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La Historia De María: La Sorprendente Similitud En La Biblia Y El Corán

Escrito por Theresa Corbin, traducido por Cinthia N. Mascarell

 

María (que Dios esté complacido con ella) pasó la mayor parte de su juventud en el templo dedicada en oración a Dios. No se le impidió entrar a la casa de Dios a pesar de que generalmente solo los hombres podían adorar allí.

María (que Dios esté complacido con ella — Mariam en árabe) es una figura conocida y muy respetada tanto en el Islam como en el Cristianismo.

Cuando la madre de María estaba embarazada de ella, dedicó al niño que llevaba en su vientre al servicio de Dios. Tras su nacimiento, la madre de María se sorprendió de que fuera una niña y declaró:

[…] No puede servirte una mujer [en el templo] como lo habría hecho un varón […] (Corán 3:35)

Y ciertamente, la diferencia y las capacidades de las mujeres fueron más evidentes en la vida y el propósito de María. Ella figura en Sura al-Anbiya (capítulo de los profetas) entre los grandes profetas:

[Recuerda] a aquella que conservó su virginidad, cuando infundí Mi espíritu en ella. Así hice de ella y su hijo un signo [de Mi poder divino] para toda la humanidad. (Corán 21:91)

A los profetas varones se les dio revelación en forma de palabras, recitación y textos. María recibió revelación en forma de un gran ser humano.

María recibió un hijo bendecido que fue creado por Dios sin un padre. Ella era virgen en el momento del nacimiento de Jesús. Y ella misma era un modelo de comportamiento humano. Tanto el Islam como el Cristianismo sostienen que estas características de María son ciertas.

El encuentro de María con el ángel Gabriel es sorprendentemente similar en el Corán y la Biblia. El Ángel Gabriel le dijo a María en el Corán:

Y [recuerda] cuando los ángeles dijeron: «¡María! Dios te ha elegido por tus virtudes y te ha purificado. Te ha elegido entre todas las mujeres del mundo. (Corán 3:42)

Y en la biblia:

Y entrando, le dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo». (Lucas 1:28)

El Ángel Gabriel le revela a María a su hijo:

Entonces los ángeles dijeron: «¡María! Dios te albricia con Su Palabra [¡Sea!] será conocido como el Mesías Jesús, hijo de María. Será noble en esta vida y en la otra, y se contará entre los próximos a Dios. (Corán 3:45)

Y esto también está narrado en la Biblia:

Ella se conturbó por estas palabras, y discurría qué significaría aquel saludo. El ángel le dijo: No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios; vas a concebir en el seno y vas a dar a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús. (Lucas 1: 29-31)

En el Corán, Dios relata cómo María estaba confundida por la creación de Dios de un ser humano sin intimidad física o padre:

Dijo [María]: «¡Señor mío! ¿Cómo he de tener un hijo si no me ha tocado hombre?» Le respondió: «¡Así será! Dios crea lo que quiere. Cuando decide algo, solo dice: ¡Sea!, y es. (Corán 3:47)

Del mismo modo, la Biblia relata:

María respondió al ángel: «¿Cómo será esto, puesto que no conozco varón?» El ángel le respondió: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el que ha de nacer será santo y será llamado Hijo de Dios» (Lucas 1: 34-5)

Pero el relato del Corán sobre María va más allá que el de la Biblia. En el Corán, podemos leer sobre la experiencia de María en el trabajo de parto:

Los dolores de parto la llevaron junto al tronco de una palmera. Exclamó: «Preferiría haber muerto antes que esto, y así hubiera sido olvidada completamente». (Corán 19:23)

En este versículo, la experiencia de María da una idea del dolor y las dificultades que todas las madres pasan por sus hijos, incluso si el lector nunca experimentara el parto.

Una vez que nació el niño, María estaba exhausta y asustada. Pero el Corán narra que oye una voz que la llama:

Entonces [el ángel] la llamó desde abajo [del valle]: «No estés triste, tu Señor ha hecho fluir debajo de ti un arroyo. Sacude el tronco de la palmera y caerán sobre ti dátiles frescos. Come, bebe y anímate y alégrate […] (Corán 19:24-26)

Para aliviarla, Dios le proporciona a María todo lo que necesita y conforta su corazón angustiado después de una experiencia tan intensa.

Desde aquí, el Corán relata que María no debía hablar con su gente cuando ella les traía a su hijo. En cambio, Dios permitió a Jesús (la paz sea con él), quien era un bebé recién nacido, hablar y explicar quién era él.

El Corán relata que Jesús dijo:

Entonces [Jesús] habló: «Soy un siervo de Dios, Él me revelará el Libro y hará de mí un Profeta. Seré bendecido dondequiera que me encuentre, y me ha encomendado hacer la oración, dar caridad mientras viva, honrar a mi madre, y no ser arrogante ni insolente […] (Corán 19: 30-34)

María es una figura central tanto en el Islam como en el Cristianismo. Ella es venerada en ambas religiones. Se habla de ella en el Corán y la Biblia en versículos sorprendentemente similares. Aunque muchos pueden no saber que María es una figura central en el Islam, el Corán cuenta aún más sobre la vida y la misión de María, que la paz y las bendiciones de Dios sean verdaderamente sobre ella.

 

Fuente: AboutIslam