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¿Deberíamos exponer los pecados de alguien para proteger a otras personas?

«¿Es cierto que debemos trabajar duro para ocultar los pecados de otras personas, como Allah oculta nuestros pecados? Sé que eso es cierto la mayoría de las veces, pero ¿qué pasa en el caso de alguien que está en una posición de autoridad y está usando su poder para lastimar a otras personas? Si hemos intentado todo para convencer a esa persona de que cambie, todos los pasos de las normas islámicas, ¿qué podemos hacer para asegurarnos de que esta persona no lastime a otras? ¿TODAVÍA tenemos que esconder sus pecados, incluso si eso significa que otros confiarán en él y tal vez también resulten heridos? Cualquier idea sobre esto es muy útil para nuestra juventud. Muchas gracias y salaam.»

Respuesta por Anne Myers

Respuesta corta:

Si es un pecado que pone en peligro o daña a otras personas de alguna manera, absolutamente debemos exponerlo, pero de manera digna, con la intención de proteger a los demás de esa persona, al mismo tiempo que protegemos a las víctimas. No lo olvides: ninguno de nosotros está libre de pecado. Después de exponer su pecado de una manera digna y trabajar para proteger a otros de él, debemos pedirle a Dios que guíe al perpetrador y muestre misericordia hacia él, así como queremos que Dios nos muestre misericordia.


Salaam alaikum, y gracias por tu importante pregunta.

No es ningún secreto que todo ser humano peca; esa es simplemente nuestra naturaleza, ya que somos criaturas imperfectas.

De hecho, un hadiz del Profeta (la paz y las bendiciones sean con él) dice:

Si no cometieran pecados, Dios les habría barrido de la existencia y los habría reemplazado por otras personas que pecaran y le pidieran perdón a Dios, y Dios les habría concedido el perdón. (Narrado en Sahih Muslim)

Dos categorías de pecados

Dado que hay tantos humanos diferentes, todos con personalidades y situaciones de vida únicas, naturalmente hay muchas formas de pecar.

Todos los pecados implican desobedecer los mandamientos de Dios de alguna manera, pero hay dos categorías principales en las que caen:

  • Pecados que son personales (es decir, solo afectan a quien comete el pecado)
  • Pecados que afectan a otros

Saltarse las oraciones diarias, por ejemplo, es un pecado personal, ya que no afecta negativamente a nadie, excepto al que no reza.

Cometer un asesinato, por otro lado, afecta al asesino, a la víctima, a los seres queridos de la víctima y a toda la comunidad que tiene que lidiar con las secuelas.

Esta distinción es importante para el proceso de arrepentimiento.

Ambos tipos de pecados requieren pedirle perdón a Dios y decidir no volver nunca a ese pecado, pero el arrepentimiento por los pecados que afectan a otros tiene un requisito adicional de «compensar» a las víctimas (por ejemplo, devolver los bienes robados, pagar la restitución, ofrecer algunos tipo de servicio, etc.).

¿Ocultar o revelar?

Esta distinción también es importante para determinar si ocultar o revelar el pecado a otros.

Hay un hadiz del Profeta (la paz y las bendiciones sean con él) donde dice:

Quien cubre [es decir, quien esconde los pecados de] un musulmán, Dios los cubrirá en el Día del Juicio. (Narrado en Sahih Bujari)

Debido a este hadiz, así como a la prohibición de murmurar contra otros, los musulmanes pueden dudar en revelar las malas acciones de otros.

Sin embargo, si alguien está cometiendo un pecado que daña a otros o infringe los derechos de los demás, de hecho es nuestro deber informar a la gente sobre esto.

Dios comparte este importante verso del Corán:

¡Oh, creyentes! Sean responsablemente equitativos cuando den testimonio por Dios, aunque sea en contra de ustedes mismos, de sus padres o parientes cercanos, no importa si [el acusado es] rico o pobre: Dios está por encima de ellos. Que los sentimientos no los hagan ser injustos. Si dan falso testimonio o rechazan prestar testimonio [ocultando la verdad], sepan que Dios está bien informado de cuanto hacen. (Corán 4: 135)

El Profeta (la paz y las bendiciones sean con él) dijo:

«Ayuda a tu hermano, ya sea opresor u oprimido».

La gente preguntaba: «¡Oh, Mensajero de Dios! Está bien ayudarlo si es oprimido, pero ¿cómo debemos ayudarlo si es un opresor?»

El Profeta dijo: «Evitando que oprima a otros». (Narrado en Sahih Bujari)

Compromiso con la justicia

El Islam es una religión comprometida con la justicia.

Las personas tienen derechos que no deben ser violados y, si es así, es imperativo que exijamos justicia y equidad.

A menudo, la persona o el grupo que está siendo injusto es alguien a quien normalmente amaríamos y en quien confiaríamos (por ejemplo, alguien de nuestra familia, o quizás un líder comunitario querido).

Incluso, y especialmente, en este caso, la justicia debe mantenerse, por difícil y dolorosa que sea.

La gente debe ser consciente del comportamiento de esta persona para evitar que otros sean lastimados, la(s) víctima(s) debe(n) ser la máxima prioridad y el malhechor debe tomar medidas para corregir lo que ha hecho (además de arrepentirse sinceramente ante Dios).

Etiqueta para exponer los pecados de otros

A pesar de que es un deber revelar cuando alguien está cometiendo un pecado que daña a otros, esto debe hacerse con compasión y buenas intenciones.

Queremos lo mejor para nuestros hermanos musulmanes, y parte de amar a alguien es ayudarlo cuando ha hecho algo malo para que pueda mejorar en el futuro.

Al informar a los demás de los pecados de alguien que dañan a otros, esto debe hacerse con la intención de proteger a otras personas de estos pecados.

Difundir la información sin esta intención, o con la intención de humillar a la persona o simplemente por chismear, es inapropiado y no ayuda en nada a la víctima o al malhechor.

Está bien sentirse enojado, triste, traicionado o cualquier otro sentimiento hacia el malhechor, mientras que al mismo tiempo rezas para que enmiende sus caminos y corrija lo que hizo mal.

Debemos pedirle a Dios que les muestre misericordia, así como queremos que Dios tenga misericordia de nosotros.

 

Fuente: About Islam

 

Acerca de Anne Myers

Anne Myers es una orgullosa graduada de la Wellesley College y tiene una Maestría en Divinidad enfocada en estudios islámicos. Tiene experiencia en pastoral hospitalaria y universitaria. Sus pasiones incluyen el Islam, el feminismo, viajar, leer, ver concursos de cocina y sus gatos.