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El arte perdido del altruismo

Por Theresa Corbin

 

Fethullah Üzümcüoğlu y su prometida Esra Polat se comportaron como verdaderos creyentes cuando tomaron sus ahorros para su boda y los destinaron a alimentar a sus vecinos en la provincia turca de Kilis.

¿Y quiénes eran sus vecinos?

Dio la casualidad de que eran miles de refugiados sirios.

“Pensé que compartir una gran cena deliciosa con nuestra familia y amigos era innecesario, sabiendo que hay tanta gente necesitada viviendo al lado. Así que se me ocurrió esta idea y la compartí con mi hijo.

Estoy muy feliz de que lo haya aceptado y hayan comenzado su nuevo viaje feliz con una acción tan desinteresada”, dijo el padre del novio, Ali Üzümcüoğlu, al periódico Serhat Kilis.

Mejor que presumir

Fue idea del padre del novio, pero la pareja la puso en marcha. En una época en que las bodas se ven como una oportunidad para presumir, esta joven pareja decidió hacer algo mejor con su celebración.

Decidieron complacer a sus hermanos y hermanas refugiados que están sufriendo invitándolos a unirse a su celebración.

Abu Huraira, un compañero del Profeta Muhammad solía decir:

“La peor comida es la fiesta de bodas a la que se invita a los ricos y se ignora a los pobres”.

Pero a pesar de esto, la mayoría de las veces, solo los ricos y los que tienen poder son invitados a eventos de este tipo. La mayoría usa estas oportunidades para presumir. Y se ha convertido en una enfermedad de nuestra sociedad ignorar a los pobres. A lo sumo los más afortunados envían unas monedas a los menos afortunados como forma de satisfacer su conciencia.

Aquellos de nosotros que tenemos tanto, a menudo actuamos como si la pobreza y las privaciones fueran una enfermedad contagiosa, manteniéndonos lo más lejos posible de quienes la padecen. Pero el Profeta (la paz sea con él) nos enseñó que:

“Un musulmán nunca dejará a otro musulmán desamparado en un momento de necesidad”.

Este hadiz (tradición profética) no dice que debamos dar a los musulmanes necesitados, aunque hay muchos hadices que sí lo dicen. Dice que no debemos dejarlos. A menudo, nuestra caridad se siente demasiado como una excusa para dejar al musulmán que está en necesidad. A veces se necesita más que dinero.

Trata a los oprimidos como a tus hermanos

Al invitar a los refugiados a participar en una comida para celebrar su boda, la pareja hizo más que llenar los estómagos de los hambrientos vecinos. Los trataron como a sus hermanos y los honraron como invitados. Contentar a los que están en dificultades requiere más que solo darles caridad. Se necesita tratarlos con amabilidad y dignidad.

Esta hermosa joven pareja turca nos ha recordado a todos cómo debería ser la caridad con su hermoso y amoroso acto. La pareja no solo envió el dinero de su boda a los refugiados, lo que habría sido un acto asombroso en sí mismo.

Después de casarse, la pareja puso una hermosa sonrisa en sus rostros, saludaron a sus hermanos y hermanas, compartieron su día con ellos, se arremangaron y sirvieron a los refugiados. La pareja no solo les dio alimento, sino que también los trataron bien.

El buen trato a quienes reciben nuestra caridad es fundamental.

¡Oh, creyentes! No malogren sus caridades haciendo alarde de ellas u ofendiendo, como aquel que contribuye para que la gente lo vea, pero [en realidad] no cree en Dios ni en el Día del Juicio Final. (Corán 2:264)

Creando un recuerdo increíble

El novio, Fethullah, dijo que “Ver la felicidad en los ojos de los niños refugiados sirios no tiene precio. Comenzamos nuestro viaje hacia la felicidad haciendo felices a los demás y eso es una gran sensación”.

La alegría que sintieron el día de su boda se multiplicó porque se convirtió en un día de alegría para muchos más más que ellos. Se convirtió en un día para que sus vecinos, que habían visto lo peor de la humanidad, celebraran ahora que estaban viendo lo grandiosos que podían ser sus semejantes.

Que Dios bendiga a esta pareja en su matrimonio y nos haga a todos más como ellos.

Espero que esta historia no solo se haya vuelto viral en Internet, sino que se vuelva viral también en la realidad.

Espero que se comparta más la idea y que podamos revivir el arte perdido del altruismo, no solo para nuestros hermanos musulmanes sino para toda la humanidad.

Porque cuando todos nos ayudamos y nos tratamos bien al hacerlo, cuando todos gastamos de lo que amamos, cuando todos nos damos cuenta de que la caridad es incluso una sonrisa y un buen trato, todos estaremos mejor por ello.

Y ese es un virus que vale la pena propagar.

 

Fuente: About Islam