Introducción a la arquitectura de las mezquitas
Por Kendra Weisbin
En todas partes del mundo, la mezquita en sus múltiples formas es el edificio islámico por excelencia. La mezquita, másyid en árabe, es el lugar de reunión de los musulmanes para la oración. Másyid simplemente significa “lugar de postración”.
Las mezquitas también se utilizan durante la semana para la oración, el estudio o simplemente como un lugar de descanso y reflexión. La mezquita principal de una ciudad, utilizada para la oración comunitaria del viernes, se llama yami masyid, que literalmente significa «mezquita del viernes», pero a veces también se la llama mezquita congregacional en español. El estilo, el diseño y la decoración de una mezquita pueden decirnos mucho sobre el Islam en general, pero también sobre el período y la región en los que se construyó la mezquita.
La casa del profeta Muhammad es considerada la primera mezquita. Su casa, en Medina, en la actual Arabia Saudita, era una típica casa de estilo árabe del siglo VII, con un gran patio rodeado de largas habitaciones sostenidas por columnas. Este estilo de mezquita llegó a conocerse como mezquita hipóstila, que significa “sostenida por columnas”. La mayoría de las mezquitas construidas en tierras árabes utilizaron este estilo durante siglos.
Características comunes
La arquitectura de una mezquita está fuertemente moldeada por las tradiciones regionales de la época y el lugar donde se la construyó. Como resultado, el estilo, el diseño y la decoración pueden variar mucho. Sin embargo, debido a la función común de la mezquita como lugar de oración colectiva, ciertas características arquitectónicas aparecen en las mezquitas de todo el mundo.
El patio (Sahn)
La necesidad más fundamental de la arquitectura de la mezquita congregacional es que pueda albergar a toda la población de una ciudad o pueblo (las mujeres asisten a las oraciones de los viernes, pero no están obligadas a hacerlo). Con ese fin, las mezquitas congregacionales deben tener una gran sala de oración. En muchas mezquitas, está junto a un patio abierto, llamado sahn. Dentro del patio, a menudo se encuentra una fuente, sus aguas son un respiro bienvenido en las tierras cálidas y es importante para las abluciones (limpieza ritual) que se realiza antes de la oración.
El nicho (Mihrab)
Otro elemento esencial de la arquitectura de una mezquita es un mihrab, un nicho en la pared que indica la dirección de La Meca, hacia donde rezan todos los musulmanes. La Meca es la ciudad en la que nació el profeta Muhammad y el hogar del sitio islámico más importante, la Kaaba. La dirección de La Meca se llama alquibla, por lo que la pared en la que se encuentra el mihrab se llama pared de alquibla. No importa dónde esté una mezquita, su mihrab indica la dirección de La Meca (o tan cerca de esa dirección como la ciencia y la geografía pudieron ubicarla). Por lo tanto, un mihrab en India apuntará al oeste, mientras que uno en Egipto apuntará al este. Un mihrab suele ser un nicho relativamente poco profundo, como en el ejemplo de Estambul, arriba a la izquierda. En el ejemplo de España, que se muestra arriba a la derecha, el nicho del mihrab toma la forma de una pequeña habitación, este tipo de nicho es más raro.
El minarete
Uno de los aspectos más visibles de la arquitectura de las mezquitas es el minarete, una torre adyacente o adosada a una mezquita, desde la que se anuncia la llamada a la oración.
Los minaretes toman muchas formas diferentes, desde el famoso minarete en espiral de Samarra hasta los altos minaretes con forma de lápiz de la Turquía otomana. No solo de naturaleza funcional, el minarete sirve como un poderoso recordatorio visual de la presencia del Islam.
