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Berke Khan, el primer gobernante mongol que abrazó el Islam y lo defendió

Existe la creencia popular entre los musulmanes de que los mongoles eran uno de los mayores enemigos del Islam. Pero de hecho, los mongoles ya estuvieron expuestos al Islam mucho antes de que siquiera pensaran en conquistar el mundo musulmán.

Además, el avance de los mongoles en las tierras musulmanas se detuvo, irónicamente, debido a uno de los más grandes líderes que el mundo mongol haya producido: Berke Khan.

¿Quién era Berke Khan?

Él fue el primer gobernante mongol en convertirse al Islam. Hijo de Jochi, el hijo mayor de Gengis Khan.

Hay un desacuerdo acerca de cuándo fue el año de su nacimiento. Aunque los embajadores mamelucos que lo visitaron en el año 1264/65 e. c. lo describieron como de 56 años. Esto le da una fecha de nacimiento en algún momento entre 1207 y 1209. Sin embargo, el cronista persa contemporáneo Juzjani, afirma que Berke nació durante la conquista mongol de Corasmia, que ocurrió entre 1219 y 1221.[1]

Esta afirmación apoya el argumento del historiador Jean Richard de que la madre de Berke era Khan-Sultan, la hija capturada de Mohamed II de Corasmia. El matrimonio de Jochi y Khan-Sultan tuvo lugar en 1220, lo que permitió el nacimiento de Berke no antes de 1221.

Jochi, el padre de Berke, era un consumado líder militar y contribuyó en gran medida a la conquista de su padre de Asia Central. Gengis Khan tuvo al menos 14 hijos y 2 hijas de sus 4 esposas. Gengis Khan dividió su imperio en kanatos, cada kanato sería gobernado por un hijo después de su muerte. No obstante, Jochi murió 6 meses antes que Gengis. Entonces el kanato que iba a ser entregado a Jochi fue dado al hijo mayor de este, Batú. Berke Khan asumió el poder de su kanato, que tiempo después fue conocido como la “Horda de Oro”, después de la muerte de su hermano.

Conversión al Islam

En el año 1252, mientras estaba en la ciudad de Sarayshyk, en el extremo oeste de la actual Kazajstán, Berke se encontró con una caravana que venía de la ciudad de Bujará. Interrogó a los viajeros acerca de su fe. Impresionado por los conceptos islámicos, la falta de imágenes e íconos religiosos y por la fe. Berke abrazó el Islam, convirtiéndose en el primer mongol en ser musulmán. Su hermano, Tukh-Timur también se convirtió al Islam.

La Conquista de las Tierras Musulmanas

Hulagu era otro nieto de Gengis Khan, y por lo tanto, primo de Berke. Hulagu era el líder del Ilkanato, otro estado semiautónomo dentro del imperio mongol. Estando muy enamorado de la belleza de su consorte cristiana Oroqina Khatun, Hulagu odiaba todos aquellos que su consorte odiaba. Naturalmente, entonces, cuando los apóstoles de la Iglesia Nestoriana visitaron a Hulagu, les resultó fácil seducirlo contra “los musulmanes infieles”. Impaciente por impresionar a su reina consorte, Hulagu marchó para demoler el mundo islámico.[2]

La travesía de destrucción en la que se embarcó Hulagu demoró años. Comenzando desde Persia en 1256, se dispuso a derribar prácticamente todos los estados principales que se interponían en su camino.

Con un ejército de como mínimo 100.000 hombres, partió dirigiéndose primero a las fortalezas de montañas de los ismaelitas, una secta shía. Al cabo de 1 año los ismaelitas se rindieron y su líder fue capturado y ejecutado. Irak era la próxima en la lista, y Hulagu envió una carta al Califa, al-Mustasim, exigiendo su sumisión al gobierno mongol. El Califa, por supuesto, se negó. Hulagu se dirigió a Irak, decidido a subyugar al Califa. Algunos shiítas dentro de Irak fueron alienados del Califa, quien mostró poco respeto por su comunidad. Como resultado, ciudades con una importante presencia shiíta se rindieron a los mongoles sin luchar.

En enero de 1258, todo el ejército de Hulagu había llegado a Bagdad. Los mongoles capturaron la ciudad en dos semanas. Un mes después, al-Mustasim fue ejecutado. Bagdad, una ciudad de intelectuales y artistas, una ciudad que había estado en pie durante más de 6 siglos, fue saqueada e incendiada. Muchos de los ciudadanos de Bagdad fueron masacrados.

Cuando esta noticia llegó a los estados musulmanes vecinos, se rindieron sin oponer resistencia a los mongoles. Siria pronto se incorporó al área de conquista de Hulagu.

Al darse cuenta del hecho de que los mongoles eran una fuerza formidable y siguiendo el concepto de “el enemigo de mi enemigo es mi amigo”, muchos reinos de la cristiandad, incluidos varios estados cruzados, estaban felices de ofrecer apoyo a los mongoles.

Los Mongoles y Los Mamelucos

Habiendo eliminado todas las principales potencias musulmanas de Asia occidental y apoyado por estados vasallos como los reinos de Georgia y Reino armenio de Cilicia, Hulagu dirigió ahora su atención hacia el sultanato mameluco. Envió un mensajero al sultán Qutuz de los mamelucos con la siguiente carta:[3]

Del Rey de Reyes del Oriente y de Occidente, el Gran Khan. A Qutuz el mameluco, que huyó para escapar de nuestras espadas. Debes pensar en lo sucedido con otros países y someterte. Has escuchado cómo hemos conquistado un vasto imperio y hemos purificado la tierra de los desórdenes que la contaminaban. Hemos conquistado vastas áreas, masacrando a todas las personas. No puedes escapar del terror de nuestros ejércitos. ¿A dónde puedes huir? ¿Qué camino usarás para escapar de nosotros? Nuestros caballos son rápidos, nuestras flechas afiladas, nuestras espadas como rayos, nuestros corazones tan duros como las montañas, nuestros soldados tan numerosos como la arena. Las fortalezas no nos frenarán, ni los ejércitos nos detendrán.

