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9 Datos Asombrosos En El Corán Que Te Sorprenderán

Hay signos claros de que el libro del Islam, el Corán, es la palabra de Dios y tenemos muchas razones para apoyar esta afirmación:

  • Hay hechos científicos e históricos encontrados en el Corán que eran desconocidos para la gente en ese momento, y que solo han sido descubiertos recientemente por la ciencia contemporánea.
  • El Corán tiene un estilo de lenguaje único que no se puede replicar, esto es conocido como la «Inimitabilidad del Corán».
  • Hay profecías hechas en el Corán y por el profeta Muhammad (la paz sea con él) que se han cumplido.
Los siguientes son algunos hechos encontrados en el Corán:
  1. El Origen de la Vida

El agua es esencial para todos los seres vivos. Todos sabemos que el agua es vital para la vida, pero el Corán hace una afirmación muy inusual:

«Creé del agua a todo ser vivo». Corán 21:30

 

En este verso se señala el agua como el origen de toda la vida. Todos los seres vivos están hechos de células. Ahora sabemos que las células están compuestas principalmente de agua[1]. Por ejemplo, el 80% del citoplasma (material celular básico) de una célula animal estándar se describe como agua en los libros de texto de biología.

El hecho de que los seres vivos consisten principalmente de agua se descubrió solo después de la invención del microscopio. En los desiertos de Arabia, lo último que alguien habría adivinado es que toda la vida proviene del agua.

  1. El Hierro

El hierro no es natural de la Tierra. No se formó en la Tierra, sino que descendió desde el espacio exterior. Esto puede sonar extraño, pero es cierto. Los científicos han descubierto que hace miles de millones de años la tierra fue golpeada por meteoritos. Estos meteoritos transportaban hierro de estrellas distantes que habían explotado.[2]

El Corán dice lo siguiente sobre el origen del hierro:

«Hice descender el hierro, en el que hay gran poder y beneficio para la gente». Corán 57:25

 

Dios usa las palabras «descender» cuando habla del Hierro. Está claro en el verso que el hierro no es un material terrenal, sino que fue enviado en beneficio de la humanidad. El hecho de que el hierro bajó a la Tierra desde el espacio exterior es algo que la ciencia primitiva del siglo VII no podía conocer.

  1. La Protección del cielo

El cielo juega un papel crucial en la protección de la Tierra. El cielo protege la Tierra de los rayos letales del sol.

Si el cielo no existiera, la radiación del sol habría matado toda la vida en la Tierra. También actúa como una manta envuelta alrededor de la Tierra, para protegerla del frío helado del espacio.

La temperatura justo por encima del cielo es de aproximadamente -270 C. Si esta temperatura llegara a la Tierra, el planeta se congelaría instantáneamente.

El cielo también protege la vida en la tierra al calentar la superficie a través de la retención de calor (efecto invernadero) y reducir las temperaturas extremas entre el día y la noche[3]. Estas son algunas de las muchas funciones protectoras del cielo.

El Corán nos pide que consideremos el cielo en el siguiente verso:

«Hice del cielo un techo protector, pero aun así los que se niegan a creer rechazan reflexionar en Mis signos». Corán 21:32

 

El Corán señala la protección del cielo como un signo de Dios. Las propiedades protectoras del cielo fueron descubiertas por investigaciones científicas realizadas en el siglo XX.

  1. Las Montañas

El Corán llama nuestra atención sobre una característica muy importante de las montañas:

«¿Acaso no hice de la tierra un lecho, de las montañas estacas…». Corán 78:6-7

 

El Corán indica que las montañas tienen raíces profundas, usando la palabra estacas para describirlas. De hecho, las montañas tienen raíces profundas, y la palabra estacas es una descripción precisa para ellas.

Un libro titulado «Earth» del geofísico Frank Press explica que las montañas son como estacas, y están enterradas profundamente debajo de la superficie de la tierra. El Monte Everest, cuya altura es de aproximadamente 9 km sobre el suelo, tiene una raíz más profunda que 125 km.

