Posted on / in Articulos

Madre no deja que una conversa practique el Islam: ¿Qué hacer?

«Estoy atrapada en una situación difícil. Hace poco le dije a mi madre que quiero abrazar el Islam. Vengo de una familia sin religión, excepto mi madre que fue criada en el Cristianismo, pero en realidad ya no lo sigue, no obstante todavía se considera cristiana. Entonces, como dije, le dije a mi madre que quería abrazar el Islam y ella estaba un poco escéptica y me hizo preguntas como ¿por qué? Y es porque estoy «copiándole» a alguien (mi madre parece pensar que todo lo que hago es porque estoy imitando a otra persona que hace lo mismo).

Está un poco de acuerdo con que me convierta en musulmana, pero dijo que habrá reglas. Y me impresionaron mucho estas reglas. Ahora, soy mujer, así que eso significa que, siguiendo el Islam, tengo que ser lo más modesta posible, pero mi madre dijo que NO al uso del hiyab. Sí, ella dijo eso. Le dije: «¿¿por qué??» y ella dijo «Afectará tus calificaciones» y yo le digo: «¿CÓMO?» y ella dijo: «Simplemente será así», luego dijo «Es solo una fase, y será vergonzoso cuando salgas de eso». Ahora, esto es MUY molesto y muestra el lado racista/religioso de mi madre porque sí, a veces puede ser muy racista y persistente.

PERO HAY MÁS: ella dijo NO al Ramadán a pesar de que los amaneceres son a las 7:20 a.m. y las puestas de sol son a las 9 p.m. durante el Ramadán en mi país, por lo que los ayunos son cortos. Creo que no permitirme usar mi hiyab y no participar en el ayuno de Ramadán es una locura. Siento que esto es discriminación religiosa y creo que tengo derechos humanos a pesar de que mi madre piensa que ella es 100% propietaria de mí y tiene que hacer todo por mí porque aún no tengo 18 años. ¿Qué tengo que hacer?»

Respuesta por Anne Myers

Respuesta corta: 
  • No estás sola en lo que estás lidiando con tu madre. Los padres, especialmente las madres, tienen un alto estatus en el Islam, y es importante que seamos buenos con ellas, pero la obediencia a Dios anula la obediencia a los humanos.
  • El hiyab no necesita ser observado en espacios privados alrededor de otras mujeres y hombres que sean parientes cercanos. En cuanto al Ramadán, trata de llegar tarde a casa, alrededor del tiempo en que puedas romper tu ayuno.

Salam alaikum mi hermana y gracias por tu pregunta.

¡Felicitaciones por tu aceptación del Islam como tu religión!

¡Que Dios te bendiga siempre, te ayude a realizar buenas obras y te recompense con lo mejor en esta vida y en el Más Allá, Amín!

No Estás Sola

Primero, quiero asegurarte que no estás sola en lo que estás pasando con tu madre.

Es muy común que los conversos tengan problemas con sus familias al aceptar su nueva religión.

Uno puede sentirse muy aislado y desanimado por no tener apoyo familiar en algo que es tan importante, pero debes saber que tienes a toda la comunidad mundial de musulmanes apoyándote como nuestra querida hermana.

La Obediencia a Dios Anula la Obediencia a los Humanos

La creencia islámica central es el tawjid, la unicidad de Dios.

No hay dios excepto Dios, y Dios es Más Grande que cualquiera o cualquier otra cosa que exista.

Se nos pide que obedezcamos las leyes de Dios, porque como nuestro Creador, Dios sabe lo que es mejor para nosotros.

Las reglas y leyes hechas por el hombre, aunque importantes, nunca pueden tener prioridad sobre las leyes de Dios. Dios ha dicho en el Corán:

“Le he ordenado al ser humano hacer el bien a sus padres. Pero si se esfuerzan por hacer que caigas en la idolatría de dedicar actos de adoración a otro que a Mí, lo cual es algo que no te he enseñado, no les debes obediencia. Ante Mí has de comparecer y te informaré lo que hacías” (Corán 29: 8)

También hay una narración del Profeta Muhammad, la paz y las bendiciones sean con él, donde dijo: «Que no haya obediencia a ningún ser humano si implica desobediencia a Dios» (Musnad Ahmad).

Por lo tanto, no tienes que seguir las reglas de tu madre acerca de no usar hiyab o no ayunar durante el Ramadán.

Dios ha hecho estas dos cosas obligatorias, por lo que debemos mantener estas leyes lo mejor que podamos, independientemente de lo que otras personas puedan decir o pensar.