Sus oraciones a Dios no servirán contra nosotros. No nos conmueven las lágrimas ni las lamentaciones. Solo aquellos que suplican nuestra protección estarán a salvo. Acelera tu respuesta antes de que se encienda el fuego de la guerra. Resiste y sufrirás las catástrofes más terribles. Derribaremos tus mezquitas y expondremos la debilidad de tu Dios y luego mataremos a tus niños y a tus ancianos juntos. Actualmente eres el único enemigo contra el que nos queda marchar.

Se dice que el sultán Qutuz se enfureció por el tono de la carta y respondió ejecutando al enviado mongol.

Era evidente que los mamelucos no eran rivales para los mongoles y sus aliados. Sin embargo, el Gran Khan murió en China, y Hulagu tuvo que retirarse a casa. Además, no podía mantener económicamente a un ejército muy grande durante más tiempo.

En este momento los mamelucos vieron la oportunidad y la aprovecharon. El sultán Qutuz y Baibars dirigieron la expedición contra las fuerzas mongolas restantes en la región y pudieron derrotar con éxito a los generales de Hulagu y sus aliados georgianos/armenios en la batalla de Ayn Yalut, 1260.

Esto, por supuesto, no le sentó bien al propio Hulagu. A su regreso de China, decidió hacer de la misión contra los mamelucos su objetivo personal.

La guerra de Berke y Hulagu

En 1262, Hulagu decidió lanzar una campaña contra los estados musulmanes para vengar la derrota en Ayn Yalut. Impulsado por la venganza y al mando de una fuerza militar mucho más grande que la de los mamelucos, Hulagu era ciertamente capaz de diezmar a sus oponentes.

Pero no pudo lidiar con los mamelucos porque Berke Khan lanzó una serie de ataques contra el imperio de Hulagu en la región del Cáucaso, lo que obligó a Hulagu a enfrentarlo. Berke todavía estaba furioso por el saqueo de Bagdad

En su carta dirigida al Gran Khan de los mongoles, Berke escribió:[4]

Hulagu ha saqueado todas las ciudades de los musulmanes y ha provocado la muerte del califa. Con la ayuda de Al-lah, lo llamaré para dar cuenta de tanta sangre inocente.

Y Berke cumplió su palabra.

Hulagu no pudo lanzar más ataques contra tierras musulmanas. La guerra de Berke-Hulagu de 1262 fue la primera guerra civil importante en el Imperio mongol occidental. Peleó en las montañas del Cáucaso, esta guerra resultó en el fin efectivo del poder de Hulagu. Sus fuerzas fueron aplastadas cerca del río Terek por el sobrino Nogai de Berke, y Hulagu se vio obligado a retirarse. Murió en 1265, terminando así su reinado de terror contra los musulmanes.

Si bien Berke Khan respondió rápidamente a la crisis, dudó en luchar contra Hulagu, su primo. En sus propias palabras:[5]

Los mongoles son asesinados por espadas mongolas. Si estuviéramos unidos, habríamos conquistado todo el mundo.

Pero Berke no podía cruzarse de brazos y ver a Hulagu matar a millones de musulmanes. Tenía que hacer lo necesario, y eso hizo.

El legado

Berke Khan falleció aproximadamente un año después de Hulagu, en 1266-67. Fue sucedido por su sobrino nieto, Mengu-Timur, quien continuó la política de alianza de Berke con los mamelucos y la oposición al Ilkanato.

En su corto mandato como el Khan de la Horda de Oro, Berke dejó un impacto duradero.

Si bien muchos historiadores ven rápidamente la Batalla de Ayn Yalut como el evento decisivo que frenó el ataque de los mongoles, fue solo una victoria parcial. Hulagu mismo no fue parte de la batalla. Si bien los mamelucos todavía eran superados en número y los mongoles les llevaban ventaja, y derrotar a los generales de Hulagu y sus aliados era una hazaña digna de elogio, la amenaza no había sido removida completo.

Fue solo a través de los esfuerzos de Berke Khan que las masacres contra los musulmanes se detuvieron. La intervención de Berke Khan salvó a las ciudades sagradas islámicas, incluidas La Meca, Medina y Jerusalén, de las fuerzas de Hulagu. Todos habían presenciado cómo millones de personas fueron asesinadas a sangre fría durante la caída de Bagdad, todo a manos de Hulagu. Si no fuera por Berke Khan, muchas otras ciudades habrían sufrido el mismo destino.

 

Imagen destacada: Guerra Berke-Hulag. Fuente: Wikipedia.

 

[1] Peter Jackson, The Mongols and the Islamic World: From Conquest to Conversion (2017), p. 348

[2] Jackson, Peter (2014). The Mongols and the West: 1221-1410. Taylor & Francis. ISBN 978-1-317-87898-8

[3] Blair, S. (1995). A Compendium of Chronicles: Rashid al-Din’s Illustrated History of the World. Nour Foundation

[4] Ibid.

[5] Johan Elverskog (6 June 2011). Buddhism and Islam on the Silk Road. University of Pennsylvania Press. ISBN 0-8122-0531-6