¿Son compatibles la Psicología y el Islam? Sí, ¡utilízala!
Por Timea Aya Csányi
¿Qué harías si tuvieras una enfermedad o tal vez te rompieras el brazo? ¿Lo dejarías con la esperanza de que mejore algún día, in sha’ Al-lah? ¿O harías algo para que cicatrice correctamente?
Supongo que la mayoría de nosotros visitaría a un profesional médico de inmediato. Entonces, ¿qué pasa si de repente te encuentras ansioso o tu estado de ánimo comienza a cambiar de una felicidad eufórica a una profunda depresión sin razón aparente? ¿Cómo te las arreglarías después de experimentar violencia en el hogar o de sobrevivir a un accidente automovilístico? ¿Qué harías si pareciera que no puedes llegar a un entendimiento mutuo con tu cónyuge? ¿Tú también buscarías ayuda?
Los musulmanes, especialmente los no occidentales, a menudo se alimentan de emociones escépticas hacia la ciencia de la Psicología y cuestionan su utilidad. Algunos incluso podrían dudar si es halal según el Islam. Ciertamente, ciertas teorías o técnicas psicológicas son incompatibles con las enseñanzas del Islam. Pero descartar la Psicología y los importantes beneficios que ofrece en conjunto sería un gran error. La Psicología, de hecho, tiene una conexión con el Islam más fuerte de lo que piensas.
La Psicología islámica
En primer lugar, la ciencia de la Psicología puede ayudarte a comprenderte a ti mismo, lo que afectará todos los aspectos de tu vida. Comprender qué te motiva, cómo superar los miedos y las fobias y, en general, cómo funciona la psique humana no solo es fascinante, sino que puede ayudarte a tener más éxito en tu vida y en tu relación con Dios, contigo mismo y los demás. La Psicología trata de comprender a las personas y sus emociones, y por qué piensan o hacen cosas específicas.
A diferencia del enfoque secular, el punto de vista islámico no diferencia entre el conocimiento científico y la religión, sino que cree que van de la mano. La revelación (el Corán y la Sunna) es de Dios; por lo tanto, es la verdad última. La Ciencia, sin embargo, es el producto del razonamiento humano que, aunque el Islam valora mucho, sigue siendo secundario a la revelación, ya que puede incluir errores. Por lo tanto, los musulmanes deben beneficiarse de investigaciones y experiencias científicas, siempre que estén de acuerdo con lo que enseñan el Corán y la Sunna del Profeta (la paz sea con él).
Desde una perspectiva musulmana, la Psicología es “el estudio del alma, el proceso conductual, emocional y mental asegurador, así como los aspectos visibles e invisibles que influyen en estos elementos”, (Hamdan). Estamos aquí en esta Tierra para adorar a Dios (Corán 51:56), y nuestro objetivo final es pasar la prueba de esta vida y ganar nuestro camino de regreso al Paraíso, in sha’ Al-lah.
¿El propósito?
El núcleo de nuestra vida creado por Dios es el alma que tiene 3 niveles diferentes. Ellos son An-Nafs Al-Ammarah Bissu, el alma que nos empuja hacia el mal (Corán 12:53); An-Nafs Al-Lawwama, el alma que se culpa a sí misma por el pecado (Corán 75:2); y An-Nafs al-Mutma’inna, el alma en tranquilidad que está en fuerte conexión con Dios (Corán 89:27), nuestro objetivo final.
A lo largo de la vida, muchos elementos influyen en la forma en que nos sentimos, pensamos y nos comportamos. Son nuestros genes e instintos innatos, nuestro entorno social, pero también cosas de las que somos conscientes, pero incapaces de ver, el mundo de los genios, la presencia de varios ángeles a nuestro alrededor; la creencia en el destino, el Último Día y el Más Allá.
En última instancia, los musulmanes a lo largo de sus vidas se esfuerzan por cumplir el propósito de su creación, desarrollar una personalidad islámica y purificar continuamente su alma de los deseos y dudas para alcanzar el nivel deseado de armonía y alegría. Para los musulmanes, eso se llamaría una persona autorrealizada (o más bien autodiferenciada) en la pirámide de Maslow.
Las causas de la angustia mental
A pesar de nuestros esfuerzos, es inevitable enfrentar desafíos en la vida. Lo más probable es que todos hayamos experimentado el duelo cuando murió alguien cercano a nosotros; todos hemos sentido que nunca encontraremos la luz al final del túnel; todos tenemos días grises y momentos de ansiedad de vez en cuando. Estos son sentimientos completamente normales y parte de la vida humana, con los que generalmente podemos lidiar. El problema comienza cuando estos sentimientos, pensamientos o acciones se vuelven atípicos, lo que genera angustia personal o afecta el funcionamiento de la vida diaria de la persona.
A diferencia de los estereotipos comunes, la enfermedad mental no es sinónimo de “estar loco o discapacitado mental”. En realidad, a veces, todo el mundo sufre de algún tipo de enfermedad mental en cierta medida. Cualquier cosa que afecte negativamente la vida social, laboral o familiar de uno fuera del rango de la normalidad puede llamarse «enfermedad mental».