El hecho de que las montañas tengan raíces «estacas» profundas no se conocía, hasta después del desarrollo de la teoría de la tectónica de placas a principios del siglo XX.[4]

  1. La Expansión Del Universo

En un momento en que la ciencia de la astronomía aún era primitiva, la expansión del universo se describió en el Corán:

«Yo soy Quien construí el universo con [Mi] poder [creador]; y soy Yo quien lo expande continuamente». Corán 51:47

 

El hecho de que el universo se está expandiendo fue descubierto en el siglo pasado. El físico Stephen Hawking en su libro «Breve historia del tiempo» escribe: «El descubrimiento de que el universo se está expandiendo fue una de las grandes revoluciones intelectuales del siglo XX».[5]

¡El Corán mencionó la expansión del universo incluso antes de la invención del telescopio!

  1. La órbita del sol

En 1512, el astrónomo Nicolás Copérnico presentó su teoría de que el Sol está inmóvil en el centro del sistema solar y que los planetas giran a su alrededor.

La creencia de que el Sol está inmovil se extendió entre los astrónomos hasta el siglo XX. Ahora es un hecho científico bien establecido que el Sol no está fijo, sino que se mueve en una órbita alrededor del centro de nuestra galaxia, la Vía Láctea[6].

El Corán menciona la órbita del Sol:

«Él es Quien creó la noche y el día, el Sol y la Luna. Cada uno recorre su órbita». Corán 21:33

 

Según los astrónomos antiguos, el Corán estaba equivocado. Pero ahora sabemos que la explicación coránica del movimiento del Sol es coherente con la astronomía moderna.

  1. El océano

El Corán usa imágenes para transmitir sus significados profundos, aquí describe el estado de los no creyentes como:

«[El estado de los que se negaron a creer es] como tinieblas en un mar profundo cubierto de olas, unas sobre otras, que a su vez están cubiertas por nubes. Son tinieblas que se superponen unas sobre otras. Si alguien mirase su mano, apenas podría distinguirla». Corán 24:40

 

Se cree comúnmente que las olas solo ocurren en la superficie del océano. Sin embargo, los oceanógrafos han descubierto que hay olas internas que tienen lugar debajo de la superficie del océano. Estas olas son invisibles para el ojo humano y solo pueden ser detectadas por equipos especializados.[7]

El Corán menciona la oscuridad en un océano profundo sobre el cual hay olas, sobre las cuales hay olas, luego nubes sobre eso. Esta descripción no solo es notable porque describe las olas internas en el océano, sino también porque describe la oscuridad en las profundidades del océano.

Un ser humano no puede bucear más de 70 metros sin equipo de respiración. La luz está presente a esa profundidad, pero si bajamos 1000 metros es completamente oscuro[8]. Hace 1400 años no había submarinos o equipos especializados para descubrir las olas internas o la oscuridad en el fondo de los océanos.

  1. La Mentira y el movimiento

Había un cruel líder tribal y opresivo llamado Abu Jahl que vivió durante el tiempo del Profeta Muhammad (la paz sea con él). Dios reveló un verso del Corán para advertirle:

«Si no pone fin [a sus agresiones contra los creyentes] lo arrastraré por su frente, esa frente mentirosa y perversa». Corán 96:15-16

 

Dios no llama a esta persona mentirosa, sino que llama a su frente (la parte frontal del cerebro) «mentirosa» y «perversa», y le advierte que se detenga.

Este versículo es significativo por dos razones. La primera es que la parte frontal de nuestro cerebro es responsable del movimiento voluntario[9]. Esto se conoce como lóbulo frontal.