La cúpula (Qubba)
La mayoría de las mezquitas también cuentan con una o más cúpulas, llamadas qubba en árabe. Si bien no es un requisito ritual como el mihrab, una cúpula tiene un significado dentro de la mezquita, como una representación simbólica de la bóveda del cielo. La decoración interior de una cúpula a menudo enfatiza este simbolismo, usando intrincados motivos geométricos, estelares o vegetales para crear impresionantes patrones destinados a asombrar e inspirar. Algunos tipos de mezquitas incorporan múltiples cúpulas en su arquitectura, mientras que otras solo cuentan con una. En las mezquitas con una sola cúpula, invariablemente se encuentra sobre el muro de la alquibla, la sección más sagrada de la mezquita. La Gran Mezquita de Kairouan en Túnez tiene tres cúpulas: una sobre el minarete, otra sobre la entrada a la sala de oración y otra sobre el muro de la alquibla.
Debido a que es el foco direccional de la oración, la pared de la alquibla, con su mihrab y minbar, suele ser el área más ornamentada de una mezquita. La rica decoración de la pared de la alquibla es evidente en esta imagen del mihrab y minbar de la Mezquita del Sultán Hasan en El Cairo, Egipto.
Mobiliario
Hay otros elementos decorativos comunes a la mayoría de las mezquitas. Por ejemplo, sobre el mihrab suele aparecer un gran friso caligráfico o un cartucho con una inscripción prominente. En la mayoría de los casos, las inscripciones caligráficas son citas del Corán y, a menudo, incluyen la fecha de la dedicación del edificio y el nombre del patrocinador. Otra característica importante de la decoración de la mezquita son las lámparas colgantes, también visibles en la fotografía de la mezquita del Sultán Hasan. La luz es una característica esencial de las mezquitas, ya que la primera y la última oración diaria tienen lugar antes de que salga el sol y después de que se ponga el sol. Antes de la electricidad, las mezquitas se iluminaban con lámparas de aceite. Cientos de lámparas de este tipo colgadas dentro de una mezquita crearían un espectáculo brillante, con una luz suave que emanaría de cada una, resaltando la caligrafía y otras decoraciones en las superficies de las lámparas. Aunque no son una parte permanente del edificio de una mezquita, las lámparas, junto con otros elementos como las alfombras, formaron un aspecto significativo, aunque efímero, de la arquitectura de la mezquita.
Financiamiento de la mezquita
La mayoría de las mezquitas históricas no son edificios independientes. Muchos incorporaron instituciones caritativas como comedores populares, hospitales y escuelas. Algunos patrocinadores de la mezquita también optaron por incluir su propio mausoleo como parte del complejo de su mezquita. La dotación de instituciones caritativas es un aspecto importante de la cultura islámica, debido en parte al tercer pilar del Islam, que pide a los musulmanes que donen una parte de sus ingresos a los pobres.
La puesta en marcha de una mezquita se consideraría un acto piadoso por parte de un gobernante u otro patrocinador adinerado, y los nombres de los financiadores suelen incluirse en la decoración caligráfica de las mezquitas. Tales inscripciones también suelen elogiar la piedad y la generosidad del financiador. Por ejemplo, un mihrab en el Museo Metropolitano de Arte, lleva la inscripción:
Y él [el Profeta], que la paz y las bendiciones sean con él, dijo: “Quien construya una mezquita en la causa de Dios, incluso del tamaño de un nido de gangas (Pterocliformes), basándose en la piedad, [Dios le construirá un palacio en el Paraíso]”.
El financimiento de las mezquitas no era solo un acto caritativo, sino también, como el patrocinio arquitectónico en todas las culturas, una oportunidad para la autopromoción. Los servicios sociales adjuntos a las mezquitas de los sultanes otomanos son algunos de los más extensos de su tipo. En la Turquía otomana, el complejo que rodea una mezquita se llama kulliye. El kulliye de la Mezquita del Sultán Suleyman, en Estambul, es un buen ejemplo de este fenómeno, compuesto por un comedor social, un hospital, varias escuelas, baños públicos y un caravanserai (similar a un albergue para viajeros). El complejo también incluye dos mausoleos: para el Sultan Suleyman y sus familiares.
Fuente: Khan Academy