Desde una perspectiva islámica, las principales causas de las enfermedades mentales suelen ser el distanciamiento de Dios, la influencia de fuerzas sobrenaturales y el escaso desarrollo de esquemas o de nuestra cosmovisión. Dios nos informa al respecto en el Corán:
“Pero quien se aleje de Mi recuerdo [Mi religión] llevará una vida de tribulación, y el Día del Juicio lo resucitaré ciego”.
La falta de comprensión de los eventos estresantes de la vida aumenta el riesgo de desarrollar una enfermedad mental. Islámicamente, el propósito de las angustias emocionales y/o cognitivas es exactamente el de las enfermedades físicas; pueden ser pruebas de Dios, o expiación por nuestros pecados; tal vez son castigos que sirven como una llamada de atención para recordar a Dios y volver a Él.
¿Qué hacen los consejeros/psicólogos musulmanes?
A pesar de que eres consciente de todos estos hechos, es posible que aún no puedas comprender tus sentimientos o pensamientos y de dónde vienen. No puedes formar un plan para volver a ser un individuo feliz y armónico. Es posible que te falten ciertas habilidades y técnicas clave, un entorno ideal o personas de apoyo que te ayuden a superar tus dificultades. Ese es el momento de llegar a aquellos que son expertos en el campo de las emociones y la mente humana.
La psicología islámica reconoce que los humanos son seres espirituales; por lo tanto, los consejeros o psicólogos musulmanes combinarán su conocimiento basado en la investigación sobre la naturaleza humana con las enseñanzas del Islam durante la(s) sesión(es). Un consejero actúa como un recordatorio, un compañero o un amigo.
Los consejeros asesoran para que las personas alcancen su potencial, facilitan el cambio de comportamiento y experimental desde una perspectiva espiritual, psicológica e intelectual; empoderan a las personas para que tomen sus decisiones y les enseñan conceptos que les permiten desarrollarse; intervienen para cambiar el funcionamiento humano de vuelta al rango de la salud psicológica.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que los consejeros no son eruditos islámicos; miran los casos desde una perspectiva psicológica y no halal-haram. En caso de una disputa matrimonial, por ejemplo, intentan encontrar la raíz del problema, ayudan a la pareja a comprender y respetar la opinión del otro mientras los equipan con habilidades de comunicación, resolución de problemas y otras habilidades útiles. Sin embargo, no pueden resolver problemas legales relacionados con relaciones extramatrimoniales o custodia de los hijos. Los consejeros musulmanes ciertamente poseen conocimientos islámicos hasta cierto punto, pero, en la mayoría de los casos, no están autorizados a dar fatuas. En consecuencia, los consejeros profesionales trabajan mano a mano con los académicos para ayudar a los pacientes de la manera más comprensible.
La mejor Opción: Psicoterapias Integradas de Espiritualidad
Integrar la religión y la espiritualidad en la psicoterapia (como la popular Terapia Cognitivo-Conductual) es en realidad una de las formas más efectivas de ayudar a los musulmanes, ya que nuestra hermosa religión está llena de herramientas para sanar y protegernos de problemas psicológicos. Dios dice en el Corán:
“¡Oh, gente! Les ha llegado el Mensaje de su Señor, que es un motivo de reflexión, cura para toda incertidumbre que hubiera en sus corazones, guía y misericordia para los creyentes”. (Corán 10:57)
De hecho, incluso los investigadores occidentales encontraron una asociación positiva entre la espiritualidad y el bienestar psicológico. La espiritualidad afecta positivamente la vida, la satisfacción conyugal, la capacidad de afrontar crisis, enfermedades y estrés.
Las personas espirituales (aquellas que viven sus rituales religiosos con una creencia firme y una intención sincera) son más felices y optimistas; encuentran más fácil el sentido de la vida, tienen una personalidad estable y, por lo general, disfrutan de un mayor apoyo social. Es menos probable que sufran depresión, ansiedad, suicidio, comportamiento delictivo y adicción que son, en gran parte, productos del estilo de vida occidental y su sociedad individualista.
La Psicología es un campo de la Ciencia muy amplio y en rápido desarrollo. Ofrece mucha información a los humanos sobre nosotros mismos y cómo el mundo influye en nuestros pensamientos, emociones y comportamiento. Los psicólogos y consejeros musulmanes utilizan este conocimiento empírico, combinándolo con la revelación y las enseñanzas de Dios, para brindarles a los pacientes herramientas prácticas para los momentos de crisis de la vida, para ofrecer una explicación a sus sufrimientos y brindarles una nueva perspectiva sobre ellos mismos o sus situaciones.
Dios dice en el Corán:
“Pregunten a la gente de conocimiento si es que no saben”, [21:7 y 16:43].
Los musulmanes nunca deben rehuir la búsqueda de esa ayuda en tiempos de necesidad.
Fuente: About Islam