La preservación de la vida en el Islam: Teoría y Práctica
Por el Sheij Mustafa Umar
Anteriormente, explicamos que las enseñanzas del Islam apuntan a preservar cinco cosas en beneficio de las personas: la vida humana, el intelecto, la propiedad, la familia y la religión. La protección de la vida humana es el primer elemento. Dios dice,
…y no matarán a nadie que Dios prohibió matar, salvo que sea con justo derecho. Esto es lo que les ha ordenado para que usen el razonamiento. (ِAl-An’am 6:151)
La vida es un regalo
La vida es un regalo de Dios; nadie puede quitarlo excepto en circunstancias extremas, como en una guerra legítima contra la opresión. Quitar la vida de otro es tan malo en el Islam que Dios la describió de la siguiente manera:
Como consecuencia [de este asesinato], legislé para los Hijos de Israel que: «Quien mata a una persona sin que ésta haya cometido un crimen o sembrado la corrupción en la Tierra, es como si matase a toda la humanidad. (Al-Ma’idah 5:32 )
Por lo tanto, es importante darse cuenta de que el versículo anterior no especificaba una religión. No importa si la persona es musulmana, judía, cristiana o incluso atea. Su vida tiene el mismo valor que cualquier otra persona en lo que respecta a la Ley Islámica. El Profeta Muhammad (la paz sea con él) dio una severa advertencia de no oler la fragancia del Paraíso por matar a un no musulmán. (Al-Bujari)
La ley islámica y la preservación de la vida
Muchas reglas de la ley islámica manifiestan el principio de preservar la vida. Por ejemplo, si alguien se está muriendo de hambre, incluso puede consumir alimentos prohibidos para sobrevivir:
Pero quien, [en caso extremo] por hambre, se vea forzado [y coma de lo prohibido] pero sin intención de transgredir la ley ni excederse, Dios es Perdonador, Misericordioso. (Al-Ma’idah 5:3)
Esto significa que si la carne de cerdo o el alcohol fueran las únicas cosas disponibles cuando alguien se muere de hambre, es mejor consumir esa inmundicia que morir.
Incluso cuando se trata de pronunciar palabras de incredulidad, Dios otorgó una exención. Leemos en el Corán:
Quienes renieguen de la fe en Dios por haber sido forzados a ello, permaneciendo sus corazones tranquilos [y firmes] en la fe [no serán reprochados] (An-Nahl 16:106)
Algunos de los Compañeros del Profeta estaban siendo torturados por ser musulmanes. Ammar ibn Yasir fue uno de ellos. En un momento de debilidad, mientras lo torturaban, rechazó el Islam y juró lealtad a los ídolos. Su lengua contradecía lo que realmente había en su corazón.
Fue donde el Profeta y le contó lo que había sucedido. El Profeta lo consoló y le explicó que la verdadera creencia está en el corazón. Basado en el principio de preservar la vida, tenía la licencia para decir palabras que no quería decir.
Otra manifestación de una regla en el Islam que preserva la vida es la retribución. Dios ha prescrito un duro castigo por el asesinato, para hacer que la sociedad esté segura. El Corán indica la sabiduría detrás de la regla de la represalia potencial por asesinato:
En [la aplicación de] la retribución legal está [la preservación de] la vida, ¡oh, dotados de intelecto!, para que alcancen la piedad. (Al-Baqarah 2:179)
El versículo deja en claro que la razón subyacente de la amenaza de la pena de muerte es proteger la vida de los demás. Al ser suave con crímenes como el asesinato, pondría otras vidas en peligro.
La preservación de la vida en el fiqh contemporáneo
Los eruditos musulmanes continúan usando el principio objetivo superior de preservar la vida hoy. Cuando se encuentran con un tema difícil como la eutanasia [suicidio asistido], se refieren al espíritu subyacente de la ley islámica.
El suicidio no está permitido en el Islam, como lo está en la mayoría de las otras religiones. Dios dice,
No se maten a ustedes mismos. Dios es Misericordioso con ustedes. (An-Nisa 4:29).
El Profeta (la paz sea con él) incluso se negó a realizar la oración fúnebre de un hombre que se suicidó con una flecha, aunque permitió que otros realizaran la oración.
Jabir ibn Samura informó: (El cadáver) de una persona que se había suicidado con una flecha de punta ancha fue llevado ante el Mensajero de Dios, pero no ofreció oraciones por él. (Muslim)
Hizo esto como un elemento disuasorio; es decir, para disuadir a otros de suicidarse. Boicoteó esta oración fúnebre para ayudar a proteger la vida de los demás.
Al tratar temas como el suicidio asistido o el cese de un tratamiento médico que resultaría en la muerte, los académicos siempre deben considerar el principio de preservar la vida al momento de tomar una decisión.
El COVID-19 y la preservación de la vida
Otro ejemplo contemporáneo ocurre con el resurgimiento del COVID-19 en muchos países. Varias personas insisten en ignorar las medidas de seguridad recomendadas por las principales instituciones médicas.
Los juristas musulmanes se encontraron con el dilema de si las personas deberían continuar aislándose en casa o no. Podrían correr el riesgo de perder su riqueza o incluso la posible pérdida de la vida debido a la depresión, la ansiedad y otros peligros asociados con la falta de socialización. La otra cara de la moneda es ponerse en riesgo de contraer COVID-19 y potencialmente poner sus vidas en mayor riesgo.
Se deben tener en cuenta las prioridades de sopesar entre lo «esencial» y lo «necesario». Además, se debe considerar el nivel de probabilidad de que la vida de uno esté en peligro.
El principio de “preservación de la vida” se aplica en muchos otros aspectos de la ley islámica con nuevos problemas y desafíos que enfrenta la sociedad.
Fuente: About Islam