Violencia doméstica: ¿Por qué las mujeres la soportan y se quedan?
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“Desearía que mi esposo se muera”, una hermana expresa en voz baja su profundo deseo, que cree que pondrá fin a su miserable situación matrimonial. Ha sufrido abusos durante toda su vida matrimonial.
Su relación abusiva la ha llevado al punto de desear la muerte de su esposo, pero no está dispuesta a romper el matrimonio por una sola razón: la inestabilidad financiera. Su marido es el sostén de la familia y ella dejó sus estudios para casarse con él. Si deja el matrimonio, no tendrá a nadie que la mantenga ni a ella ni a sus hijos.
Otra hermana está en una situación peor; su esposo no solo la abusa verbalmente, sino que también sufre una adicción sexual. También permanece en su matrimonio porque no puede mantenerse económicamente a sí misma ni a sus hijos. Ella dice que si alguien de su familia pudiera darle un alojamiento, dejaría a su esposo al instante.
Cuando se trata de violencia doméstica o relaciones abusivas, a menudo se han abordado los problemas de la vergüenza y el deshonor. Sin embargo, hay otras razones por las que las mujeres aguantan:
Soporte financiero
Muchas mujeres soportan la violencia doméstica porque no tienen los medios económicos para mantenerse a sí mismas o a sus hijos. En la mayoría de los casos, los maridos son el único sostén de la familia y la esposa se vuelve muy dependiente de él para el apoyo económico. Preferiría soportar el abuso que tratar de independizarse económicamente.
Falta de educación académica
Incluso en los tiempos actuales, muchos padres continúan poniendo más énfasis en la educación de sus hijos y socavan la de sus hijas. Tan pronto como se acerca un buen pretendiente, los padres casan a sus hijas sin asumir ningún compromiso futuro para completar su educación.
Complicaciones para volver a casarse
Es un hecho bien conocido que las mujeres musulmanas divorciadas tienen dificultades para volver a casarse, especialmente si tienen hijos. Para algunas, el miedo de vivir una vida sin un marido parece más difícil que tener uno que es abusivo.
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A veces, las mujeres con educación y estabilidad financiera toleran la violencia doméstica solo para mantener la imagen de estar en una relación estable. En sus mentes, un matrimonio fallido se concibe como un fracaso de su parte. Su ego les impide ser conocidas como las «víctimas» de la violencia doméstica.
Por los niños
En otras ocasiones, las mujeres arrastran su relación solo para que sus hijos no tengan que crecer en hogares rotos. Creen que una familia con una madre y un padre es mejor que una con uno solo de los padres.
¿Las mujeres deben aguantar?
No importa cuál sea la razón, no hay excusa para soportar la injusticia. Desafortunadamente, en muchas culturas, existe tanta negatividad asociada con la búsqueda de ayuda a través de un tercero y/o el divorcio, que muchas mujeres soportan voluntariamente la violencia doméstica en lugar de proteger sus derechos.
1. Busca ayuda
Primero, comprendamos que no todos los casos de violencia doméstica tienen que terminar en divorcio. Es cierto que hay casos que definitivamente requieren un divorcio, pero hay otros casos que pueden resolverse sin uno. Es posible que nunca se sepa hasta que se busque ayuda profesional.
2. Tu matrimonio no es ÚNICAMENTE tu responsabilidad
No te dejes engañar pensando que eres la culpable de revelar los «secretos» de tu matrimonio al buscar ayuda. Necesitas ayuda, tu cónyuge necesita ayuda y tu matrimonio necesita ayuda. Si tu cónyuge estuviera enfermo, ¿no irías al médico para que le explicara su situación? Puntualmente, solo unas pocas personas necesitan saber lo que está sucediendo en tu matrimonio. Busca ayuda a través de un profesional y de familiares cercanos y amigos en quienes puedan confiar.
3. Malos efectos en los niños
No pondrás a tus hijos en una situación «vergonzosa» si buscas ayuda a través de un tercero. De hecho, apreciarán cualquier ayuda que puedas obtener para resolver el problema, en lugar de crecer viendo cómo su padre abusa de su madre.
En caso de que la solución sea un divorcio, nuevamente es mejor que los niños crezcan en un hogar aparentemente roto en lugar de crecer emocionalmente traumatizados, en un hogar internamente roto, tratando de mantenerlo en secreto.
Complicaciones para un nuevo matrimonio, inestabilidad financiera y la comunidad musulmana:
En los casos en que la solución es divorciarse de una relación abusiva, los dilemas de volver a casarse y el apoyo financiero necesitan respuestas. No vivimos en la época de los ṣaḥābah, donde las mujeres divorciadas/viudas no tenían dificultad para volver a casarse. Muchas veces no es práctico para las mujeres vivir una vida solas.
Tampoco vivimos en la época de ‘Umar (que Al-lah esté complacido con él), que había establecido un excelente sistema de apoyo para mujeres que estaban solas sin un familiar masculino que las apoyara.
Por favor no me malinterpretes. No estoy sugiriendo que debido a estos desafíos un matrimonio destructivo deba arrastrarse, más bien estoy animando a las comunidades musulmanas a pensar en soluciones para estos problemas.
«Él [Al-lāh] hará que su asunto sea más fácil».
Mientras encontramos las soluciones prácticas, permítanme recordarles a mis hermanas y hermanos que quieren dejar un matrimonio abusivo que pongan su confianza en Al-lah como Él nos instruyó.
“Y quien teme a Allāh, le buscará una salida y le proveerá de donde no espera. Y quien confía en Al-lah, entonces Él es suficiente para él». (Al-Ṭalāq: 2-3)
Es interesante que Sūrat’l-Ṭalāq (La sura del divorcio) esté lleno de versos que nos recuerdan que debemos poner tawakkul en Allāh y depender únicamente de Él como apoyo. Hay varios recordatorios en esta sura de que Allāh traerá alivio y Al-lah no sobrecargará un alma, subhan Allāh.
Toma precauciones
Creo que la necesidad de educar a nuestras hijas (sin mencionar la importancia de la educación en sí misma) es vital, especialmente en nuestro tiempo.
Que Allāh (glorificado y exaltado sea Él) proteja a las familias musulmanas, bendiga sus matrimonios con amor y armonía, y proteja a nuestros hijos e hijas, amin ya rabb.
Fuente: Muslim Matters