la verdad], sepan que Dios está bien informado de cuanto hacen. (Corán 4: 135)

La justicia es mencionada nuevamente en el Corán. Esta vez revela la estrategia para promover falsas justificaciones: silenciar permanentemente a quienes pueden denunciarlos, quienes «luchan por la justicia”.

Anuncia un castigo severo a quienes rechazan los preceptos de Dios, asesinan a los Profetas y matan a las personas que luchan por la justicia. (Corán 3:21)

Una historia asombrosa de Ali ibn Abi Talib, como jefe de estado, nos lleva a su vida y su comprensión de ser justo, a pesar de poseer poder e influencia.

Ali ibn Abi Talib perdió su escudo en la batalla de Siffin. Después de la batalla, regresó a Kufah. Allí, descubrió que su escudo estaba en posesión de un hombre judío, que lo estaba vendiendo en el mercado.

Le dijo: “Este escudo es mío. No lo vendí ni lo regalé”.

El judío dijo: «Es mi escudo y está en mi posesión».

Ali dijo: «Vayamos al juez».

Fueron a un juez llamado Shurayh. Shurayh dijo: «Habla, oh líder de los creyentes».

Él dijo: «Sí. Afirmo que el escudo que está en las manos del judío es mi escudo. No lo vendí ni lo regalé”.

Shurayh dijo: «Oh, líder de los creyentes, dame una prueba».

Él dijo: «Sí. Al-Hasan y Al-Husayn serán testigos de que este escudo es mío».

Shurayh dijo: «El testimonio del hijo para el padre no cuenta».

El judío dijo: “¿El líder de los creyentes me llevó ante este juez y está fallando en su contra? Doy testimonio de que esta es la verdad. Doy testimonio de que no hay nadie digno de adoración excepto Al-lah y que Muhammad es Su Mensajero. Este es tu escudo. Estabas montado en tu camello oscuro, dirigiéndote hacia Siffin cuando lo dejaste caer por la noche. Luego lo recogí».

Ali dijo: «Ya que lo admites, es tuyo». También agregó un caballo en el obsequio.

Ali, que era compañero, primo y yerno del Profeta Muhammad, era el jefe de estado. En ese momento, el Estado se había extendido desde Asia por un extremo hasta África por el otro. El poder y la influencia estaban al alcance de su mano. Sin embargo, se negó a utilizar su puesto para recuperar bienes que le pertenecían por derecho. Más bien, se sometió al debido proceso contra un judío.

Las noticias falsas y las justificaciones se pueden erradicar si son abordadas desde dos ángulos:

El primero, verificando información, como nos mostró el juez Shurayh en su demanda de pruebas. Las noticias falsas y las justificaciones mueren cuando se exigen pruebas y evidencias implacables.

El segundo, al no aprovechar roles y cargos, como nos mostró Ali en su respeto a la ley y al debido proceso. Ambos ángulos se derivan de la justicia.

 

Fuente: About Islam

 

Acerca de Shakiel Humayun

Shakiel Humayun, padre, esposo y empresario, nació y se crió en la ciudad de Nueva York. Se graduó de Baruch College con una Licenciatura en Administración de Empresas. Luego completó estudios de posgrado en la Universidad Umm-ul-Qura en Makkah al-Mukarramah y recibió un título de asociado en estudios árabes e islámicos con honores. Continuó sus estudios en el College of Shariah de la Universidad Umm-ul-Qura. Durante su estadía en La Meca, tuvo la oportunidad de beneficiarse de muchos académicos. Él cree firmemente en la importancia de una comunidad fuerte y, como resultado, sus esfuerzos sin fines de lucro incluyen la creación de la Fundación para el Conocimiento y el Desarrollo, la Primaria Wellspring, los Hatebusters, y Masjid ‘Eesa ibn Maryam. Actualmente escribe en su blog shakielhumayun.com.