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10 Cosas que Aprendí de mi Exmarido

Escrito por Zainab bint Younus

Ya sea que te haya ocurrido repentinamente o se haya estado arrastrando por un tiempo; ya sea algo que necesitabas para ti o algo que nunca quisiste… el divorcio es una experiencia difícil de atravesar.

Es un proceso doloroso con un profundo costo emocional y, para muchos, puede (comprensiblemente) ser la fuente de una gran cantidad de ira y amargura hacia el excónyuge.

Sin embargo, el profeta Muhammad (la paz sea con él) nos enseñó que siempre hay un rayo de luz incluso en las nubes más oscuras de nuestras vidas.

“¡Cuán asombroso es el asunto del creyente! En verdad, todos sus asuntos son buenos y esto no es para nadie excepto para el creyente. Si algo bueno le sucede, está agradecido y eso es bueno para él. Si le ocurre algo malo, es paciente y eso es bueno para él». (Sahih Muslim #2999)

En los meses posteriores a mi divorcio, celebrando y lamentando el final de un capítulo de mi vida, me di cuenta de que tanto mi matrimonio como mi divorcio fueron una experiencia de aprendizaje. Con ese fin, ofrezco las siguientes diez cosas que aprendí de mi exmarido.

1 – Soy hermosa.

Cuando me casé por primera vez, era increíblemente joven y me sentía terriblemente insegura de mí misma. Durante mucho tiempo, había sido una marimacho; cuando llegué a la mitad de la adolescencia, ya estaba insegura acerca de cómo me veía.

Mi entonces esposo me convenció un poco para que finalmente creyera que era, de hecho, bonita y, más que eso, hermosa. El matrimonio me dio la libertad de explorar aspectos del embellecimiento que había evitado por incomodidad y de desarrollar una imagen positiva de mí misma. Siempre apreciaré y estaré agradecida por el hecho de que mi ex fue quien me sacó de mi caparazón y me hizo sentir cómoda conmigo misma.

2 – Tener defectos no te hace malvado.

Para cuando reconocí que mi matrimonio era tóxico, empecé a sentir resentimiento por mi entonces esposo. A menudo, combinaba sus defectos y fallas con él como persona, y tenía algunas cosas muy desagradables que decir sobre él. Fue una lucha darse cuenta y recordar que él no era malvado; tenía sus propios demonios internos y su bagaje con el que estaba luchando, y aunque no excusaba su comportamiento, no significaba que fuera del todo malo. Simplemente lo hacía dolorosamente humano… como yo.

3 – El hecho de que no sea amor verdadero no significa que no sea amor.

Pasé mucho tiempo en conflicto sobre la naturaleza de mis sentimientos por él. Como su esposa, ¿no se suponía que debía estar realmente enamorada de él? ¿Cómo podía pensar que lo amaba, cuando sabía que no iba a pasar el resto de mi vida con él?

Mientras crecemos escuchando acerca de cómo conoceremos a nuestro único amor verdadero, nadie realmente te dice que a veces, te encontrarás amando a alguien que no es tu único amor verdadero… y eso está bien. Allah te ha puesto en esa situación por una razón, y muy a menudo es una bendición. Hay muchos más tipos y matices de amor de los que nos enseñan, y es una bendición experimentarlos.

4 – El amor no correspondido es doloroso.

Es doloroso incluso para el que no te ama. Quizás uno de los peores sentimientos que experimenté fue saber que él me amaba más de lo que yo lo amaba a él. Fue brutal, duro y me hizo sentir como la peor persona del mundo. Es el que ama y no es correspondido quien generalmente se gana la simpatía de todos – la historia de Barirah y Mughith es bastante acertada – pero saber que no eres la persona adecuada para quien te ama con todo su corazón, es increíblemente doloroso, especialmente cuando te preocupas profundamente por ellos.

5 – Recuerda lo bueno, no solo lo malo.

Hay un hadiz que menciona a mujeres que se enojan tanto que olvidan lo bueno que les ha sucedido. Habiendo estado en una situación en la que era tentador, y fácil, pasar por alto los puntos brillantes en favor de cavilar sobre los tiempos oscuros, puedo decir que el agradecimiento a Allah es de gran ayuda para curar heridas dolorosas.

Incluso en situaciones profundamente infelices, todavía puede haber momentos de pequeña felicidad, pequeñas alegrías y recuerdos agradables; cosas en las que pensar y sonreír (incluso si esa sonrisa es un poco triste). No dejes que la amargura supere por completo los rastros de dulzura que quedan.

6 – No dejas de preocuparte solo porque estás divorciado.

Mi matrimonio terminó lenta y angustiosamente, y mi divorcio fue doloroso… para ser terriblemente honesta, probablemente fue peor para él que para mí. Sin embargo, aunque estaba eufórica y aliviada de haberme divorciado, no pude dejar de preocuparme por él por completo.

