Conoce esta bella mezquita ecológica con un bosque de columnas de madera en su interior
Una mezquita en Cambridge, Reino Unido, inspirada en el diseño geométrico y el paisajismo que se encuentran en todo el mundo islámico.
Una mezquita, señala la arquitecta Julia Barfield, no tiene una apariencia fija. Varía según la ubicación: en Egipto, en Andalucía, en Turquía, en Indonesia, en la península arábiga, dondequiera que los musulmanes necesiten un lugar para rezar, el edificio adquiere las características del estilo local. En China podría ser una serie de pabellones con techos tipo pagoda; en el África subsahariana podría construirse con ladrillos de barro o tierra apisonada. Puede estar cubierta por una sola cúpula, o por muchas, o por un techo plano sostenido por varias columnas. Puede ser de piedra, madera u hormigón.
En Gran Bretaña, las mezquitas se remontan a finales del siglo XIX, cuando una fue excavada en una terraza existente en Liverpool y otra fue construida especialmente en la ciudad de Woking, en Surrey. Sin embargo, todavía no está del todo claro cuál podría ser el estilo típico de una mezquita británica: el enfoque más común, a menudo impulsado por la demanda de servir a tantas personas como sea posible con presupuestos limitados, es construir una caja simple que luego es decorada con motivos que hacen referencia al principal país de origen de las congregaciones —otomanos para turcos y chipriotas, mogoles para gente del subcontinente— o del que procede el grueso de la financiación.
Esta mezquita de madera es el intento más decidido hasta el momento de construir de una manera que sea de su propio lugar y tiempo. Es una creación de Timothy Winter, también conocido como Abdal Hakim Murad, un converso al Islam que enseña en la Universidad de Cambridge y es decano del Colegio Musulmán de Cambridge. El edificio, que tiene capacidad para 1.000 fieles, sirve a la población musulmana de la ciudad en general, así como a los estudiantes de Winter. Ha sido financiada, dice, por más de 10.000 donaciones “grandes y pequeñas”, de particulares y de gobiernos como el de Catar. Dos tercios del total provienen de «una serie de donantes turcos, tanto empresariales como gubernamentales».
Winter se destaca por su deseo de crear un mejor entendimiento entre quienes están dentro y fuera de la fe. No es de extrañar, que su objetivo fuera lograr la «integración social» con la comunidad local más amplia.
Con la mezquita, el esfuerzo de diseño se ha concentrado en columnas en forma de árbol cuyas ramas de madera de alta ingeniería, extendiéndose y entrelazándose, sostienen el techo. La luz se filtra a través de las aberturas circulares de arriba. Se crea una arboleda de 16 de estas columnas en la sala de oración que es el espacio principal de la mezquita, anticipada por otras en el atrio de entrada y el pórtico del edificio.
Al mismo tiempo, se persigue el deseo de Winter de integración y apertura. El jardín está abierto a todos, sean creyentes o no, y hay una cafetería junto al atrio para atraer a los visitantes. El diseño, como deseaba Winter, apunta a niveles ejemplares de sostenibilidad y eficiencia energética.
La ciudad de Cambridge tiene tres mezquitas, que son el Centro Islámico Abu Bakr Yamia, la Mezquita Omar Faruque y el Centro Cultural en Kings Hedges. Las tres casas de culto sirven a la comunidad de la ciudad de alrededor de 4.000 musulmanes.