Poniendo la otra mejilla: entre Jesús y Muhammad
Poner la otra mejilla es una doctrina en el Cristianismo que se refiere a no tomar venganza por los daños o actos indebidos. Esta doctrina es un motivo de orgullo para los cristianos. Encontramos los siguientes versículos en el Nuevo Testamento:
Pero a vosotros los que oís, os digo: amad a vuestros enemigos; haced bien a los que os aborrecen; bendecid a los que os maldicen; orad por los que os vituperan. Al que te hiera en la mejilla, preséntale también la otra; y al que te quite la capa, no le niegues tampoco la túnica. (Lucas 6: 27-29).
Debido a las violentas imágenes atribuidas al Islam y a los musulmanes en los medios, la mayoría desconoce que el Corán tiene un concepto similar:
No es lo mismo obrar el bien que obrar el mal. Responde con una buena actitud, y verás que aquel con quien tenías enemistad se convierte en un amigo ferviente. (41: 34).
¿Cuándo se aplica esta doctrina de poner la otra mejilla? ¿Qué tan práctica es en el mundo en que vivimos? Si siempre se pone la mejilla, ¿cuál es el papel de la justicia y el fin de la opresión y la tiranía?
Entre el Perdón y la Justicia
Ciertamente, si un ladrón irrumpe en la casa de uno, sería irrazonable e ilógico alentarlo a robar más. O si alguien secuestrara a un niño o cometiera una violación, ¿se les permitirá escapar sin repercusiones?
El Islam fomenta la moderación y el perdón al mismo tiempo que reconoce la necesidad de justicia.
Dios ordena la justicia, hacer el bien (16: 90).
La tensión entre el perdón y la justicia se ejemplifica en las declaraciones de Gandhi y Malcolm X. Gandhi dijo que ojo por ojo hará que todo el mundo quede ciego, pero Malcolm X explicó que «si pones la otra mejilla puedes ser esclavizado por 1000 años».
Una simple observación de la naturaleza humana y la historia demostrará que siempre habrá muy pocas personas que ejerzan el perdón y la moderación. El conflicto, la opresión y la injusticia siempre han sido parte de la historia humana.
Pasar por alto la injusticia y las malas acciones a veces puede permitir que los opresores continúen con su opresión. La mejor manera de ayudar al malhechor es detenerlo de cometer fechorías. El profeta Muhammad (la paz sea con él) dijo:
Ayuda a tu hermano si él es un malhechor o si es víctima.
Un hombre preguntó:
«¡Oh, Mensajero de Dios!, puedo ayudarlo cuando es víctima, pero ¿cómo puedo ayudarlo cuando es un malhechor?»
El profeta dijo:
Puedes evitar que haga algo malo. Esa será tu ayuda para él (Al-Bujari).
El concepto de guerra como siempre siendo un mal se considera una verdad indiscutible en Occidente. Cualquier religión que defienda la violencia no puede ser una verdadera religión de Dios.
Según Jesús (la paz sea con él)
La percepción de Jesús (la paz sea con él) como un individuo pasivo que nunca hubiera alentado la violencia es inexacta incluso de acuerdo con las escrituras Cristianas.
Incluso en la tradición Cristiana, Jesús debe regresar y establecer la justicia en la Tierra. Armagedón es el lugar de la última batalla en la tierra entre el bien y el mal en la que Jesús luchará contra el anticristo y pondrá fin a la injusticia.
Jesús mismo afirma que la violencia y el conflicto son parte del proceso de luchar contra el mal:
«No penséis que he venido a traer paz a la tierra. No he venido a traer paz, sino espada. Sí, he venido a enfrentar al hombre con su padre, a la hija con su madre, a la nuera con su suegra; y enemigos de cada cual serán los que conviven con él. (Mateo 10: 34-36)
Según Muhammad (la paz sea con él)
En el Islam, hay muchos ejemplos del Profeta Muhammad poniendo la otra mejilla, especialmente en asuntos relacionados con su vida personal. Si alguien lo perjudicara personalmente, lo perdonaría y pasaría por alto su error.
Sin embargo, cuando se trataba de los derechos de los demás, los pobres, los huérfanos y los débiles, él lucharía por sus derechos y la justicia. Esto ayuda a establecer una línea entre poner la otra mejilla y no permitir la injusticia.
En este sentido, encontramos que el Islam alienta el perdón, pero comprende esa practicidad y la necesidad de la justicia.
Poner la otra mejilla es un gran ideal cuando perdonas a tu hermano por herir tus sentimientos, o a tu socio comercial que te engañó en un contrato. Sin embargo, no siempre es práctico en casos de asesinato, violación o robo.
El Islam elogia a la persona que practica la moderación y el perdón a quien puede haberla perjudicado, pero el perdón es la elección del individuo. Cuando se trata de los derechos de la comunidad en general o de los débiles y oprimidos, hacer la vista gorda o dar la otra mejilla sería una injusticia y daría el visto bueno a quienes hacen el mal.
Fuente https://www.whyislam.org/article/turning-the-other-cheek-or-an-eye-for-an-eye/