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Cómo un musulmán por coincidencia se convierte en musulmán por elección

Por Muhammad Hassan Kaleem

 

¿Hemos pensado alguna vez por qué un no musulmán nace en una familia no musulmana y un musulmán en una familia musulmana?

¿Cuál es la culpa de un ser humano nacido en una religión no islámica? ¿De qué me sirve tener una fe musulmana desde mi nacimiento? ¿Tengo fe pura?

Muchas veces estas preguntas vienen a mi mente cada vez que veo la gran cantidad de personas que se convirtieron al Islam y lo practican de una manera mucho más ferviente.

¿Por qué la persona que pasó gran parte de su vida en un sistema de creencias no islámico se convirtió al Islam y se convirtió en un musulmán más competente que uno tradicional?

La respuesta está en explorar el verso del Corán:

Cuando tu Señor sacó de las espaldas de los hijos de Adán a su descendencia y los hizo dar testimonio [preguntándoles]: «¿Acaso no Soy Yo su Señor?» Respondieron: «Sí, atestiguamos que así es». Esto es para que el Día de la Resurrección no digan: «No sabíamos nada de esto», (Al-A’raf 7:172).

Esta aleya representa significativamente el hecho de que el compromiso de los seres humanos con Dios es el primer pacto y que los mensajes traídos por todos los Profetas son básicamente el segundo pacto destinado principalmente a revivir ese primer pacto.

Abre aún más la veracidad del mensaje el hecho de que un ser humano necesita explorar a través de su viaje individual de la verdad a un nivel consciente lo que ya ha sido prometido por el individuo a un nivel subconsciente.

Todos los seres humanos son igualmente vulnerables a aceptar o no la unicidad de Dios.

El Corán es la encarnación más pura y refinada del segundo pacto.

Es el ultimátum de nuestra guía, con el último Profeta Muhammad (la paz sea con él) como la verdad final hasta el día de la resurrección para toda la humanidad. No hay duda en ello.

Idealizar el viaje religioso como individuos, a través de nuestra propia búsqueda, poniendo a Dios como nuestro principal significado en la vida nos permite descubrir la fe energizante del primer pacto, el que está en lo más profundo de nosotros.

Pasar de ser un musulmán por coincidencia a un musulmán por elección es descubrir verdaderamente a Dios.

Es sintonizarse con la frecuencia de la fe y darse cuenta de la guía del Profeta Muhammad (la paz sea con él) como nuestra salvación final.

Este viaje individual es de suma importancia, y todas las filosofías y ciencias son falibles, incapaces de dar a la humanidad respuestas a dos preguntas básicas:
¿Qué haces en la Tierra?
¿Qué te sucederá después de que mueras?

Estas respuestas se encuentran solo en una búsqueda de fe, que no deben darse por sentadas.

«¡Oh, alma que estás en paz con tu Señor! Vuelve a la vera de tu Señor complacida, porque Dios está complacido contigo, y únete a Mis siervos piadosos entrando a Mi Paraíso», (Al-Fayr 27: 30).

 

Fuente: About Islam