¿La Ciencia Conduce A Dios?
A un beduino en un desierto se le preguntó una vez acerca de Dios. Su respuesta fue: «La huella demuestra el andar de una persona y el estiércol de camello indica que un camello ha pasado. ¿No revelarían las constelaciones celestiales del cielo, las llanuras de la Tierra entre las montañas y los mares con sus olas la presencia de Dios?
Esta fue una respuesta directa, simple y franca de un hombre sencillo e inculto que vivió hace varios siglos. ¿Cuál sería su respuesta hoy? ¿Cambiaría de opinión bajo la influencia de algunos sistemas educativos seculares y de la cobertura secular de los medios de comunicación que por lo general son parciales a favor del ateísmo?
La educación secular y algunos medios seculares todavía difunden la idea de que el universo y la vida meramente llegaron a existir por casualidad a través de la Madre Naturaleza. Ambos allanan el camino hacia el ateísmo y sirven para dar forma a la situación en contra de la religión. De manera que hoy el ateísmo es más convincente para un amplio número de personas. No obstante, ¿Lo que se está difundiendo es la verdad?
En este folleto, encontraremos que la respuesta es «No», porque, a diferencia de lo que actualmente están difundiendo, los científicos están acumulando grandes datos que apoyan al teísmo. En otras palabras, cuanto más sabemos sobre el universo, la Tierra y la vida, más nos damos cuenta de que todos estos entresijos naturales extremadamente complejos y mecanismos perfectamente precisos no tienen posibilidad de existir por casualidad. Todos apuntan a Dios, el Creador Supremo. Aprenderemos que no hay contradicción entre la fe y la ciencia. Por el contrario, cuanto más conocemos, más tenemos fe en Dios. También hallaremos que incluso Darwin, que presentó la teoría de la evolución, creía en Dios, aunque no creía que el cristianismo fuera la religión revelada por Dios.