Posted on / in Articulos

¿Por qué Dios jura por la Ciudad Sagrada de La Meca?

Por Aisha Stacey

 

El tema de este capítulo de 20 versículos indica que fue revelado en La Meca.

En el momento de su revelación, los incrédulos se habían convencido a sí mismos de que era aceptable oprimir y acosar al Profeta Muhammad (la paz sea con él) y a sus seguidores, especialmente a los miembros más débiles de la sociedad.

El capítulo 90 lleva el nombre de Al-balad, refiriéndose a la ciudad (La Meca). La naturaleza milagrosa del Corán se muestra aquí cuando logra explicar un tema vasto, la verdadera posición de la humanidad, en solo unas pocas oraciones.

A cada persona se le ofrecen dos caminos distintos, uno hacia el bien, el otro hacia el mal, y cada individuo puede ejercer su libre albedrío eligiendo su propio camino. Por lo tanto, debe buscar hacer buenas obras en lugar de entregarse a la arrogancia y el despilfarro.

Aleyas 1 a 3: La Meca, el Profeta Muhammad y la Humanidad

Este capítulo comienza con un juramento. Dios jura por la ciudad de La Meca. La gente de La Meca es muy consciente de por qué se haría un juramento por su ciudad. Saben que es una ciudad importante en medio de montañas desoladas. Saben que es el lugar donde el Profeta Abraham restauró la primera Casa de Dios y saben que se asienta en un valle árido donde es el único lugar seguro y protegido. Es un lugar sagrado en una tierra sin ley.

Dios agrega al Profeta Muhammad a Su juramento y lo llama habitante de esta ciudad, un residente que realza aún más la gloria de la ciudad. Sin embargo, en ese momento los incrédulos consideraron que tenían derecho a oprimir y tiranizar al Profeta incluso en esta ciudad santificada. Era como si perseguir al Profeta se hubiera hecho lícito.

Dios concluye Su juramento jurando por los padres y sus hijos o, como dicen algunos eruditos, por el profeta Adán y sus hijos: la humanidad. Esta parte del juramento es una introducción a la discusión que sigue; la naturaleza de la humanidad.

Versículos 4-7: Este mundo es una prueba

La humanidad ha sido creada para el trabajo duro y para la prueba. La lucha puede tomar diferentes formas dependiendo de cuándo y dónde nace una persona. Incluso cuando la vida de una persona es fácil y cómoda, esa persona debe luchar para agradar a Dios.

Tu lugar en el mundo es una prueba. Una persona que sufre en este mundo podría calificar para una posición próspera en el Más Allá. Otra persona, en una posición de poder, por ejemplo, podría solo satisfacer sus lujurias y deseos y terminar sufriendo aflicción en el Más Allá.

¿Acaso se imagina cada uno que nadie puede vencerlo?; ¿Piensa que no hay nadie más poderoso que él? ¿Cómo pudo haberse engañado a sí mismo creyendo esto cuando un solo rayo es suficiente para mostrar a la humanidad cuán débiles son en realidad? He derrochado grandes riquezas, gastado en todo lo que deseo, dicen; en su arrogancia han olvidado que Dios los cuida.

Versículos 8 – 10: Libre albedrío

Dios dice que le ha dado a cada persona dos ojos para ver, una lengua para hablar y dos labios para controlar lo que sale de su boca. Una persona puede pensar que es poderosa, pero es Dios quien le ha concedido el poco poder que tiene. Dios nos ha concedido conocimiento y sabiduría y la capacidad de saber y elegir entre el bien y el mal.

Versículos 11 – 16: ¿Qué te hará entender?

Pero, continúa Dios, algunas personas no han intentado subir el camino empinado. Es posible que hayan gastado su riqueza, pero no en formas que agraden a Dios. Hay innumerables recompensas que deberían motivar a las personas a escalar tan alto como puedan, pero no lo hacen.

¿Qué les hará entender? Dios explica qué cosas apuntan a las personas hacia el Paraíso. Es la liberación de los esclavos y alimentar a alguien que tiene hambre, ya sea un pariente, un huérfano, o alguien necesitado y en apuros.

Estos son ejemplos de acciones que faltaban por completo en el momento de la revelación de este capítulo. Los esclavos eran tratados con gran crueldad. La hambruna y el hambre estaban muy extendidos y los huérfanos a menudo eran maltratados incluso por sus parientes cercanos. Estas acciones prueban el carácter del creyente. Y les sigue el paso más importante de todos.

Versículos 17 – 18: El Paraíso

Subir el camino empinado significa ser uno de los que creen y se aconsejan unos a otros para ser firmes y misericordiosos. ¿Cuál sería el valor de alimentar al hambriento o liberar a los esclavos si una persona no tuviera fe?

Los creyentes viven en una comunidad de creyentes que fomenta la bondad y la compasión. Son las personas de la mano derecha, las que disfrutarán del Paraíso como compensación por sus creencias y sus acciones. Recibirán sus registros en su mano derecha y procederán al Paraíso.

Versículos 19 -20: El Infierno

Los incrédulos, aquellos que reciben sus registros en su mano izquierda, avanzarán hacia el Fuego del Infierno. Ellos no creyeron en las revelaciones de Dios. Estas personas optaron por no subir el camino empinado. El fuego estará a su alrededor, acercándose a ellos. Estarán rodeados por él, encerrados sin esperanza de escapar.

 

 

Fuente: https://www.islamreligion.com/