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Viendo los pecados como un catalizador, no como una crisis

Escrito por Mohammad Elshinawy

 

Traducción de un breve artículo del Sheij Ahmad Salim (حفظه الله)

En el nombre de Al-lah, el Más Misericordioso, el Concedente de Misericordia.

El mayor logro de Shaytân no es que caigas en el pecado. No, el mayor logro de Shaytân es que abandones los actos de obediencia y aceptes los pecados como tu condición permanente.

El mayor problema con los pecados no es el pecado en sí, sino el hecho de que los pecados te dejan en un estado de fatiga emocional; una mezcla de sentimiento de inutilidad y de sentimiento de que la protección de Dios te ha abandonado. Esto luego te lleva a abrazar una variedad de pecados, lo que conduce a la verdadera catástrofe: abandonar los actos de obediencia. Y quizás este sea el punto crítico que hace que los pecados mayores sean tan peligrosos; el hecho de que llevan a la gente a este punto mucho más rápido.

Uno de los mayores castigos por un pecado es el hecho de que agota la confianza en uno mismo y compromete tu sistema inmunológico. Según los eruditos, esta es la base fundamental detrás: entre los castigos por cometer un pecado está el cometer otro pecado después. Una vez que cometes un pecado, te sientes patético y sin confianza en ti mismo, y este estado es lo que abre las puertas a la falta de esperanza.

Sin embargo, este no es un estado del que no se pueda escapar. De lo contrario, el Profeta ﷺ no habría dicho: “Y sigue el pecado con una buena acción; lo borrará». [at-Tirmidhi]

También entre los mejores medios que ayudan a recuperar la confianza después de cometer un pecado están: el arrepentimiento, pedir perdón a Al-lah, apresurarse a rezar y recitar el Corán.

Y si vuelves al pecado otra vez, vuelve de nuevo a este remedio, porque el Profeta ﷺ dijo: «Ciertamente Al-lah no dejará de [perdonarte/recompensarte] hasta que dejes de [buscarlo]». [al-Bukhari y Muslim]

“Observa las oraciones prescritas en los dos extremos del día y durante la noche, pues las obras buenas borran las obras malas. Esto es una exhortación para quienes reflexionan». [Hud (11): 114]

En otro hadiz, el Profeta ﷺ dijo: «Si no cayeran en pecado, Al-lah crearía otras criaturas que cayeran en el pecado y busquen Su perdón, a quienes Él perdonará». [Muslim]

Por esta razón, lo que te enseñó es desarrollar para ti una rutina constante de obediencia, una que no sea interrumpida por tu caída en el pecado.

Además de eso, no te rindas ante otros pecados, incluso si hay un pecado que cometes constantemente y no puedes dejar de hacerlo. No te permitas pasar de un pozo a otro más profundo. Por ejemplo: no pases de cometer un pecado no regularmente a cometer este pecado con regularidad, o de cometer este pecado con regularidad y que esto desencadene varios pecados menores, o de estar desenfrenado con pecados menores a caer en un pecado mayor, o de caer en un pecado mayor y ser esa persona que no siente remordimiento – hasta que su vida finalmente es sellada por la incredulidad (que Al-lah nos conceda protección de tal destino).

Estate siempre dispuesto a minimizar tus pérdidas y a mantener constante tu registro de buenas obras, sin dejarte intimidar por tu registro de pecados. Entonces, si tú, por ejemplo, realizas regularmente oraciones en congregación, o recitas regularmente el Corán o haces duaa, ¿por qué dejas de hacer esto cuando caes en un pecado? Eres como alguien que encuentra una mosca en su casa y reacciona abriendo un agujero en la pared, permitiendo así que todos los demás insectos ingresen. Muy pronto, este comportamiento hará que la pared, y eventualmente la casa misma, se derrumbe por completo.

Además, te advierto que no seas de los que consideran ciertos pecados carnales repulsivos y repugnantes, mientras se sienten completamente cómodos calumniando o criticando a las personas.

No importa cuántas veces tus deseos pecaminosos te dominen, nunca permitas que tu rutina diaria de buenas obras sea interrumpida. Estos son tu combustible espiritual, a saber, el Corán, la oración, duâ’, estudiar las palabras del Profeta ﷺ, aprender de la historia de su vida y la de sus Compañeros, y prepararte para mantener un buen carácter.

Finalmente, algunas personas pueden objetar bajo la premisa de que han estado practicando regularmente, pero su corazón no se ha ablandado y su yo interior todavía no se ha abstenido de pecar de forma recurrente. La verdad es que el conocimiento, la devoción ritual, la dulzura del corazón, el apego a la mezquita, una relación íntima con el Corán y cualquier otra rama de la fe, no te otorgarán su dulzura excepto con resistencia, dedicación incansable, y frecuentemente llamando a su puerta.

Pero la mayoría de las personas golpean tres veces y luego se alejan, entonces, ¿cómo es posible que experimenten su dulzura?

 

El Sheij Ahmad Salim es autor de varios libros analíticos, que generalmente critican diferentes tendencias del pensamiento islámico sunita. El más famoso de sus libros son dos estudios exhaustivos sobre los movimientos islámicos contemporáneos. Uno se llama Ma Ba’da as-Salafiya (literalmente: post-salafismo) y Surat al-Islamiyyeen ‘ala ash-Shasha (literalmente: la imagen de los islamistas en la pantalla [grande]). A título oficial, dirige el equipo de investigación del Centro de Investigación y Estudios NAMA (http://nama-center.com/) en Riad, Arabia Saudita.

 

Fuente: Muslim Matters