Respeto a los Padres

Si bien no tienes que obedecer las reglas de tu madre con respecto al hiyab y el ayuno, esto no significa que tengas que ser irrespetuosa o grosera con ella.

A los padres, especialmente a las madres, se les otorga un alto estatus en el Islam, y es importante que seamos bondadosos con ellas. Dios dice en el Corán:

“Tu Señor ha ordenado que no adoren sino a Él y que honren a sus padres. Si uno de ellos o ambos llegan a la vejez, no sean insolentes con ellos, ni siquiera les digan: «¡Uf!» Háblenles siempre con bondad”. (Corán 17:23)

Si te sientes cómoda y segura, continúa hablando con tu madre sobre estas cuestiones. Hazle saber lo importante que son estas cosas para ti.

Dile que incluso si no está de acuerdo con ellas o no las acepta, quieres que sea respetuosa con tus elecciones.

Recuérdale que siempre serás su hija y que siempre la amarás, incluso a medida que crezcas y experimentes cambios en la vida.

Puede ser difícil para los padres ver a sus hijos hacer la transición a adultos y volverse más independientes; pueden preocuparse de no haber hecho un «trabajo lo suficientemente bueno» al criar a sus hijos, e incluso pueden sentir pena por la «pérdida» de su hijo en la edad adulta.

Reconocer que tu madre puede estar teniendo estos sentimientos y simpatizar con ella puede ser tranquilizador para ella.

Qué Hacer Con el Ayuno y el hiyab

El hiyab no necesita ser observado en espacios privados alrededor de otras mujeres y hombres que sean parientes cercanos (padres, padrastros, abuelos, hermanos, hijos, sobrinos y tíos relacionados por la sangre), por lo que no tienes que preocuparte por usarlo todo el tiempo.

Para que tu madre se sienta más cómoda con la idea sobre el hiyab, puedes invitarla a ir de compras contigo y elegir juntas ropa que vaya bien con el hiyab y que les guste a ambas.

Como eres menor de 18 años, durante el Ramadán probablemente estarás en la escuela la mayor parte del día.

Tal vez durante el Ramadán puedas realizar algunas actividades extra después de la escuela, como trabajo voluntario, un trabajo a tiempo parcial, participar en un club en la escuela o incluso hacer la tarea en la casa de una amiga.

Hacer estas cosas significará que llegarás tarde a casa, probablemente cuando puedas romper el ayuno.

Asegúrate de que tu madre vea que estás comiendo durante la noche, para que sepa que no te estás haciendo daño al no comer o beber.

La Indulgencia en Tiempos de Necesidad

Algunos conversos tienen situaciones familiares más difíciles que otros.

Sus familias pueden amenazar con echarlos de la casa, dejar de apoyarlos económicamente o, peor aún, si continúan practicando el Islam.

Si te encuentras en esta situación (Dios no lo quiera), sabe que el Islam sí permite flexibilidad.

En tiempos de necesidad o peligro, las personas pueden romper las reglas en la medida necesaria para evitar daños.

Por ejemplo, si tu madre amenaza con echarte si usas hiyab, puedes no usar el hiyab delante de ella, incluso si estás en público.

Si ella te amenaza con algún tipo de daño si descubre que estás ayunando, puedes romper tu ayuno frente a ella si te ves obligada a hacerlo (mientras continúas ayunando cuando ella no está cerca).

Por supuesto, estas no son situaciones ideales, por muchas razones, pero Dios es Misericordioso:

«Dios desea facilitarles las cosas y no dificultárselas» (Corán 2: 185)

Dios sabe por lo que estás pasando y que tu corazón es sincero y deseas obedecer las Leyes, y si te ves obligada a violar cualquiera de las Leyes de Dios, Dios es indulgente y misericordioso.

Recuerda que estas indulgencias son solo para momentos de verdadera necesidad y peligro, y de lo contrario, debes seguir las Leyes Divinas lo mejor que puedas.

Espero que esto ayude, y que tu madre pueda respetar tus elecciones.

¡Que Dios nos guíe a todos a lo mejor, Amín!

Salam y por favor mantente en contacto.

 

Fuente: About Islam

 

Acerca de Anne Myers

Anne Myers es una orgullosa graduada del Wellesley College y tiene una Maestría en Divinidad enfocada en estudios islámicos. Tiene experiencia en el cuidado pastoral en ambientes hospitalarios y universitarios. Sus pasiones incluyen el Islam, el feminismo, viajar, leer, ver concursos de cocina y sus gatos.