Nur Inayat Khan: Recordando A Una Heroína Musulmana De Guerra
Una de las historias más fascinantes de los musulmanes que participaron en la primera y segunda guerras mundiales es la de Nur Inayat Khan, psicóloga infantil y autora de libros infantiles.
Aunque su padre fue pacifista y su influencia fue importante para ella, Nur decidió tomar las armas para luchar contra la tiranía nazi. El 19 de noviembre de 1940 se unió a la Women’s Auxiliary Air Force (WAAF) y recibió instrucción para convertirse en operadora de radio. Por su dominio del idioma francés y su habilidad como operadora de radio, aparte de la escasez de agentes experimentados, se la consideró como idónea para ser enviada a la Francia Ocupada, pese a ciertas reservas por su inexperiencia. Finalmente fue enviada el 16 de junio de 1943 y se convirtió en operadora de radio de una red de la Resistencia liderada por Francis Suttill, bajo el alias «Madeleine».
Muchos miembros de la red fueron arrestados por la Gestapo poco después de su llegada, pero ella eligió permanecer en Francia, y pasó el verano desplazándose en varios lugares, intentando enviar mensajes a Londres a la vez que evitaba ser capturada.
En octubre fue traicionada por una francesa y arrestada por la Gestapo. Como había conservado copias de todas sus señales secretas, los alemanes pudieron usar su radio para engañar al SOE, quienes enviaron agentes directo a trampas puestas por la Gestapo. Logró escapar de la prisión pero fue recapturada.
Mientras huía, Khan, sin ayuda, arregló el rescate de pilotos británicos y estadounidenses derribados, y ayudó a salvar innumerables vidas de judíos.
En noviembre de 1943 fue enviada a la prisión Pforzheim en Alemania, donde se la mantuvo encadenada y recluida. A pesar de ser torturada en varias ocasiones, rehusó revelar cualquier tipo de información. En septiembre de 1944, fue transferida junto con otras tres agentes del SOE al Campo de concentración de Dachau, donde fueron fusiladas el 13 de septiembre.
Francia le otorgó póstumamente la George Cross (1949) y la Croix de guerre 1939-1945. Fue una de las únicas tres mujeres en la SOE que recibió la George Cross. Las otras dos, Violette Szabo y Odette Hallowes, han tenido mucho más reconocimiento, incluidas películas sobre sus vidas.
En noviembre de 2012, se reveló una estatua en Londres para conmemorar a Khan, ya que la única heroína de guerra musulmana de Gran Bretaña se convirtió en el primer monumento a una mujer asiática en el Reino Unido.
La veterana de guerra Irene Warner conoció a Nur mientras ambas entrenaban en Edimburgo. «Era muy callada, muy tímida y con frecuencia tenía una sonrisa nerviosa … era muy valiente y ciertamente merece algo de reconocimiento».
Los activistas pasaron años recaudando dinero para la estatua. Otro apoyo incluyó una moción temprana de la Cámara de los Comunes en junio del 2010, que proponía que se erigiera la estatua. Fue firmado por 34 diputados. El vicecanciller de la Universidad de Londres también autorizó la instalación del busto en Gordon Square.
Una carta de petición había argumentado a favor del Gordon Square como un lugar ideal para la estatua porque «es un lugar donde a muchos estudiantes y miembros del público les gusta sentarse … la estatua será un recordatorio oportuno de que no debemos olvidar los principios de no violencia y armonía religiosa que Nur defendió, y por los que ella sin dudarlo sacrificó su vida».
Shrabani Basu, fundadora de Nur Memorial Trust y autora de su biografía, Spy Princess, agrega: «La casa de Nur también estaba cerca y es donde vivía antes de emprender su última misión». En sus días libres solía sentarse en la plaza en un banco con un libro en su regazo».
Dado el lugar único de Nur en la historia, uno realmente tiene que preguntarse: ¿qué le tomó a la gente tanto tiempo para honrar su contribución?