4 lecciones de Sura Al-Mulk
Por Hana Alasry
En varios hadices, el Profeta (la paz y las bendiciones sean con él) mencionó las virtudes de la sura Al-Mulk.
Por ejemplo, nos dijo que protege a su lector del castigo de la tumba (esta parece ser la virtud más conocida). También intercede por su lector en el Día del Juicio, con el permiso de Dios.
Tales bendiciones de sura Al-Mulk deberían despertarnos más curiosidad sobre lo que podemos aprender/aplicar de ellla.
En este artículo, exploraremos las lecciones de sura Al-Mulk para enriquecer nuestras vidas.
Lección #1: La sura Al-Mulk es tu aliada
Las bendiciones anteriores de sura Al-Mulk hacen que uno se pregunte si el Corán actuará como un aliado para defendernos en nuestros momentos más vulnerables, ¿lo trataremos como un aliado?
¿O usamos las excusas que usan muchos: “Estoy ocupado. Lo abordaré más tarde. Encontraré tiempo»?
Aprendemos la primera lección de sura Al-Mulk incluso antes de comenzar a recitarla: trata el Corán como un amigo. Pasa tiempo con él. Escúchalo. Defiéndelo de los que lo calumnian.
Una de las reflexiones más poderosas que he escuchado sobre el Corán es que, en virtud de que es una revelación de Dios, en cierto sentido está “vivo”.
El Corán nos habla de la manera que Dios permite. La sura Al-Mulk no es una excepción, así que hazte su amigo y deja que te hable.
Lección #2: Dios te hizo completo
Él es Quien creó siete cielos superpuestos. No verás ninguna imperfección en la creación del Misericordioso. Vuelve la vista y observa, ¿acaso ves alguna falla? Luego vuelve la vista por segunda vez [buscando fallas en la creación] y tu mirada volverá a ti cansada y derrotada. (Al-Mulk 67:3-4)
Lee estas aleyas detenidamente. Y así como la aleya instruye la repetición, léelas de nuevo.
La autoestima es una lucha de muchos. Quizás te preguntes cómo se conecta con esta aleya, sigue leyendo.
El mismo Dios que creó el cielo sin interrupciones te creó a ti y a tu alma. El mismo Dios que mantuvo el cielo completo nos ha dado todo lo que necesitamos para permanecer completos en este mundo. Nos ha dado el Corán y el ejemplo del Profeta Muhammad (la paz y las bendiciones sean con él).
Se sabe que Umar ibn al-Khattab dijo:
“En verdad, éramos un pueblo vergonzoso y Dios nos honró con el Islam. Si buscamos honor en algo que no sea aquello con lo que Dios nos honró, Dios nos deshonrará” (Sahih: Al-Mustadrak 214).
Este es otro hermoso recordatorio de la autoestima, especialmente cuando nos encontramos vacilantes o tímidos al realizar las acciones de un musulmán en público. Es nuestro honor y nuestra recompensa está con Aquel que nos hizo completos.
Lección #3: No puedes ocultar lo que hay en tu corazón
Es lo mismo que oculten sus pensamientos o que los divulguen, Él conoce bien lo que hay dentro de los corazones. ¿Acaso no lo va a saber Quien todo lo creó? Él es el Sutil, el que está bien informado. (Al-Mulk 67:13-14)
Ibn Abbas refleja que la razón de la revelación de esta aleya fue que los incrédulos calumniarían al Profeta (la paz y las bendiciones sean con él) susurrándose al oído. Parecían descuidar que Dios oye todo.
La lección de estas aleyas es casi inquietante y no está destinada estrictamente a los Quraish. La lección es que lo digas o no, lo que realmente está dentro de tu corazón saldrá y se sabrá.
No podemos saber si la foto de Instagram de ti como voluntario fue publicada con la intención de autopromocionarte/alardear o compartir una oportunidad de buenas obras.
Pero Dios puede decirlo. Y Él nos revelará si no estamos haciendo activamente de corazón las buenas obras para purificarnos.
Esto incluye esfuerzos prácticos como hacer tawbah (arrepentimiento) constantemente, otorgarle a Dios Su derecho a través de nuestro salah, refinar nuestro carácter a través de palabras amables y caridad y mucho más.
No te dejes atrapar por la construcción de un perfil de lo buena persona que eres en línea. Constrúyelo en la vida real y recuerda que Dios conoce el esfuerzo o la falta del mismo.
Lección #4: Solo Dios Sabe…
[Los que desmienten el Mensaje] dicen desafiantes: «¿Cuándo se cumplirá esta amenaza [sobre el Día del Juicio], si es que dicen la verdad?» Diles: «Solo Dios lo sabe, yo no soy sino un amonestador». (Al-Mulk 67:25-26)
En este ejemplo, se le pregunta burlonamente al Profeta (la paz y las bendiciones sean con él) cuándo ocurrirá el Día del Juicio. La lección que aprendemos aquí es doble.
Estas dos aleyas representan un tema común en el Corán. Es de Dios instruyendo al Profeta sobre qué responder a aquellos que tienen malas intenciones hacia él y los musulmanes.
1. No fijarnos en los detalles que Dios no nos ha dado. Esto requiere una confianza en que Dios sabe más, lo cual Él hace porque Él es Omnisapiente.
En un hadiz en Bujari, un hombre le preguntó al Profeta cuándo sería el Día del Juicio. El Profeta respondió: “¿Qué has preparado para ello?»
Este cambio de perspectiva es esencial para el éxito en este mundo y en el próximo. El cambio consiste en centrarse en lo que puedes controlar en lugar de lo que no puedes.
2. La segunda parte de la lección es notar cómo Dios apoya a su Profeta dándole las respuestas adecuadas a cualquier golpe.
Este apoyo se extiende a nosotros. Estas aleyas (con varias otras en el Corán) narran respuestas, explicaciones y estrategias perfectas para responder a las preguntas.
Estas preguntas pueden ser de otros o pueden ser preguntas que nos hacemos a nosotros mismos. Entrenarse en el arte de la retórica coránica requiere tiempo interactuando con el Corán y reflexionando sobre dichos versos.
El desafío sura Al-Mulk
Hay muchas más lecciones para aprender de la sura Al-Mulk sobre tawakkul (confianza en Dios), rizq (sustento) y lo no visto.
Como desafío, acostúmbrate a leer la sura Al-Mulk todas las noches. ¡Tómate ese tiempo para reflexionar sobre las lecciones que hemos discutido aquí y más que puedes desbloquear por tu cuenta!
Que Dios haga del Corán la luz de nuestros corazones.
Fuente: About Islam