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Sura Al-Masad: El Profeta y su tío islamófobo

Por el Dr. Ali Al-Halawani

 

La guerra contra el Islam como fe, su Profeta ﷺ y sus defensores, ha sido implacable desde el momento en que se le asignó al Profeta su noble misión de llamar a la gente al camino de la guía.

Encontró hostilidad y enemistad, incluso a manos de sus parientes cercanos y miembros de la comunidad; hombres y mujeres.

Del mismo modo, cualquiera que abogue por el Islam, ya sea un musulmán desde el nacimiento o un musulmán nuevo que encontró el camino de la verdad y se convirtió en un erudito o da’iyah de esta fe monoteísta pura, seguramente se encuentra con numerosos obstáculos y dificultades.

Se enfrentan a una tremenda presión y campañas difamatorias por parte de individuos, grupos de presión o incluso gobiernos.

Sin embargo, una breve sura del Corán nos enseña que la guerra no es libra contra quienes llaman al Islam o incluso contra el Profeta ﷺ.

Más bien, está en contra de Aquel que los asignó para llamar a la gente a seguir este camino de guía; Dios Todopoderoso. Esta Sura se llama Al-Masad.

A continuación se presenta una breve introducción a la Sura y su objetivo principal.

Fuente

 


Escucha la recitación de la Sura ِAl-Masad por el Sheij Abdul Basit Abdul Samad


El motivo de su revelación

Esta Sura fue revelada en La Meca.

Narró Ibn Abbas:

“Cuando se reveló el versículo: ‘Y advierte a tu tribu de parientes cercanos’ (Ash-Shu’ara 26:214), el Mensajero de Al-lah salió, ascendió a la montaña As-Safa y gritó: ‘¡Oh Sabahah!’

La gente dijo: ‘¿Quién es ese?’

Entonces se juntaron a su alrededor, y él dijo:

‘Si les informo que un ejército está subiendo por la ladera de esta montaña, ¿me creerán?’

Ellos respondieron: ‘Nunca te hemos oído decir una mentira’.

Así que dijo,

‘Soy un advertidor para ustedes de un castigo severo venidero’.

Abu Lahab dijo: ‘¡Que perezcas! ¿Nos reuniste solo por esta razón?’ Entonces Abu Lahab se fue.

Fue entonces que la sura que comienza con ‘¡Maldito sea Abu Lahab y que perezca!’ (111:1) fue revelada”. (Al-Bujari)

El tema general de la sura

Esta sura fue revelada para contrarrestar los ataques y la campaña hostil lanzada por Abu Lahab y su esposa, Umm Yamil, contra el Profeta ﷺ. Dios se encargó de defender a Su mensajero y establecer la palabra final en su nombre.

La palabra final es que el Profeta ﷺ saldría victorioso, cumpliría su misión y sus enemigos perecerían y serían torturados en el Fuego del Infierno.

Por lo tanto, ni el Profeta, ni los presentes que invitan a Dios, deben temer a nadie ni ser obstaculizados por las campañas de odio o maldad, incluso si fueran denunciados y desafiados por sus propios parientes consanguíneos o compatriotas.

Además, lo que se espera de estos defensores de la fe es confiar en su Señor y continuar con sus esfuerzos constructivos hasta que la Palabra de Al-lah prevalezca. Al observar la infructuosa y hostil campaña de Abu Lahab y su esposa y su destino, los musulmanes deberían tener más confianza en Aquel que vela por ellos, Al-lah Todopoderoso.

Términos clave en esta sura

Tabbat/wa tabba: El término árabe, tabba, significa «condenado» o «perecido».

Abu Lahab: Uno de los tíos del Profeta. Su nombre era ‘Abdul ‘Uzza ibn Abdul Muttalib. Lo llamaban Abu Lahab por la apariencia radiante de su rostro.

Yidiha: Su cuello.

Masad: (Una cuerda de) fibra de palma.

Su enemistad con el Profeta y el Islam

La Sura nos relata parte de la enemistad de Abu Lahab y su esposa, Umm Yamil, hacia el Profeta ﷺ. Odiaron al Profeta y no dejaron piedra sin remover en su empeño por desacreditarlo y lastimarlo.

El hadiz anterior muestra cuán inflexible fue Abu Lahab en su enemistad. El mismo dijo una vez,

“Incluso si lo que dice mi sobrino (el Profeta) fuera cierto, me salvaré del tormento doloroso en el Día del Juicio con mi riqueza y mis hijos”.

Pero el Corán le responde diciendo: No le servirán de nada su poder ni sus bienes materiales. (Al-Masad 111:2)

Incluso ordenó a sus dos hijos que renunciaran a su compromiso con las dos hijas del Profeta, ya que estaban comprometidos con ellas antes de su asignación profética.

Muchos relatos de la Biografía del Profeta (Sirah) demuestran también la implacable enemistad de Umm Yamil hacia el Profeta.

Ella fue una ayudante leal de su esposo en este asunto e hizo todo lo posible para causar daño al Profeta ﷺ.

Entonces, como apoyó la incredulidad y la obstinación de su esposo, ayudará a administrar su castigo en el Fuego del Infierno.

Ella llevará la leña y se la tirará para aumentar su tormento y tendrá una cuerda retorcida de fibra de palma alrededor de su cuello.

¡El Corán afirma que ella estaría preparada para la tarea! [Corán 111:4-5]

Una palabra final

Sorprendentemente, el término árabe, tabba, se usa dos veces en el mismo verso pero con dos sentidos diferentes:

La primera aparición del término se usa como una oración: «¡Maldito sea Abu Lahab!».

Esta oración ya ha sido respondida, como lo implica la segunda aparición, wa tabba: “que perezca”.

Entonces, la batalla la gana Aquel que no puede ser desafiado o retado, Al-lah el Todopoderoso.

El resto de la Sura describe principalmente el destino de Abu Lahab y su esposa por lo que han hecho.

Al-hamdu lil-lah, fue una batalla corta que se ganó con facilidad.

 

Fuente: About Islam

 

Acerca del Dr. Ali Al-Halawani

El Dr. Ali Al-Halawani es Profesor Asistente de Lingüística y Estudios de Traducción. Es autor, traductor y escritor radicado en Canadá. Hasta la fecha, Al-Halawani es autor de más de 400 artículos originales sobre el Islam y los musulmanes, a la mayoría de los cuales se puede acceder en www.aboutislam.net y otros sitios web famosos. Recientemente ha comenzado a autopublicar sus artículos y nuevos libros, que están disponibles en Amazon y Kindle.