Después de años de estar juntos, de una relación que fue única a pesar de su turbulencia, es imposible deshacerse de los sentimientos de ternura y compasión y sentirte apático. Aunque no somos mahram entre nosotros y tendremos un contacto mínimo por el resto de nuestras vidas, siempre habrá una parte de mí que se preocupa por él y espera que sea realmente feliz. El corazón no tiene un interruptor de encendido/apagado, así que no esperes que lo tenga.

7 – No te dejes tentar.

Algunas noches, cuando te despiertas repentinamente y te das la vuelta en busca de un cuerpo cálido y reconfortante, te darás cuenta con una sacudida de que ya no están allí.

Algunos días, te encontrarás soñando despierto sobre qué pasaría si… ¿y si regresaras y las cosas cambiaran? ¿Qué pasa si quieres mantenerte en contacto con él/ella y descubres que, después de todo, no es tan malo? No sigas ese camino. En muchos casos (me atrevería a decir la mayoría), la persona de la que te divorciaste será la misma que era cuando estaban casados. A menos que ambos elijan activamente y se comprometan a volver a intentarlo, con asesoramiento matrimonial y una decisión firme para resolver los problemas que causaron que su matrimonio terminara en primer lugar, no te sientas tentado a fantasear con Felices para siempre, con la misma persona. En cambio, confía en Allah que Él les dará a ambos lo que realmente necesitan.

8 – Las relaciones tóxicas son reales.

Desafortunadamente, pocos de nosotros aprendemos cómo identificar las relaciones tóxicas en las muchas conferencias y libros que devoraremos antes de casarnos. Sin embargo, es algo que es necesario aprender, para estar al tanto de los patrones de comportamiento poco saludables que pueden surgir en tu matrimonio, ya sea que provenga de ti o de tu cónyuge. No importa de qué procedencia cultural sea, las relaciones tóxicas son reales y pueden empeorar, incluso volverse abusivas, si no son reconocidas y son tratadas lo antes posible.

Algunas personas confunden la paciencia con soportar un matrimonio malsano sin esforzarse por lograr una resolución o un cambio positivo, pero el Corán describe el vínculo matrimonial como uno de amor, misericordia y compasión. Un matrimonio que carece de estas cualidades puede ser perjudicial para el Imaan (la fe) de uno, y no debe dejarse indiferente.

9 – No siempre terminará bien.

A veces, incluso si realmente queremos tener el tipo de divorcio amistoso en el que todos se comportan con cortesía y respeto y tal vez incluso con una cooperación amistosa… no es tan fácil para la otra parte compartir esa visión y, a veces, es simplemente imposible.

Ya seas que tú hayas iniciado el divorcio o recibieras la noticia, el dolor y el tormento interno de todo esto puede ser demasiado para dejarlo de lado y continuar como si nada de eso importara. Algunos de nosotros somos capaces de reconocer nuestras emociones y seguir adelante, y otros no. Puede volverse desagradable, puede volverse incluso más doloroso, pero al final del día, tenemos que darnos cuenta de que por más que sea muy conveniente que las cosas salieran bien entre tú y tu excónyuge… es posible que nunca lleguen al punto de tener un divorcio amistoso.

Una vez más, este es el momento de volverse a Allah y hacer du’a por la otra persona (incluso si realmente no nos agrada en este momento) para que Él alivie su dolor y el tuyo.

10 – El divorcio puede hacerte una mejor persona.

Las luchas, y los buenos momentos, que compartiste con tu excónyuge, tuvieron lugar por una razón. Allah prueba a quienes ama, y ​​el divorcio es solo una de esas pruebas y tribulaciones en la vida de las que podemos emerger como musulmanes más fuertes y mejores personas.

No solo se nos da la oportunidad de volvernos a Allah con el corazón roto, sino que ahora estamos equipados con habilidades para la vida que nos ayudarán a reconocer nuestras propias faltas y defectos. También somos, in sha Allah, más capaces de comprender y empatizar con el excónyuge, lo cual es un excelente recordatorio de la importancia de la humildad y el perdón (y lo difícil que es encarnar ambos verdaderamente).

El divorcio es, sin duda, una experiencia de vida difícil y desagradable y no hay forma de darle un giro positivo… pero hay formas de reconocer las bendiciones que acompañan a cada fitnah en la vida y beneficiarse de ellas, sabiendo que son parte del viaje al Yannah, in sha Allah.

¿Acaso creen que van a entrar al Paraíso sin sufrir las mismas pruebas que quienes los precedieron? (Corán 2: 214)

 

Fuente: About Islam

 

Acerca de Zainab bint Younus

Zainab bint Younus es una joven que encuentra inspiración constante en la vida de las Sahabiyaat y otras grandes mujeres de la historia islámica. Ella espera que cada musulmana sea capaz de identificarse con las luchas de estas mujeres inspiradoras y seguir sus pasos para convertirse en parte de una nueva generación de mujeres musulmanas poderosas. Ella bloguea en http://www.thesalafifeminist.blogspot.com