Un libro titulado «Essentials of Anatomy and Physiology» que incluye los resultados de la investigación sobre las funciones de esta área establece: La motivación y la previsión para planificar e iniciar movimientos ocurren en la porción anterior de los lóbulos frontales, el área prefrontal.[10]

Se dice en el verso que la parte del cerebro responsable del movimiento será tomada si el hombre no se detiene.

En segundo lugar, numerosos estudios han demostrado que esta misma región (lóbulo frontal) es responsable de la función de la mentira en el cerebro[11]. Uno de esos estudios en la Universidad de Pensilvania, en el que se hicieron preguntas a los voluntarios durante un interrogatorio computarizado, se descubrió que cuando los voluntarios mentían había una actividad significativamente mayor en las cortezas prefrontal y premotora (región del lóbulo frontal)[12].

La parte frontal del cerebro es responsable del movimiento y la mentira. El Corán vincula el movimiento y la mentira a esta área. Estas funciones del lóbulo frontal se descubrieron con un equipo de imágenes médicas desarrollado en el siglo XX.

  1. Receptores de dolor

Durante mucho tiempo se pensó que la sensación de dolor dependía del cerebro. Sin embargo, se ha descubierto que hay receptores de dolor presentes en la piel[13]. Sin estos receptores, una persona no podría sentir dolor.

Considera el siguiente verso sobre el dolor:

«A quienes nieguen la revelación los arrojaré al Fuego. Cada vez que se les queme la piel, se la cambiaré por otra nueva para que continúen sufriendo el castigo». Corán 4:56

 

Dios le dice a las personas que rechazan Su mensaje que cuando están en el Infierno y sus pieles se quemaron (y que no puedan ya sentir ningún dolor), se les dará nuevas pieles para que continúen sintiendo el dolor.

El Corán deja en claro que el dolor depende de la piel. El descubrimiento de receptores de dolor en la piel es un descubrimiento bastante reciente para la biología.

Conclusión

Estos son solo algunos de los muchos hechos científicos encontrados en el Corán. Es importante tener en cuenta que el Corán no es un libro de ciencia, sino que es consistente con la ciencia. Afirmar que los hechos científicos en el Corán se deben a una coincidencia sería irracional. La mejor explicación es que Dios reveló este conocimiento al profeta Muhammad.

Al igual que el Corán contiene conocimiento sobre el mundo natural, también contiene información sobre las dimensiones internas de nuestras almas. Se relaciona con nuestros sentimientos, deseos y necesidades. El Corán nos informa que tenemos un propósito en la vida, y que seguir la guía de Dios nos llevará a la paz interior en esta vida y al Paraíso en el más allá. Y ese rechazo de Su mensaje conducirá a la depresión en esta vida y a un mal destino después de la muerte.

«Los haré ver Mis signos en los horizontes y en ellos mismos, hasta que se les haga evidente la Verdad. ¿Acaso no es suficiente tu Señor como Testigo de todo?». Corán 41:53

 

 

Resumido de onereason.org.

 

[1] Bruce Alberts, Essential Cell Biology.

[2] M. E. Walrath, History of the Earth’s Formation

[3] Joseph M. Moran, Meteorology: the Atmosphere and the Science of Weather

[4] M. Grant Gross, Oceanography: A View of Earth

[5] Naomi Oreskes, Plate Tectonics: An Insider’s History Of The Modern Theory Of The Earth [10] Stephen Hawking, A Brief History Of Time

[6] Lambert M. Surhone, Orbital Period: Orbit, Sun, Earth, Conjunction, Orbital Node, Apsis, Semi-Major Axis

[7] M. Grant Gross, Oceanography: A View of Earth

[8] Danny Elder, Oceans

[9] (http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/2289137)

[10] Rod R. Seeley, Essentials of Anatomy & Physiology

[11] (http://cercor.oxfordjournals.org/content/20/1/205.full.pdf)

[12] (http://www.americanscientist.org/issues/pub/2002/3/diogenes-new-lamp)

[13] Michael Darmon, Molecular Biology of the Skin: The Keratinocyte