5 maneras de sentir la dulzura de la adoración
Por Claudia Azizah
Vivimos en un mundo que espera que siempre demos lo mejor de nosotros. Tenemos que trabajar tanto como sea posible. Y tenemos que hacerlo lo mejor posible. Gastamos nuestra energía en todo este trabajo mundano.
Cuando terminamos con nuestras tareas mundanas, a menudo nos sentimos cansados. Nos sentimos agotados. Y a veces sentimos nuestros actos de adoración como una carga. Incluso lo mínimo se siente pesado. Y tratamos de terminarlos lo más rápido posible. ¿Cómo podemos cambiar eso?
Los actos de adoración como energizante
Tenemos que transformar nuestra adoración en un energizante.
¿Cómo?
El tema principal es que juzgamos nuestra adoración con los mismos parámetros que nuestras tareas mundanas.
Algo que hay que hacer. Sin embargo, al mismo tiempo no aplicamos el mismo vigor para alcanzar la excelencia.
¿Por qué?
Porque no siempre vemos los resultados inmediatos de nuestra adoración. Entonces, en primer lugar, es necesario cambiar nuestro paradigma sobre la adoración.
Hay que orar. Sí. Pero, ¿qué dice Dios sobre la oración? Es ante todo para nosotros mismos. La oración es buena para nosotros, (Corán 29: 45; Corán 11: 114).
Las cinco oraciones diarias están ahí para volver a conectarnos con nuestro verdadero propósito. Ser siervos de Dios. Para adorarlo (Corán 51: 56).
Nuestras cinco oraciones diarias pueden energizarnos. Nos ayudan a ganar claridad. Nos dan paz y satisfacción en este mundo ajetreado (Corán 13: 28).
Si vemos una oración así, nos precipitaremos hacia ella. Esperaremos a la siguiente. Pararnos frente a nuestro Señor, comunicarnos con Él será nuestra fuente de fortaleza.
Una transformación maravillosa
Nos hemos acostumbrado a pensar siempre. Si no pensamos, nos entretenemos. No hay tiempo de inactividad, no hay tiempo de tranquilidad. Incluso durante nuestros actos de adoración, nuestros pensamientos corren y corren. Pasamos por las posiciones de la oración sin obtener los beneficios espirituales de una mente y un corazón centrados en Dios.
De nuevo, veamos la adoración como un refugio. Un refugio de nuestro propio ajetreo. Para empezar, podemos tratar de sentir la conexión de nuestro corazón con Dios durante la postración. Intenta permanecer postrado todo el tiempo que sea necesario para sentirte conectado con Dios. Este será el comienzo de una transformación maravillosa. De ver la oración como una obligación a sentir la oración como una necesidad personal.
Otras formas de adoración
Ver la adoración como una forma de necesidad personal, no como una obligación onerosa, no debería impedirnos participar en este mundo. Tenemos nuestras obligaciones mundanas. Otras personas, nuestros hijos, cónyuges, padres tienen derechos sobre nosotros. Y cumplir con estos derechos y obligaciones es igual de importante. Además, también es una forma de adoración.
Aquí la intención correcta es la clave. Más sinceridad. Necesitamos entender nuestras prioridades. Y trata de sentir nuestra conexión con nuestro Señor en cada tarea que hacemos.
Un método para hacerlo es tener la intención de recordar a Dios durante todo el día por la mañana. Y renueva tu intención cada vez que sientas que necesitas fortalecer tu conexión con Él.
Conoce tus límites
Cuando se trata de adorar, también es necesario conocer nuestros límites. No tenemos que hacer todo lo que está en la lista. Si te resulta fácil ayunar, puedes mantener varios ayunos voluntarios durante el mes o el año.
Sin embargo, si ayunar es realmente difícil para ti, tal vez puedas encontrar otra forma de adoración que te acerque a Dios. Tal vez puedas dar caridad extra. O es fácil para ti despertarte por la noche para la oración tahayyud. Tal vez puedas leer más alabanzas a nuestro amado Profeta Muhammad (que Dios le conceda paz y bendiciones eternas).
Conocete a ti mismo. Conoce lo que puedes hacer para ser más amado por nuestro Señor misericordioso. No tienes que sobrecargarte con esos actos de adoración sunnah que te traen dificultades.
Sé tu propia comparación
Para evitar cargarnos con la adoración, es necesario que no siempre nos comparemos con los demás. Debemos conocer nuestras propias fortalezas y debilidades. Otras personas tienen otras fortalezas y debilidades.
Trata de mejorarte a ti mismo regularmente. Pero sé amable contigo mismo. Conocete a ti mismo. Mejora tu lectura del Corán. Si diariamente lee una página al día, intenta aumentar a dos páginas al día. Luego trata de seguir leyendo dos páginas hasta que se convierta en parte de ti mismo. Solo entonces puedes aumentar de nuevo.
Dios ama los actos que son regulares, incluso si son pocos. Evita sobrecargarte porque después esto puede hacer que decaigas drásticamente en tu adoración.
Que Dios nos dé guía y sabiduría sobre cómo volvernos más amados por Él. Que Él nos permita sentirnos conectados con Él durante nuestra adoración y que Él nos dé sinceridad y perseverancia en nuestra adoración.
Amín
Fuente: About Islam